Rubén salió de la clínica corriendo. Su pecho dolía y se sentía abatido.
La lluvia en septiembre era algo normal en Londres. No hacía frío precisamente pero Rubén tenía escalofríos de pronto.
Quería golpearse.
Era un idiota.
Un idiota cobarde.
No había madurado en absoluto. Seguía siendo el mismo niño infantil de hace un año. Realmente pensó que había crecido emocionalmente, se había equivocado.
No iba a echarle la culpa a Liam por haberle hecho un desastre la cabeza, por haberle puesto el mundo al revés.
Todo era responsabilidad suya.
Liam parecía tener todo claro. Él era el único que no sabía nada.
La respiración empezó a faltarle.
Cena.
Tenía una jodida cena con Christian.
No entendía porque se sentía...Así. No quería ni pensar en la palabra que lo definía. No podía.
¡Él ya lo había superado, joder!
¡Solo que le dolía pensar que había perdido a Liam de esa manera!
—Mierda.—Dijo sin voz. No podía respirar ya. Aspiraba con dificultad hasta que se arrodilló.
No parecía haber alguna enfermera rondando por ahí.
Oh, genial. Se moriría solo.
Bueno, eso sería exagerar. Pero estaba teniendo un fuerte ataque de ansiedad.
Ni siquiera podía oír los coches del exterior, ni la gotas de lluvia retumbando con el suelo.
—¡Rubén!
Escuchó su nombre a lo lejos. Se apretó la camisa por el pecho con fuerza, como si eso desatascara sus pulmones.
—¡Rubén!
Unas manos lo tocaron y él se giró a ver.
Unos hermosos ojos acaramelados lo miraban con el ceño fruncido mientras lo analizaban preocupados.
La respiración de Rubén se fue regulando y calmando.
—¿Qué ocurre?—Liam le acarició la espalda y Rubén se estremeció, tranquilizándose un poco.
Rubén lo miró con los ojos llorosos y la boca entreabierta.
Liam quitó la mirada. No podía ver al chico sonrojado y lloroso sin poder tirarse sobre él y querer protegerlo de todo y de todos. Esas pecas que realmente amaba se encontraban mojadas. Y esos ojos...Esos verdes ojos que lucían tristes y agobiados.
—¿Liam?
Christian llegó con otro hombre al lado.
Rubén lo reconoció. Era Connor, su ex director.
—Oh, mierda, ¿estás bien? ¿Qué tienes?—Dijo Christian y se acercó.—Soy especializado en fisioterapia pero puedo tratarte.
Una mano tocó a Rubén y este la apartó con fuerza.
—¡No me toques!
Rubén sabía que no debía tratar así a Christian. Él solo trataba de ayudarlo.
Christian se sorprendió pero se levantó y volvió con Connor.
Ruben miró el suelo, sus lágrimas caían manchándolo.

ESTÁS LEYENDO
Juguemos a ser heteros (2)
Teen Fiction¿En común? Estudios. ¿Diferencia? Son profesor y alumno. #1 en chicoxchico 17/07/2020 #1 en Completa 15/09/2020 #1 en amorgay 27/12/2020 #1 en embarazomasculino 16/01/2021 #1 en profesoralumno 16/01/2021 #1 en profesor 20/02/2021 #1 en alumno 01/08...