31. Cena a la luz de la luna.

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Cuando llegó la hora de la cena, hacía una noche agradable así que Olivia le pidió a Alfred que preparara la terraza para cenar ahí con Leonard y disfrutar de las vistas nocturnas.

Cuando Leonard salió por fin de su despacho se sentía sumamente cansado y lo único que quería era acostarse y descansar ya que al día siguiente debía de levantarse muy temprano para reunirse con sus hombres en el cuartel general para entrenar con ellos ya que últimamente había estado tan ocupado con el papeleo atrasado que no había podido entrenar con ellos.

Leonard se dirigía al comedor para cenar cuando Alfred lo interceptó y le dijo.

_ Mi lord, esta noche la cena se servirá en la terraza por petición de la duquesa ella le está esperando ahí.

Leonard se sentía cansado y no tenía ganas de cenar en la terraza pero tampoco quería dejar cenado a Olivia sola, ya que pocas veces ella hacía ese tipo de cosas así que decidió darle gusto y cenar con ella en la terraza.

Cuando Leonard llegó a la terraza una suave y fresca briza le alboroto el cabello, lo cual resultó muy refrescante, los sirvientes habían decorado mesa con velas y flores, Olivia estaba de pie apoyada en la barandilla observando el jardín bañado por la luz de la luna, Leonard se acercó a ella y la rodeo con sus brazos por la cintura, Olivia giró su cabeza y al verlo le dijo.

_ No te parece que hace una noche maravillosa, he pensado que quizá te gustaría cenar mientras observamos la luna.

_ Sí tienes razón me encanta.

Olivia se sintió muy feliz de escuchar que a Leonard también le gustaba su idea, ella se recostó en su pecho y le dijo.

_ Me alegra que te haya gustado.

Los sirvientes estaban dentro esperando que la pareja ducal se sentará para poder servir la cena, ellos ya se habían acostumbrado a las demostraciones de afecto entre ellos así que cuando los veían abrazarse o besarse, simplemente volteaban a ver a otra parte o se marchaban sin causar ninguna interrupción.

Olivia se giró y quedó frente al duque, para poder verlo a la cara tuvo que echar su cabeza hacia atrás ya que el era muy alto y le dijo.

_ Hoy he recibido una invitación para una fiesta de té en el Palacio.

_ Lo sé, piensas asistir.

_ Si ya he enviado una confirmación, ¿Te parece bien que vaya?

_ Tú puedes hacer lo que desees.

_ Gracias, será mejor que comencemos a comer antes que la comida se enfríe.

Olivia se zafó de los brazos de Leonard y tomó su lugar en la mesa, él la siguió y se sentó a la par de ella, inmediatamente los sirvientes entraron con exquisitos platillos y luego se retiraron, después de que terminaron de cenar, Leonard le dijo.

_ ¿Quieres que demos un paseo por el jardín?

_ Me encantaría pero tú debes de estar cansado, hoy has estado trabajando en tu despacho todo el día así que será mejor que nos vayamos a descansar.

_ Está bien te lo compensaré otro día.

Leonard le había sugerido el paseo porque Olivia parecía encantada con la noche, ya que la luna se veía realmente hermosa ese día, pero en realidad él había agradecido mucho que ella hubiera rechazado su invitación ya que estaba muy cansado.

Al llegar a la habitación de Olivia las sirvientas al ver al duque se apresuraron a buscar un camisón para la duquesa la ayudaron a vestirse y se marcharon rápidamente, cuando quedaron los dos solos Leonard se quitó la ropa y se metió en la cama, Olivia se había quedado de pie junto a la puerta del baño y al ver que ella no iba le dijo.

_ ¿Piensas quedarte toda la noche ahí?

_ Claro que no, solo pensé que esta noche te quedarías en tu habitación.

_ Tu eres mi esposa, acaso te parece mal que me quede aquí contigo.

_ Claro que no.

Olivia se apresuró y se metió a la cama, Leonard se acercó a ella la rodeo con los brazos y le dijo.

_ Buenas noches.

Olivia se acurruco en su pecho y le devolvió el abrazo tímidamente y le dijo.

_ Buenas noches Leonard.

Ambos se quedaron dormidos esa noche escuchando la respiración del otro, al día siguiente Leonard se levantó muy temprano para ir al cuartel general, Olivia estaba profundamente dormida con las piernas sobre las de él y con el camisón desordenado, Leonard incluso podía ver su ropa interior, ella estaba despeinada y le caía algo de baba por la barbilla.

Leonard no podía creer que su mala forma de dormir a él le pareciera encantador hasta cierto punto, y se preguntó si eso era algo solo de ella o si todas las mujeres dormían igual, ya que a pesar de que él había tenido muchas amantes, él nunca se quedaba a dormir con ninguna.

Olivia había sido la primera mujer con la que él había dormido y también la única que lo había visto dormir, Leonard acomodo a Olivia en la cama la tapó con la sábana y le dio un beso en la frente.

Luego se levantó se cambió y se fue a los establos donde uno de los sirvientes ya tenía ensillado su caballo él se montó en él y se fue al cuartel general, al llegar se dirigió al campo de entrenamiento donde Darius y los demás soldados lo estaban esperando, Leonard observó un rato las habilidades de sus soldado y luego se enfrentó a los que considero que eran realmente buenos.

Luego de estar entrenando durante toda la mañana se fue a su oficina y se dio un baño en la habitación que tenía a la par se cambió la ropa sudada por unas limpias y se puso al día con el papeleo que se había acumulado.

Darius se había hecho cargo de gran parte de los papeles pero habían otros que debían de ser revisados por él, ese día envió un mensajero a su mansión para avisar de que se quedaría iba dormir en el cuartel general ya que tenía mucho trabajo por pendiente.

Darius se había hecho cargo de gran parte de los papeles pero habían otros que debían de ser revisados por él, ese día envió un mensajero a su mansión para avisar de que se quedaría iba dormir en el cuartel general ya que tenía mucho trabajo por p...

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Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora