51.Capilla.

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Leonard regreso de la montaña a la hora de la comida, sus padres y Olivia ya estaban en la mesa esperándolo, su madre estaba sentada a un lado de Olivia y su padre del otro lado así que se tuvo que sentar frente a ella, las sirvientas le sirvieron la comida y le dijo a su madre.

_ He ido a dar un paseo por la montaña y he visto la capilla en la que tu y mi padre se casaron y me pareció buena idea hacer la ceremonia ahí, ¿Qué te parece?

_ A mi me parece un lugar hermoso, puedes llevar a Olivia durante la tarde para que pueda ver el lugar y ella decida si le gusta o no.

_ Si.

Después de comer Leonard le dijo a un sirviente que preparara un cesta con provisiones, y que le diera unas cuantas mantas, a la sirvienta se le hizo un poco raro que él le pidiera todo eso si solo iban a subir a la montaña un momento, pero ella no dijo nada ya que no quería ser regañada.

Leonard cargo todo en su caballo y ayudó a Olivia a que se subiera al caballo, luego se subió él y la rodeó por la cintura, su madre antes de irse les dijo.

_ Procuren regresar pronto, está nublado parece que va a llover.

_ No te preocupes madre, cerca de la capilla hay una cabaña si empieza a llover acamparemos ahí.

_ Está bien tengan cuidado, nos vemos después.

Leonard le dio un golpe en el costado al caballo y se puso en marcha, la capilla quedaba a unas cuantas horas a caballo en la cima de la montaña, cuando llegaron a la cima Olivia se quedó extasiada al ver lo hermosa que era, estaba pintada de blanco y tenía enredaderas de rosas alrededor de las paredes, a pesar de que acababa de comenzar el otoño, aquel lugar parecía atrapado en una eterna primavera, todos los árboles se veían hermosos rodeando la capilla, al entrar unas cuantas lágrimas le rodaron por las mejilla.

Dentro habían enorme ventanales que daban a un hermoso valle, la luz del sol entraba a raudales por aquel sitio, todo estaba tan iluminado que parecía casi brillar, Olivia siempre había soñado con una gran boda pero ni en sus sueños más locos se podría haber imaginado que se casaría en un lugar así, ella se dio la vuelta y miró a Leonard con los ojos llorosos y le dijo.

_ Me encanta este lugar, es perfecto.

Leonard se acercó a ella y le limpió las lágrimas y le preguntó.

_ ¿Por qué estás llorando?

_ Porque jamás me imaginé que podría tener la boda con la que siempre había soñado.

Leonard se sintió un poco mal al escuchar a Olivia, él jamás le había dado importancia a eso y él no sabía que había hecho a Olivia miserable ese día.

_ ¡Oye!, tan malo fue el día de nuestra boda.

_ Sí fue como una pesadilla, llevaba un horrible vestido que me iba grande, en la capilla solo estaba el cura y mis padres y Alfred, supongo que si hubieras ido te habrías largado tras que me vieras.

_ ¿Tan mal te veías?

_ Si, en realidad es algo que he querido olvidar y hacer como si nunca hubiera pasado.

_ Bueno prometo que esta será diferente.

_ Lo siento.

_ ¿Por qué te disculpas?

_ Lamento haberle dicho la verdad a tu madre sobre nuestra boda, no imagine que se pondría tan furiosa, es solo que al recordar lo horroroso y humillante que fue ese día no puede evitar querer que tuvieras problemas.

_ Vaya y yo que pensaba que lo habías dicho sin querer.

_ Pues no, quería verte en una posición difícil para vengarme en realidad.

Leonard levantó la barbilla de Olivia con una mano y le rodeo la cintura con la otra , la besó, Olivia lo rodeo con sus brazos y le susurró sobre los labios.

_ Te amo. Y le beso tiernamente.

Leonard se separó de ella, la tomó de la mano y le dijo.

_ Ven.

Leonard la llevó hasta la cabaña que estaba un poco escondida entre los árboles, bajo las cosas del caballo, abrió la puerta y entraron.

_ La cabaña no era muy grande solo tenía un sofá frente a la chimenea, una cama lo suficientemente grande para dos personas y otra puerta que llevaba al cuarto de baño, el lugar era sencillo pero a Olivia le gustó mucho.

Leonard tiro las cosas que llevaba al suelo, se quitó el abrigo que llevaba y lo tiró en un perchero que había cerca de la puerta, se acercó a Olivia y comenzó a besarla apasionadamente, él la llevó hasta la cama y comenzó a quitarle la ropa, en cuestión de minutos los dos estaban desnudos devorándose a besos.

Como en aquel lugar no habían casas cercas Olivia no intentó contener los gemidos de placer que se escapaban de su garganta, Leonard bajo hasta sus pechos y comenzó a chupar uno por uno haciendo que ella arqueara su espalda, Olivia se aferraba a su espalda, mientras él besaba todo su cuerpo, la lengua de Leonard estaba caliente y ella sentía como si la quemará cada vez que lamia alguna parte de su cuerpo.

Leonard volvió a subir hasta sus labios y después se desplazó hasta sus orejas, Leonard ya había preparado todo de antemano para que los dos se pudieran quedar ahí esa noche así que decidió tomarse su tiempo antes de penetrarla, quería probar cada parte de Olivia quería que ella enloqueciera con sus caricias y sus besos, que ella no pudiera vivir sin eso ya que si no le funciona lo de contentar a su madre y ella se negaba a dejar ir a Olivia, él pensaba robársela pero para eso tenía que hacer que ella no pudiera vivir sin él, al igual que él ya no podía imaginar una vida sin ella.

Él le amaba profundamente poco a poco Olivia había entrado en su corazón derribando las murallas que él había levantado toda su vida alejando a todos de su lado, ella era maravillosa ante sus ojos, tan delicada y bella que quería contemplarla el resto de su vida, quería estar con ella hasta que fueran ancianos y que sus cabellos se tornarán blancos.

Mi vida como la esposa del duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora