~Capítulo 13~

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—Voy a por platos y cubiertos.—Dijo el menor.

Liam dejó las bolsas con comida encima de la mesa del comedor y se sacó la chaqueta.

Se pasó la mano por el pelo.

Había estado un poco erróneo haberle hablado así al menor anteriormente. Aunque tampoco entendía porque es que le había tratado así.

—Aquí está.

Liam ayudó a Ben a colocar las cosas en la mesa y sirvió la comida.

—Después de esto a estudiar.—El rubio no lo miró.

—Eso es el sentido de esto.—Respondió el moreno.

El silencio inundó la habitación y, a pesar de que no era tan incómodo, se sentía extraño.

Un tintineo de llaves rompió el mudo momento haciendo que ambos chicos levantaran la mirada, encontrándose mutuamente.

Ben miró hacia otro lado para no tener contacto con el contrario.

Liam sonrió de medio lado. Que infantil que era el menor.

—Llegué familia.

Una voz conocida habló adentrándose al comedor.

—¡Tío!—Mateo entró sonriendo y girando las llaves alrededor de su dedo índice.—¡Oh! Estáis comiendo chino. ¿No habéis pedido nada para mi ?

Matt se acercó a la comida de su hermano y hurgó entre su plato, llevándose un poco a la boca.

—¿Quieres parar? Respeta, es mi comida.

Matt sonrió mirando a su "tío" y negando.

—Eres un amargado.—Dijo su hermano.

—No, solo me molesta que cojas de mi comida, encima con la mano. Asqueroso.

—Isquiriso.—Mateo lo imitó.

Ben le dio un pequeño golpe en el brazo.

Liam observó como los gemelos estaban discutiendo. Eran tan idénticos. Pero no se equivoca ni se arrepentía en decir que son muy diferentes también.

—Venga, Matty, déjalo. Sabes como se pone luego.—El rubio colocó los codos en la mesa entralazó sus propios dedos, y apoyó su barbilla encima de estos.

Matt se rió y se sentó al lado suyo.

—¿Qué haces con el alegre y feliz de mi hermano?—Dijo sarcásticamente intentando no reír.

Ben hizo bola la servilleta y se lo tiró a su hermano.

—Eh.—Mateo lo miró.

—Deja de molestar.

—Aquí, comiendo algo antes de que tu hermano empiece con los estudios.—Liam interrumpió.

—Hm-Mmm.—Asintió.—Pobre de ti, Liam.

—Lo sé.—Liam soltó una pequeña carcajada.

Aunque se arrepintió al instante, sabía que Rubén se enfadaría, otra vez. Y con motivos coherentes, su hermano y su profesor estaban "riéndose" de él; enfrente suyo.

Liam se aclaró la garganta.

—¿Y tú? ¿Qué tal? ¿Qué con tu amigo?—Le sonrió.

Juguemos a ser heteros (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora