17. Ya no puedo más.

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Olivia le dijo en apenas un susurro.

_ No puedo asistir al baile contigo mañana.

Leonard se quedó un tanto confundido ya que no sabía por qué Olivia estaba llorando, así que le preguntó.

_ ¿Por qué no quieres ir?

_ Temo avergonzarte si voy.

_ ¿Esa es la razón por la que estabas llorando?

Olivia no quería verle a la cara, así que simplemente enterró su rostro aún más en su pecho, sintiendo sus firmes músculos y le dijo.

_ Si, Soy un completo desastre si voy te voy avergonzar. 

Leonard tomó el rostro de Olivia entre sus manos, ella tenía los ojos hinchados de tanto llorar, él los besó y le dijo. 

_ No tienes que preocuparte por eso si alguien se atreve a burlarse de ti le haré pedazos ahí mismo. 

_ Pero... 

_ Si no quieres ir no pienso obligarte, tú puedes hacer lo que quieras. 

Leonard estaba siendo muy amable con ella, pero aún así ella sabía que era su obligación como duquesa asistir al baile, cuando Olivia estuvo más tranquila se separó un poco de Leonard pero él no la dejó marchar y le dijo. 

_ Está noche me quedaré contigo, si decides no ir al baile mañana no me enfadaré, así que no te sientas obligada hacer nada que tu no quieras. 

_ Gracias... 

_ No tienes que agradecerme soy tu esposo, y mi deber es cuidarte. 

Olivia echó su cabeza hacia atrás para poder mirarle a la cara, él tenía el cabello alborotado y pequeñas gotas de agua caían de su cabello, llevaba la camisa con la mayor parte de los botones desabrochados mostrando los músculos de su pecho, los cuales parecían estar tallados en piedra, las largas y negras pestañas del duque resaltaba sus ojos avellana con destellos dorados, Olivia nunca se había atrevido a verlo tan detenidamente pero ese día deseaba que su imagen se grabará en su mente. 

Mientras Olivia lo veía detenidamente con sus hermosos ojos verdes, los cuales estaban un poco hinchados y rojos por las lágrimas que había derramado, Leonard acarició suavemente su mejilla y la beso, Olivia no se resistió, el sentir sus piel contra la de él era algo que la hizo sentir segura, Olivia rodeo el cuello de Leonard con sus brazos, él al ser recibido de esa manera su deseo se encendió. 

Su beso fue cada vez más profundo entrelazando su lengua con la de ella, masajeando sus pequeños pechos repetidamente hasta que ella comenzó a gemir, Amelia le había prohibido que la tocará hasta después del baile pero él ya había llegado a su límite y no podía soportar un día más sin hacerla suya, él había evitado visitar a Olivia por esa razón pero cuando pasó por enfrente de la puerta y la escuchó llorar, irrumpió de golpe en la habitación encontrándola acurrucada en el suelo llorando. 

A él no le gustaba verla llorar así que hizo todo lo posible por consolarla, aunque no supiera que debía hacer, ahora que él había besado sus dulces y suaves labios, y sobretodo que ella lo aceptaba se rindió ante el placer, se prometió así mismo que sería muy amable esta vez, que no la lastimaria,cada toque de sus dedos era solo un rose en la delicada piel de Olivia, él se puso sobre ella aguantando todo su peso con un brazo para no aplastarla, pasó su lengua por el labio inferior de Olivia y le preguntó. 

_ ¿Quieres que continúe o deseas que pare?

Olivia ese día ansiaba ser tocada por él, ansiaba sentirse querida y aunque su primera vez había sido dolorosa no le importó si por unirse esa noche con el duque tenía que pasar una semana más en cama, así que ella asintió con la cabeza y Leonard volvió a besarla. 

Olivia podía sentir como el calor subía por todo su cuerpo, cada toque de sus dedos hacían que su piel ardiera, él chupaba y besaba sus pechos, Olivia gemía por el placer que sus caricias le daban. 

¡Ah~! 

Él deslizó su mano bajo su camisón y le quitó la ropa interior, lo hizo con tal facilidad que ella pensó que él debía de tener mucha experiencia, pero ella no dijo nada, Leonard introdujo un dedo en su lugar secreto haciendo que el cuerpo de Olivia se estremeciera, la beso sin dejar de mover sus manos y Olivia se aferró a su espalda, unas cuantas gotitas de agua le salpicaron el rostro y ella abrió los ojos y se encontró con la mirada del duque, la cual parecía la de un depredador feroz y salvaje. 

El duque beso su cuello bajo entre besos hasta llegar a su lugar secreto y lo beso, Olivia sintió un fuerte espasmos y tuvo que aferrarse a las sábanas, él la chupaba con fuerza y los jugos de Olivia se desbordaban y levantó la cabeza de entre sus piernas y le dijo. 

_ Eres tan dulce. 

Olivia se moría de la vergüenza por sus palabras pero aún así le gustaba escucharlas,él se quitó la camisa y los pantalones y Olivia pudo ver su gran miembro erecto, ella no podía creer que algo tan grande hubiera estado dentro de ella antes, pero sabía que él ya había estado dentro de ella y por eso no sintió tanto temor como la primera vez. 

Leonard tomó la mano de Olivia y la entrelazo con la suya, su mano era tan pequeña que le costó un poco, la besó repentinamente, pero su miembro endurecido le había empezado a doler así que pensó que no podría soportar estar más tiempo sin estar dentro de ella. 

Leonard acarició la entrada de Olivia con su miembro empapandolo con los jugos de amor de ella, Olivia parecía más relajada que la primera vez y le susurro al oído. 

_ Dime si te duele. 

Ella solo pudo asentir, mientras él introducía su duro miembro dentro de ella, sintió como el dolor se hacía presente mientras él la penetraba pero el dolor era mucho más llevadero que la primera vez. 

El interior de Olivia estrujaba el miembro de Leonard él deseaba moverse rápidamente pero no quería que ella sintiera dolor, así que espero un momento para que ella se acostumbrara, mientras la besaba y le acariciaba los pechos, cuando ella dejó de apretar tanto se movió lentamente ella hizo una mueca de dolor y él le preguntó. 

_ Te dolió, quieres que pare. 

_ Me duele un poco pero estoy bien. 

Leonard siguió aumentando su ritmo, Olivia gemía de placer clamando su nombre. 

_ ¡Ah~! ¡Leonard! 

Después de varios días de abstinencia Leonard se sintió en el paraíso y quiso seguir haciéndola suya hasta el amanecer pero sabía que no podía, porque si lo hacia lo más seguro era que Olivia no se podría levantar de la cama en mucho tiempo y eso significaba más días de abstinencia para él, y Leonard no podría aguantar tanto tiempo, así que siguió penetrándola y besándola hasta que ambos llegaron al clímax, él depositó todo su blanco semen dentro de ella,el cuerpo de Olivia se estremecía debajo del suyo, el la beso en la frente y acarició su cabello, Olivia tenía la respiración entrecortada, él le preguntó si estaba bien y ella le dijo que si. 

Leonard esperó un rato hasta que Olivia recobró la compostura y la llevó al baño para limpiarla, luego volvieron a la cama y se quedaron dormidos abrazados como si solo existieran ellos dos en todo el mundo. 

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora