22. Corazón roto.

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Mientras cenaban Leonard apenas y había tocado su comida ya que estaba un poco molesto porque Olivia no hacía más que mirar a Alexis con gran admiración, Alexis era un hombre muy apuesto y agradable lo cual hacía que todas las mujeres cayeran rendidas a sus pies.

Olivia reía y hablaba con él muy entusiasmada y eso a él le molestaba, ya que con él siempre solía ser muy tímida y callada, cuando terminaron de cenar y se levantaron de la mesa Leonard volvió a rodear la cintura de Olivia y ella se sobresalto un poco cuando lo hizo, Leonard abrazaba a su esposa con gran fuerza de mostrándole Alexis que ella le pertenecía.

Alexis al ver a Leonard celoso de que Olivia estuviera hablando tan animada con él, le causó un poco de gracia ya que jamás se imaginó que el gran y temible duque de Forest pudiera comportarse de esa manera, como él sabía que el seguir molestando a Leonard no terminaría bien se despidió de ellos y se fue a su casa.

Al llegar a su Mansión, su hermana Liria estaba esperándolo en la entrada, ella tenía el mismo cabello rojo que él y unas cuantas pecas en las mejillas que la hacía parecer un duende, ella era considerada una de las mujeres más hermosas del imperio y había recibido varias propuestas de matrimonio, pero ella las había rechazado todas ya que estaba profundamente enamorada de Leonard, cuando se enteró de que el ya se había casado había sido un gran shock para ella, y había estado varias semanas sin querer salir de su habitación.

Ella había intentado conocer a la esposa de Leonardo numerosas veces pero cada vez que iba a la visitarla siempre le decían que estaba enferma, cuando ella se enteró de que la duquesa estaría asistiendo al baile pidió a la diseñadora que le hiciera un vestido hermoso, compró hermosas joyas y se arreglo lo más que puedo, cuando llego al baile la pareja ducal tenía rato de haber llegado y todos tenían puesta sus miradas en ellos.

La esposa de Leonard era joven y pequeña, se veía hermosa y delicada como una muñeca de cristal al lado del gran duque.

Cuando ella se acercó a la pareja ducal Olivia ya se había separado de Leonard y estaba en la mesa de los bocadillos comiendo, mientras Liria aprovecho a hablar con Leonard, él solía rechazar a todas la mujeres que se le acercaban pero como ella era la hermana de su mejor amigo solía tratarla un poco mejor que a las demás, por esa razón ella siempre había pensado que terminaría siendo su esposa, mientras ella hablaba él no paraba de ver a su esposa quien había bebido varias copas de vino, cuando ella ya iba por la quinta copa se acercó a ella y se la quito.

Todos en la fiesta estaban pendientes del príncipe que estaba bailando en la pista de baile y nadie les prestaba atención a la pareja ducal excepto ella, Olivia intentaba quitarle la copa a Leonard quién se la bebió y la dejó en la mesa, la duquesa al ver que él se había bebido su copa se puso de puntillas y lo agarró del cuello de la chaqueta acercándolo a ella y le dio un beso, Liria sintió como su corazón se rompía en pedazos al ver al duque corresponder el beso de su esposa apasionadamente, después de eso él la tomó en brazos y salió del salón de baile Liria no podía creer que aquel hombre quien siempre había sido frío y distante fuera tan dulce y amable con su esposa.

Esa noche ella se retiró después de que la pareja ducal lo hiciera, ya que no podía controlar las lágrimas que caían por sus mejillas, esa noche había llorado sin parar deseando que aquella escena que había visto no fuera más que una pesadilla ella se negaba a creer que fuera real, pero en el fondo ella sabía que aquella escena era real que el hombre que ella había amado por tanto tiempo estaba casado y por lo que había visto enamorado de su esposa.

Aún así cuando se había enterado de que su hermano había ido a visitar a Leonard lo había esperado en la entrada de la casa, cuando su hermano entró ella corrió a recibirle y le preguntó.

_ Hermano ¿Cómo te fue en casa del duque?

_ ¿ Y tu como sabes que he ido a visitarlo?

_ Me lo ha dicho el mayordomo, ¿dime que te ha parecido su esposa?

_ Hum... Me ha parecido una mujer muy adorable.

_ Tú crees que el duque está enamorado de ella.

_ Creo que si, se ha puesto muy celoso cuando hablaba con ella ya que parecía muy interesada en mis historias.

_ ¡Que..!

_ Si a mi también me sorprendió mucho, la abrazaba todo el tiempo como si quisiera demostrar que le pertenecía.

Liria sintió como su corazón se estrujaba en su pecho al saber que el duque incluso se había puesto celoso por su esposa y no pudo evitar que se le escaparan unas cuantas lágrimas, su hermano al verla llorar le dio un abrazo y le dijo.

_ No llores, se que estabas enamorada de él pero él ya está casado no podemos hacer nada, estoy seguro de que encontrarás a otra persona a quien amar.

Liria lloro un buen rato en los brazos de su hermano mientras él le daba palmaditas en la espalda para calmarla, después de eso se había ido a su habitación y había seguido llorando su hermano le decía que encontraría a alguien más a quien amar pero ella lo dudaba se había enamorado de quien no imaginaba, de quien no esperaba y de quien no andaba buscando, desde ese momento ella comprendió que el amor no se elige es el quien nos elige a nosotros.

Desde que había conocido al duque todos los demás hombres le parecían aburridos y poco atractivos, pero no podía hacer nada ya que el hombre que amaba ya tenía a otra en su corazón.

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora