57.No me agrada.

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A la mañana siguiente Leonard y Olivia se despertaron tarde ya que ambos quisieron quedarse en la cama abrazados hasta que a Olivia le comenzó a rugir el estómago del hambre, Leonard le pidió a una de las sirvientas que les llevara el desayuno, la mayor parte de la comida se la había acabado Olivia, en los últimos días a ella se le había despertado un hambre voraz y comía el doble de lo que comía Leonardo.

_ Olivia no comas tanto o te puedes enfermar.

Olivia se sonrojo y le dijo.

_ Es que tengo hambre.

En lo que ellos estaban hablando la madre de Leonard entró y le dijo.

_ Deja que ella coma lo que quiera, si está tan delgada que se le pueden sentir hasta los huesos.

Olivia siguió comiendo y Leonard le dijo a su madre.

_ Solo se lo digo porque no quiero que se enferme.

La madre de Leonard sospechaba que Olivia estaba embarazada y el tener un gran apetito es completamente normal en ese estado, como ella aún no estaba segura no quiso decirle nada a Leonard, ella había mandado a llamar al médico de su familia quien había salido de la ciudad unos días atrás y estaría regresando esa semana.

Ella no había querido mandar a llamar a ningún otro médico ya que si ella no estaba embarazada no quería que los demás nobles se enteraran de que la esposa de Leonard estaba tan deseosa de tener un hijo que mandaba a llamar al médico sin tener ningún síntoma.

Así que decidió esperar a su médico ya que él era muy discreto.

_ He venido para ver si quieres ir a ver a Blas al jardín.

Olivia al escuchar que podía ir a tocar el suave pelaje de la mascota de su suegra inmediatamente se levantó de la silla y le dijo.

_ Sí me encantaría.

A Sarine le pareció que Olivia era tan linda como una niña pequeña, de sólo escuchar que podían ir a ver a su gato ella se había emocionado mucho, Leonard se levantó de su silla y les dijo.

_ Yo también las acompañaré.

_ Claro que no, tu pones nervios a mi gatito.

_ Eso no es un gato deja de decirle así.

La madre de Leonard miró a su hijo un poco enfadada y le dijo.

_ Para mí es mi gato, tienes algún problema con eso.

Leonard sabía que si decía algo más en ese momento lo más seguro era que su madre le regañara así que le dijo.

_ No yo solo decía.

Sarine tomó la mano de Olivia y le dijo.

_ Vamos, sabes también podríamos llevar a tu cachorro quizá se puedan volver amigos.

Leonard pensó que quizá eso era imposible al fin y al cabo la mascota de Olivia era un perro y él de su madre un gato enorme sin embargo si el tigre se lo comía era algo que él agradecería mucho ya que a él no le agradaba Vándalo.

Después de que ellas se fueran Leonard fue a buscar al mayordomo para que le ayudará a encontrar flores para su boda ya que Olivia le había dicho que quería que el interior de la capilla estuviera decorada con ellas.

Olivia y Serine llevaron a Vándalo al invernadero donde estaba Blas, el enorme gato estaba durmiendo plácidamente debajo de un árbol, Olivia bajo a vándalo de sus brazos y el cachorro salió corriendo hasta dónde estaba Blas y el comenzó a darle mordiscos para que se despertará, el gato se despertó perezosamente y al ver al cachorro mordisqueandolo le lamió la cabeza.

Sarine dijo.

_ Mira parece que le agrada el cachorro.

Olivia se giró para ver a Sarine y le dijo con los ojos llenos de ilusión.

_ Puedo tocarlo.

_ Por su puesto.

Olivia se acercó a Blas y comenzó a acariciar su pelaje, Blas ronroneo y Olivia le dijo a Sarine.

_ Parece que le gusta.

_ Así es ya te había dicho yo que era un gato muy manso.

_ ¡AH!, Es tan lindo quisiera tener uno de estos en casa.

_ Dudó que Leonard te deje.

_ Yo también lo dudo, para que me dejara quedarme con vándalo tuve que llorar ya que quería que lo regresará al bosque y cuando veníamos intentó lanzarlo por la ventana.

_ Mi marido hizo lo mismo, sin embargo te diré como puedes hacer que acceda a tus súplicas.

_ Enserio como puedo hacer eso.

_ Lo único que tienes que hacer es correr a abrazarlo cuando le veas y enterrar tu rostro en su pecho luego levantas tu cabeza y le miras con ojos de cachorro, te aseguro que después de que hagas eso no podrá negarse a lo que sea que le pidas.

A Olivia hacer eso le pareció un poco vergonzoso sin embargo pensó que lo haría algún día, después de estar un buen rato jugando con sus mascotas, ellas regresaron a la casa y se encontraron con Vanessa en la entrada, ella estaba hablando con Leonard y le estaba entregando un pañuelo.

La madre de Leonard se tapó la cara con una mano y pensó.

Que poco ha durado su promesa.

Olivia al verles se puso furiosa ya que él había roto su promesa, Leonard sintió un aura asesina detrás de él y al darse la vuelta vio a Olivia quien parecía estar muy enfada.

Él se acercó a ella, le rodeo la cintura y le dijo a Vanessa.

_ Quiero presentarte a mi esposa, ella es Olivia.

Vanessa miró a Olivia de pies a cabeza y al verla pensó que ella no era ninguna belleza, que si se esforzaba lo más seguro era que iba a poder conquistar a Leonard.

_ Es un placer poder conocerte mi nombre es Vanessa Graham.

_ Él placer es todo mío.

Olivia dijo esas palabras sin sentirlas ya que a ella no le agradaba Vanessa porque ella parecía querer quitarle a su esposo.

Olivia se aferró al brazo de su esposo y le dijo.

_ No me siento muy bien me llevas a nuestra habitación a descansar.

Leonard sabía que Olivia estaba mintiendo ya que ella se encontraba bien en la mañana, sin embargo no quería hacerla enojar más así que la tomó en sus brazos y ella rodeo su cuello con sus brazos y él la llevó a la habitación.

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora