~Capítulo 19~

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—Hoy Liam no podrá venir.—soltó Lucas.

Rubén alzó la mirada de su plato de comida.

—¿Por qué no?—Intentó no sonar muy...Curioso e intenso.

Lucas miró a su esposo en busca de ayuda.

—Le han surgido unas cosas.—Darío contestó.

—Oh, me parece perfecto. Tengo un examen pronto, y él no está para ayudarme. Que poco profesional.—Se levantó de la mesa y fue escaleras arriba.

Mateo intentó no reírse.

—Que maduro de su parte.—Comentó el segundo más pecoso.

—¿A quién te refieres?—Cuestionó Lucas.

Mateo se limpio la boca antes de contestar.

Lo pensó un momento.

—Creo que a ambos.

—Liam es un adulto y humano, tiene problemas y asuntos.

—Claro.

Mateo se levantó de la mesa.

Era cierto que Liam podía tener motivos...Pero...No importa. No era asunto de Mateo. Tarareó una canción mientras se encerraba en su habitación.

(...)

Rubén bajó silenciosamente al salón, mientras que sus padres estaban en la cocina lavando los platos muy cariñosamente.

Cogió el móvil de Lucas, que estaba en el sofá.

Tenía contraseña.

Probó con el cumpleaños de Mateo y el suyo. Incorrecta.

<Que feo eso papá.> pensó.

Probó con la fecha de su boda. Correcto.

Ja.

Fue a contactos y buscó el nombre de Liam.

Ningún resultado.

Rubén frunció en ceño.

Oh.

Rubén sonrió cuando lo encontró.

El sabelotodo.

<Buena Esa papá.>

Copió el número en su móvil y subió rápido a su habitación.

Cuando cerró la puerta, entró a su chat para escribirle un mensaje.

Ben:
Heyy, soy Ben.

Rubén negó, y borró

Ben:
Soy Ben, ¿por qué no vienes voy?

Nah.

Ben:
Hola, soy Ben, mis padres me han dicho que no vienes, ¿se podría saber por qué?

Eso estaba mejor. Enviar...

No, no. A ver, pensémoslo. ¿Hay necesidad de saber la razón? Si. ¿Es de ser cotilla? Más o menos.

Rubén se encontraba algo nervioso. Oh vamos, solo era un mensaje...

<Tu puedes Ben>

Enviar.

Ben:
Diría que es poco profesional de tu parte. Tengo un examen pronto. Deberías ayudarme.

Lo envió rápido.

Bueno ya está.

Dejó el móvil en su cama y dio unas vueltas por la habitación. Parecía que estaba reclamándole. Podría ser muy infantil. Pero por alguna razón, quería obligar a Liam que estuviera aquí.

Sus pensamientos se detuvieron cuando su teléfono empezó a sonar .

El amargado.

Oh, mierda, estaba llamando.

¿Debería coger o no?

Juguemos a ser heteros (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora