Mi vida como la esposa del duque

81.Enhorabuena.

Cuando Leonard llegó al palacio uno de los sirvientes del príncipe le guió hasta donde él estaba, cuando iba caminando por el pasillo se encontró con la reina, la cual iba acompañada de varias damas y al ver a Leonard se detuvo y le dijo.

_ Hola duque.

Leonard hizo una reverencia ante la reina y le dijo.

_ Buenas tardes su majestad.

_ Quería darte la enhorabuena por el embarazo de la duquesa.

Leonard al escuchar a la reina felicitarlo por el embarazo de Olivia se preguntó cómo se había enterado la reina, ya que ellos acaban de regresar del territorio de sus padres, la reina al verlo tan confundido le dijo.

_ Tu madre nos ha enviado una carta contándonos que va a ser abuela, ella está muy contenta con eso.

_ Muchas gracias por sus buenos deseos su majestad.

_ No tienes nada que agradecerme espero poder ver pronto a la duquesa para darle la enhorabuena también.

_ Sin duda alguna le diré a mi esposa los buenos deseos de la reina.

_ Bueno no sigo reteniendote, que tengas una feliz tarde.

_ Igualmente su majestad.

Después de decir eso Leonard se retiró y se fue a dónde le estaba esperando el príncipe heredero, él estaba en su despacho sentado detrás de su escritorio y cuando él entró le dijo a Leonard siéntate tenemos muchas cosas de las que hablar.

Leonard se sentó enfrente a él y el príncipe puso sus manos cruzadas bajo su barbilla y le dijo.

_ Ya he escuchado la historia.

_ ¿A qué historia te refieres?

_Ya sabes a qué historia me refiero, ya se que vas hacer papá, ¿has de estar muy feliz por eso verdad?

_ Supongo que la reina te lo ha de haber contado.

_ Si ella y tu madre se escriben muy seguido y suelen contarse todo, bueno ya sabes como son, por cierto mi madre estuvo un día entero regañandome porque según tu madre no asististe el día de tu boda por mi culpa.

Leonard se giró a ver hacía otro lado y le dijo.

_ Yo no sé nada sobre eso.

_ Enserio no sabes nada sobre que tu madre me eche la culpa de que no fueras a tu boda.

_ Bueno quizá mi madre mal entendió algo. Leonard se aclaró la garganta y le dijo.

_ Supongo que no me has mandado a llamar solo por eso verdad.

_ Claro que no, tu madre le ha dicho a la mía sobre el secuestro de Olivia.

_ Sí al parecer el rey de Azur nos está provocando para iniciar una nueva guerra, incluso ha atacado los pueblos cerca de la frontera.

_ Al parecer debemos corresponder a su provocación.

_ Sí, creo que deberé hacerle una visita al rey de Azur muy pronto.

_ Supongo que él aún no acepta su derrota, así que habrá que quitarlo del trono.

_ ¿Cuándo piensas ir al reinó de Azur?

_ Acabo de regresar, aún tengo algunas cosas que hacer antes de partir.

El príncipe se rió y le dijo.

_ Jejeje, no será que no quieres separarte de tu esposa porque está embarazada.

_ Claro que no, es sólo que tengo cosas con las cuáles ponerme al día.

_ Está bien digamos que te creó, por cierto si tu hijo es una niña ella y mi hijo podrían casarse no te parece eso una buena idea.

Leonard se quedó mirando al príncipe heredero con mala cara y le dijo.

_ ¿Por qué dejaría que mi hija se casará con ese mocoso?

_ ¡Oye!, mi hijo es un príncipe dudo que encuentres un mejor partido para tu hija.

_ Para empezar no se si será niña y si lo fuera no pienso comprometerla con nadie que ella no ame, si ella se llegará a enamorar de tu hijo, supongo que no me quedaría más opción que aceptarlo, sin embargo tampoco pienso ponérselo fácil.

_ Ojalá que no sea una niña o pueda que no se case nunca, ya que ante tus ojos nadie sería lo suficientemente bueno para ella.

_ Si ya no tienes nada mas que decir me voy.

_ Bueno ya no tengo nada mas que decir así que ya puedes irte, avísame cuando pienses marchar.

_ Si, nos vemos.

_ Que tengas un buen viaje.

Cuando Leonard se fue el príncipe dio un suspiró y dijo.

_ Ha... Vaya este tipo nunca cambia, ve a todos como una presa siento hasta un poco de lástima por lo que le hará al rey de Azur pero bueno él se lo ha buscado.

Cuando Leonard iba de regreso a casa pensó que el príncipe estaba loco al pedirle que su hijo se casara con él de él si era una niña, además aunque él no se hubiera puesto en contra de eso lo más seguro era que Olivia no lo habría aceptado nunca tampoco ya que ella era muy sensible con ese tema.

Al llegar a la mansión Olivia estaba reunida con la diseñadora quien le habían llevado vestido nuevos para Olivia ya que como su vientre había empezado a crecer ella siempre se quejaba de que la ropa le apretaba, como Olivia estaba ocupada Leonard no quiso molestarla y se fue a su despacho a continuar trabajando y le dijo a Alfred que le avisara cuando Olivia hubiera terminado.

Madam Margaret había llevado hermosos vestidos para Olivia y para Dafne, Olivia quedó encantada como siempre con todos los diseños de Madama Margaret, sus diseños eran cómodos y sencillos, eso era siempre algo que a ella le agradaba mucho ya que nunca le habían gustado los vestidos voluminosos ni cargados de pedrerías como las damas nobles solían llevar.

Madam Margaret había hecho vestidos que quedaban sueltos del vientre para ella y un poco cortos para que ella no se tropezara con el largo del vestido, a Olivia le gustaron tanto que se quedó con uno de los vestidos puesto.

Cuando madam Margaret se hubo ido Alfred le dijo a Olivia que Leonard ya estaba de regreso y que había preguntado por ella, Olivia quería mostrarle a Leonard su nuevo vestido así que se apresuró a ir a su despacho para mostrárselo.