~Epílogo~

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6 años después...

—Sabes que quiero niños, ¿verdad?

Rubén se encontraba jadeando. Tardó unos segundos en recuperarse de su orgasmo antes de darse cuenta de lo que había dicho Liam.

—¿Qué?—Giró su rostro para mirarlo. ¿Tal vez era una broma?

Liam estaba tumbado de lado, su cabeza apoyada en su mano. Su brazo doblado para ello, Rubén quería besar esa bíceps, deja besos y marcas en esos músculos.

—Quiero hijos.—Repitió Liam.

Rubén volvió su mirada al techo pensando. ¿Un hijo?

—Pensé que no querías.

—No me disgustaba la idea pero tampoco lo deseaba.—Corrigió.—Ya sabes que después del accidente quiero hacerlo todo.

Liam levantó la mano para acariciar el rostro de Rubén. Rubén besó su mano mientras miraba los ojos miel de Liam.

—Lo sé, pero...

—Si quieres añadirle que tampoco soy tan joven. Tengo ya casi 40, Rubén, definitivamente no quiero ser un viejo cuando tenga a mis hijos.

Rubén se sentó, tiró de las sábanas para cubrir su desnudez.

—También lo sé...Pero yo aún soy muy joven como para tener niños, Liam. Ni siquiera he terminado la carrera.—Explicó.

Liam se sentó también y acarició la espalda desnuda de Rubén.

—Lo de la carrera es lo de menos, ya sabes que hago unas llamadas y puedes seguir estudiando en casa...Si quieres hasta puedo hacer que tengas un aula solo para ti.

—Ya sé que si lo pido hasta me consigues toda la universidad.—Rodó los ojos sonriendo.

—Solo pídelo por esa boquita y te doy lo que quieras.—Besó los labios de Rubén.

Rubén lo sujetó del cuello. La lengua de Liam se introdujo en su boca, Rubén se alejó antes de profundizarlo más.

—Eso no quita que aún soy muy joven. Tengo toda la vida por delante.

Liam le dio una mirada graciosa y Rubén asintió riendo.

—Sí, sí. Ya sé que no tenemos asegurada la estadía en el mundo pero me gusta pensar que sí. ¿Dentro de unos años lo volvemos a pensar? ¿Tal vez en unos...10?

Liam bufó.

—Entonces tendré casi 50...No quiero ser tan viejo.—Hizo un puchero, esos ojos dulces mirándolo suplicantes.

Rubén por un momento imaginó a una niña con el pelo rubio oscuro y largo con unos ojos verdes o mieles...Un poco de pecas por su tierno rostro. O un niño parecido a Liam. Le encantó la idea.

Pero no. Aún no. Tenía solo 23 años. No podía.

—Tal vez no en tanto, pero aún no, Liam. Todavía no.

Juguemos a ser heteros (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora