~Capítulo 68~

9.7K 751 349
                                    

—¿Cómo te fue?—Darío pinchó una patata.

Rubén no lo miró al responder.

—Bien.

Darío miró a Lucas y frunció los labios.

—¿Hablasteis?

Rubén chasqueó la lengua antes de dar un golpe en la mesa.

—Creo que no has captado la indirecta de que no quiero hablar.

—No te comportes así.—Lucas lo regañó.

—¿Cómo queréis que me comporte si no? No me habéis destrozado la vida, no voy a exagerar tanto, pero me habéis arruinado algo: Mi primer amor. Me separasteis de él. No penséis que lo voy a dejar pasar así como así.

—Pensé que estabas bien con nosotros.—Darío apartó la mirada, viéndose triste.

Rubén soltó una risa sarcástica.

—Que os hable educada y amablemente no significa que os haya perdonado.

Darío asintió y no dijo nada más, volviendo a su plato.

—¿Tan amargados estáis que no pudisteis dejar a vuestro propio hijo ser feliz?—Siguió.

Rubén estaba cansado. Y estaba harto.  Maldición.

—Rubén.—Dijo Lucas en un tono amenazante.

—¿Tan poco creéis en el amor que no pudisteis entender lo que tuvimos Liam y yo? Tal vez no iba a ser para toda la vida, pero era nuestro, era de nosotros, nuestro momento y vosotros lo arruinasteis.

—Claro que entendemos de amor.—Lucas soltó.

—No lo parece.

Darío apartó el plato con fuerza, haciendo un estruendo que sobresaltó a Lucas y a Rubén. Ambos lo miraron.

—Tú no sabes nada.—Señaló.— ¿Sabes por qué Lucas te había alejado de Liam? Porque es alguien muy inseguro y posesivo. No hizo las cosas correctamente, como debió hacerlas pero ¿sabes por qué es así? Por mi maldita culpa.—Frunció el ceño profundamente.—Cuando éramos jóvenes, a tu edad o más mayores, yo era un estúpido que no podía decirle cuánto lo amaba, jugaba con él para luego irme con mi novia. Sé que no lo justifica y no trato de hacerlo, tampoco pretendo que nos entiendas, porque no lo harás. Solo quiero que no digas que no entendemos de amor y del sufrimiento que conllevaba estar enamorado. Porque sí lo hacemos. Y tu padre más. No tienes de idea lo que le hice sufrir yo.

Rubén lo miró con rabia. Darío le devolvió la mirada.

—Lucas sabe mejor que nadie lo que es el rechazo. Él trató de protegerte de algo así. Y sí, separándote de Liam, una gran estupidez, pero trató de cuidar a su niñito. Porque como sabes, Liam precisamente no era alguien tan santo.

—Nunca hizo nada malo.—Defendió Rubén.

—Pero tiene un historial. Lucas lo conoce. No culpes a tu padre por haber sido el gran idiota que fue. Puedes culparme todo a mí por hacerlo como es. Sois sus hijos y hará la mayor gilipollez que piense en el momento si eso significa que estaréis bien en un futuro.

—Pues se equivocó.—Miró a Lucas, este miraba la mesa en silencio.

—Lo hizo. Pero eso no quita que esté arrepentido.

Juguemos a ser heteros (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora