~Capítulo 61~

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Connor salía de la ducha cuando su timbre sonó. Se apresuró a ponerse un cómodo chándal. Realmente odiaba los trajes, los consideraba incómodos, apretados y excesivos, mas debía usarlos para dar una buena imagen y porque su trabajo lo requería.

Unos minutos después mientras se secaba el pelo la puerta del vestidor sonó.

—¿Hmm?

Russell entró en donde se encontraba.

—Ha llegado Liam, señor.

Connor le sonrió y le agradeció por avisarle. Russell asintió y se fue de la habitación.

Connor peinó sus rebeldes ondulaciones castañas y se miró con orgullo.

—Qué guapo eres.—Le dijo a su imagen reflejada en el gran espejo del vestidor.

Se rio de sí mismo, si él hubiera estado ahora mismo ahí, le hubiera dicho mientras rodaba los ojos: "eres tan creído". Pero no estaba, así que podía decirse lo bello que era. Cuando él estaba, solamente lo decía para molestarlo, le encantaba hacerlo.

Salió de la habitación y se encaminó hacia las escaleras.

Mientras bajaba los escalones, observó a Liam de pie en su gran salón.

—¡Viniste!

Liam asintió.

—Creo que nunca me acostumbraré a venir a tu casa.—El rubio metió las manos en sus bolsillos.

Connor soltó una carcajada, se acercó a su amigo y rodeó sus hombros con su brazo.

—No te hagas.—Dijo.—Cuando eras pequeño vivías en un sitio así. Sin añadir que si quisieras podrías vivir también en una mansión así.

Liam podría darle la razón, solo que a diferencia de Connor, él no había sido feliz en una mansión con sus padres. Si viviera él solo en una casa así de grande, se haría mucho para él. Connor cuando era pequeño no vivió en una casa así, tenía entendido que había pasado casi toda su vida en un internado, alejado de su familia.

Habían tenido vidas muy diferentes al comienzo y habían terminado con un estilo de vida distinto.

—Y que yo recuerde, tu apartamento no es precisamente pequeño y discreto.

Ahora fue el turno de Liam de reír.

—La costumbre.—Respondió

—Ajá.—Connor le sonreía divertido.—¿Vamos al bar?

Liam aceptó y se dejó llevar por su amigo hacia el pequeño bar dentro de su casa. Fácilmente se podría hacer una fiesta allí, había una gran barra y había todo tipo de bebidas y alcohol.

—¿Qué quieres tomar?

Liam le dijo que le daba igual, solamente quería algo fuerte. Connor asintió y preparó algo nuevo que había estado probando hace unos días.

—Adelante, prueba.—Connor se apoyó en la barra, esperando la reacción de Liam.

Liam tomó un trago largo, su cara se arrugó en una mueca.

Juguemos a ser heteros (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora