Mi vida como la esposa del duque

27. Cachorro lobo.

Mientras Olivia se dirigía a la Mansión varios cisnes la atacaron haciéndola tropezar y rodar por una pequeña ladera que había detrás de unos arbustos, cuando por fin dejó de rodar, estaba un poco mareada así que se quedó un momento observado el cielo azul hasta que todo dejó de darle vueltas, luego al recordar lo que Leonard le había hecho hacía un rato sintió como su cara se calentaba de la vergüenza y dio gracias a Dios de que él no hubiese visto el estado en el que había quedado después de haber caído rodando por la ladera.

Mientras ella estaba perdida en su pensamientos escucho algo que algo se movía entre los arbustos y pensó que quizá los cisnes todavía querían seguir picoteándola, ella se levantó del suelo rápidamente esperando que la atacarán pero lo que salió de los arbustos no fueron los cisnes sino un pequeño cachorro que cojeaba con una de sus sus patitas delanteras herida, ella se acerco al cachorro muy despacio para no asustarlo y lo acarició con los dedos y el comenzó a lamerla con la lengua haciéndole cosquillas.

_ Jajaja por favor para me haces cosquillas.

Olivia se sentó en el suelo y alargó su mano para acariciar al cachorro hasta que el se acostumbro a ella y pudo cogerlo en brazos, el cachorro que tenía los ojos grises y la piel blanca y esponjosa como la de un conejo, era tan pequeño y lindo que parecía un muñeco y Olivia quiso llevarlo con ella a la Mansión.

_ Eres tan lindo pequeño quien sería tan malo como para lastimar a una cosita tan hermosa.

Olivia le reviso la patita y vio que tenía un corte que parecía ser reciente, ella sacó un pañuelo de su que llevaba en una de las bolsas de su pantalón y por suerte este estaba limpio y lo uso para vendarle la patita cuando hubo terminando Olivia se levantó del suelo con el cachorro en sus brazos y buscó en los alrededores por si encontraba a la madre del cachorro ya que era tan pequeño que ella dudaba que el se hubiera separado mucho de ella.

Mientras Olivia buscaba a la madre del pequeño se encontró con uno de los guardia encargados de cuidar la Mansión y le preguntó.

_ Hola, disculpa he encontrado a este cachorro entre los arbustos, ¿sabes de quien es y donde está la madre del pequeño?

Leonard minutos después de que Olivia se marchara salió a buscarla pero cuando llegó a la Mansión todos decían que ninguno la había visto regresar que de seguro seguía en el jardín, Leonard dio la orden de que la buscarán por toda la Mansión hasta encontrarla ya que con lo torpe que era quizá había caído en algún lugar y estuviera lastimada.

Leonard después de buscarla un rato la encontró al pie de una pequeña ladera que se dirigía al bosque y al acercarse escuchó como Olivia le preguntaba a un guardia si sabía donde estaba la madre de un pequeño cachorro que llevaba en sus brazos.

Olivia llevaba el cabello lleno de ramas y la ropa llena de barro así que debía de haberse enredado y caído en algún sitio, cuando Leonard estuvo lo suficientemente cerca para ver si se encontraba bien se fijo en lo que Olivia llevaba en sus brazos y al percatarse de lo que era se lo arrebató de los brazos y lo cogió por el cuello y le dijo.

_ ¿De dónde has sacado este animal?

El pequeño cachorro comenzó a chillar y mover sus Patitas intentando liberarse y Olivia al ver cómo Leonard había agarrado al pequeño cachorro se enfadó y le gritó.

_ ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO SUÉLTALO LO VAS A MATAR?

Leonard al escuchar tan exaltada a Olivia inmediatamente abrió la mano y soltó al cachorro, Olivia se apresuró a atrapar al pequeño cachorro en el aire antes de que cayera al suelo y miró a Leonard enfadada y le dijo.

_ ¿Acaso querías matarlo?

_Olivia ese es un cachorro de lobo no un perro.

El guardia que estaba ahí le contestó a Olivia la pregunta que le había hecho.

_ Así es mi lady, este es un cachorro de lobo su madre quedó atrapada en una trampa y murió.

_ ¿Qué?

_ Olivia ya has escuchado entrégale ese cachorro al guardia él se encargará de él.

El pequeño cachorro temblaba en los brazos de Olivia y al verlo así ella sintió como su corazón se estrujaba al saber que aquel cachorro ya no tenía familia y no quiso entregar al cachorro y miró a Leonard y le dijo.

_ ¿Me lo puedo quedar?

_ Olivia ese no es un perro lo mejor será que se lo des al guardia.

_ Pero es que es tan pequeño y está lastimado, me lo puedo quedar por lo menos hasta que esté recuperado de su lesión.

Leonard quería decirle que no pero Olivia lo veía con sus hermosos ojos verdes y suplicantes así que al final el no pudo decirle que no, el dio un largo suspiro y dijo.

_ Ha... esta bien te lo puedes quedar pero solo hasta que se recupere luego tendrás que devolverlo al bosque.

_ Si gracias Leonard.

_ ¿Y ahora dime que te ha pasado porque estás llena de barro?

_ Accidentalmente me caí por la ladera.

Leonard no sabía cómo alguien podía caer por la ladera ya que no era muy pronunciada y tampoco estaba cerca del camino pero no dijo nada.

_ será mejor que regresemos y revisemos si no estás herida.

_ si.

Leonard tomó a Olivia en brazos haciendo que ella se exaltar a y le dijera.

_ No por favor, bájame estoy llena de barro te ensuciaras.

_ Eso no me importa.

_ Pero.

_ No pienso bajarte hasta que lleguemos a la casa y revise que no estás herida.

Olivia sentía que la cara le ardía de la vergüenza ya que todos los sirvientes que se encontraron en el camino se les quedaron mirando.

Al regresar a la Mansión cuando Amelia vio a Olivia que venía en los brazos del duque con una apariencia tan andrajosa se quedó muy impresionada y dijo.

_ ¡Oh! Por Dios mi lady que le ha sucedido.

_ Es una larga historia Amelia, ahora sólo quiero darme un baño.