6. El regreso del duque.

25K 1.4K 68
                                    

Leonard estaba recostado en una silla en su oficina, sumamente cansado por todo el trabajo que había tenido los últimos días.

Ya tenía varios meses desde que había llegado a la fortaleza del norte para encargarme de la situación, después de varias batallas por fin el reino de azur había aceptado su derrota y había retirado a sus tropas.

Sin embargo todavía tenía que encargarme de todo el papeleo y de los traidores que habían estado ocultando a los espías.

Ese era un trabajo desagradable, pero alguien tenía que hacerlo, tenía planeado regresar pronto por que le preocupaba un poco el como lo estaría haciendo Olivia, ya que habían muchos nobles curiosos que de seguro irían a la mansión para poder conocerla e intentar hacer alguna conexión Leonard a través de ella.

Había calculado que le tomaría un mes más antes de poder regresar, así que había enviado una carta informando que pronto estaría de regreso.

A la mañana siguiente fue hacerle una visita al vizconde Miller's, el cual había estado pasando información y ocultando a los espías del reino de Azur.

Cuando llegaron a su casa Leonard dio la orden a los soldados de que reuniera a todos los que vivían en la casa, en el jardín. Ellos no tardaron mucho en reunirlos a todos, cuando toda la familia del vizconde, y él estaban presentes.

El vizconde Miller's se encontraba sorprendido y aturdido sin saber que estaba pasando, al ver Leonard, su cara se puso pálida y sudorosa a pesar del frío que hacía ese día.

Al verlo inmediatamente entendió que estaba haciendo él ahí.

_ Buenos días duque de Forest a que debo el honor de su visita, ¿Por qué ha ordenado que todos salgamos de la casa?.

_ ¿En verdad no sabe por qué estoy aquí?

Cuando le dijo eso él confirmó sus sospechas y empezó a temblar de miedo.

_ No.. Mi lord no se cual es la razón de su visita.

_ Sam dile la razón por la cual estamos aquí.

El soldado al que había llamado sacó un escrito de su bolsa y empezó a leer en voz alta.

_ Por haber acogido a espías del reino de Azur y por facilitarles información, el vizconde Miller's es despojado de su título y acusado de traición a la corona.

_ Mi lord no me puede hacer esto, me declaró inocente ante esta acusación.

_ Sabes muy bien que eres culpable de los que se te acusa, y ya sabes lo que les pasa a los traidores.

El vizconde se puso de rodillas suplicando perdón.

_ ¡Por favor tenga piedad Mi lord!, perdone mi vida...

Al ver que Leonard sacaba su espada el vizconde intentó salir corriendo pero Leonard fue más rápido, ni siquiera le dio tiempo de que se levantará cuando Leonard corto la cabeza del vizconde Miller's, la cabeza cayó rodando por el suelo bañándolo de rojo, los que estaban presentes dieron un grito ahogado al presenciar aquella escena.

_ Espero que esto les sirva de lección a todos, los traidores que conspiren contra el reino de Alicante serán condenados con la pena de muerte.

La familia del vizconde Miller's estaba paralizada de miedo, temiendo que sufrirían el mismo destino que el vizconde.

Pero a pesar de todo la nobleza era necesaria, así que en vez de matar a todos, nombró como el nuevo vizconde a su sobrino Damián Miller's.

Después de eso fue a visitar a dos familias más, en las cuales pasó prácticamente lo mismo, todos decían ser inocentes y luego rogaban por sus vidas.

Leonard regresó a la fortaleza al anochecer con una desagradable sensación por la sangre que manchaba su ropa.

Cuando llegó a la fortaleza los sirvientes se quedaron aterrados al verlo lleno de sangre, e inmediatamente salieron corriendo a prepararle el baño.

Al entrar a su habitación ya todo estaba preparado así que Leonard ordenó a los sirvientes que lo dejarán solo. Ellos se marcharon de seguida, y al dirigirme al cuarto de baño a Leonard le esperaba una bañera llena de agua con aceites esenciales y pétalos de rosa.

Lo cual a él le pareció una verdadera estupidez , preparar un baño tan suntuoso cuándo se está llenó de sangre era un desperdicio.

Después de lavarse bien hasta quedar limpio, Leonard se cambió y le pidió a un sirviente que le sirviera la cena inmediatamente ya que aún tenía un montón de trabajo que se le había acumulado durante los últimos días.

Cuando hubo terminado todo el papeleo y acabado con todos los traidores, se dispuso a preparar su viaje de regreso a casa.

El viaje de regreso estuvo muy tranquilo y aprovechó el tiempo para dormir ya que cuando estuviera de regreso tendría mucho trabajo pendiente por haber estado fuera tanto tiempo.

Su viaje de regreso duró una semana porque el clima había empeorado y habíamos tenido que parar en un pequeño pueblo a descansar.

Cuando llegó a la capital, primero había ido al palacio y había reportado todo lo ocurrido durante su estadía en la fortaleza del norte, al príncipe heredero.

Cuando Leonard hubo terminado de mencionar lo más importante el príncipe le preguntó.

_ ¿Y dime la duquesa ya sabe que has regresado?

_ Aún no he tenido tiempo de ir a mi casa, acabo de regresar y pensé que querrías el informe lo más rápido posible.

_ Claro que sí...

Pero llegas de esta manera sin avisar, no me has dado tiempo de preparar nada para tu regreso.

La idea era esa, por eso Leonard no había informado el día de su regreso porque si lo hubiera hecho seguro le hubieran preparado un desfile y eso a él no le hacía ninguna gracia.

_ Bueno ahora si me disculpas me retiro, ha sido un viaje muy largo deseo regresar a mi casa y descansar.

_ La duquesa seguro se llevará una gran sorpresa cuando te vea, por cierto han habido muchos nobles que han visitado tu mansión con la esperanza de conocer a la nueva duquesa, pero ninguno de ellos ha sido recibido, porque la salud de la duquesa era muy mala y no podía recibir visitas.

Deberías presentar a la pequeña duquesa pronto o sino empezarán a correr rumores sobre ella.

_ Lo pensaré.

Leonard hizo una pequeña inclinación y luego marchó del palacio y regresó a su mansión.

Cuando entró a la casa se encontró con una escena un tanto desconcertante, y los sirvientes se quedaron muy sorprendidos y todos dejaron de hacer lo que hacían, le hicieron una reverencia.

Bueno todos menos uno, el cual ni siquiera se había percatado de su presencia, era una joven pequeña de cabello castaño, largo y alborotado, ella iba vestida con una camisa blanca y unos pantalones azules los cuales marcaban las curvas de su cuerpo.

Lo que más le impactó fue ver que aquella pequeña niña era su esposa la cual estaba subida en una escalera cambiando unas cortinas y preguntándole a las sirvientas que les parecían.

_ Veo que te has divertido mucho en mi ausencia mi pequeña duquesa.

Dijo Leonard un tanto molestó.

Al escuchar la voz del duque, ella giró tan bruscamente su cabeza que perdió su equilibrio, él tuvo que moverse rápidamente para atraparla en sus brazos antes de que cayera al suelo.

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora