~Extra 1.-Sin nombre~

12.2K 784 364
                                    

Semana 3.

Todo ha estado igual. Ningún cambio. Es como si nada hubiera dentro de mí, no lo noto. A veces se me olvida que tendré un hijo. Cuando lo hago, me entra miedo.

Liam está ahí para darme apoyo y apartar el temor.

Semana 6.

Sigue estando igual. Algún que otro mareos y antojos. He descubierto que ahora amo los postres de fresa con caramelo. No me disgusta, pero preferiría no comer lo Segundo. Desafortunadamente, mi dulce favorito, el mousse de naranja y chocolate...me hace vomitar. Es verlo y enamorarme, es acercar la cuchara a mis labios y siento repulsión. ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué pequeño futuro hijo o hija me haces esto!?

Me las pagarás cuando nazcas. Recuerda esto para cuando crezcas y quieras una golosina o te apetezca ir a comer al Mcdonals, te diré que no.

Semana 12.

El vientre se me ha hinchado. Bueno, no hinchado, solo está creciendo. Eso me había dicho Liam. Era una pequeña barriga cervecera que no quería sumir. Sentía que si lo hacía, podría aplastar al bebé. Liam se rio de mí.

Ese idiota.

A veces pensaba que sí estaba siendo algo sensible y exagerado. A veces. Pero no. No era yo el problema, el problema era el idiota de Liam. ¡Él hacía todo mal!

Liam, no te soporto.

No te me acerques.

Semana 16.

Está bien. La tripa va cada vez a más. Los mareos y las náuseas también. ¿En serio, bebé? ¿También debías hacerme sufrir? No tendremos buena relación cuando nazcas. No, mentira.

Podría estar un poquito estresado con los cambios: de mis comidas preferidas a platos muy extraños con mezclas repugnantes pero que parecía ser lo único que no vomitaba. También amaba estar postrado en el váter, así lo tenía cerca para expulsar el vomito.

Sí, estaba molesto por ciertas cosas. Pero todo cambió cuando nos dieron la primera ecografía del feto. ¡Era como una gamba, con una mini cabeza más grande que ese minúsculo cuerpo incompleto!

Mi sensibilidad hizo que salieran lágrimas de mis ojos. No era yo ni la emoción. Era la sensibilidad, ¿bien?

La doctora había dicho que todo estaba bien, haciéndome llorar más. Maldición.

La tonta sonrisa de Liam me había puesto más feliz.

Te veías hermoso mientras me sujetabas la mano con tus preciosos ojos mirando la pantalla donde se veía nuestro bebé en gestación.

Ojalá nuestro hijo o hija saque tus ojos.

Te amo.

Pero aún así no te soporto.

No te acerques.

Semana 21.

Me siento gordo. La tripa se está haciendo más y más grande. Era de esperarse, después de todo, pero...Aún no. Me  sentía irreal, como si no estuviera pasando esto...Solo que los síntomas y el vientre me lo recordaban. Un bebé estaba en camino.

Habíamos ido a que nos dijeron el sexo del bebé pero parecía ser que la pequeña criaturita no se quería dejar ver. ¡Pequeño/a insolente! ¡Por lo menos ten la decencia de dejarnos saber que serás!

Juguemos a ser heteros (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora