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Lo hace, abre sus ojitos con pesar y demasiada lentitud. Frunce su ceño al observar los potentes rayos del sol entrar por las cortinas del dormitorio, calcula que deben ser las diez u once de la mañana. Parpadea comenzando a recordar la razón por la cual está desnudo y con un fuerte dolor en el trasero. No puede creer que el alfa de abultadas mejillas haya sido un salvaje; admite que fue su culpa por haber mentido y ocultado el hecho de que iba con la manada Kang, pero no era para que lo follé hasta a hacerlo perder la consciencia, literalmente.

— ¿Mhm?

Se da cuenta de que hay un posesivo brazo alrededor de su cintura. La respiración de Jimin sobre su nuca lo hace suspirar y sus mejillas se tiñen de carmín cuando siente su miembro hundido en él profundamente.

—Esto es...

Jin no sabe si estar molesto, indignado o excitado. Jimin se ha quedado dormido estando dentro de él, eso significa que lo hizo mientras estaba inconsciente. Bueno, no es como si fuese la primera vez; además está el hecho de que SeokJin le dio permiso a sus seis alfas para que lo tomarán en caso perdía la inconsciencia. Francamente, no tiene inconveniente sobre ese tema.

Su alfa comienza a moverse, mientras murmulla palabras incoherentes; olfatea sus cabellos castaños oscuros y sale de su interior provocando que suelte un jadeo por el vacío inoportuno, y se sonroja al sentir la esencia de su pareja descendiendo por sus muslos. Jin se pone nervioso cuando su cuerpo es girado hacia la dirección de Jimin quien está mirándolo con seriedad e intensidad.

— ¿Por qué?

Cuestiona en tono ronco y Jin abre la boca sin saber cómo empezar.

—N-No vas a creerme —es lo único que logra pronunciar.

—Lo haré. Claro que lo haré.

Garantiza mirando esos ojitos arrepentidos y acaricia la mejilla expuesta del hermoso rostro de su omega para tranquilizarlo.

—Perdón, Mochi —cierra los ojitos por las suaves caricias—. En serio, perdóname.

—Prometiste...

—Lo sé —está muy arrepentido—. Y cuánto lo siento, pero..., pero, oh, Jimin —solloza sintiéndose débil por llevar el tema de los destinados solo—. No sabía..., no sé cómo decirles...

El semblante del menor cambia a uno preocupado al escuchar la angustia en el tono de Jin y se acerca más para desprender feromonas.

—Tengo mucho miedo —susurra contra el pecho desnudo y se acurruca como un cachorro—. Y-Yo..., no quiero perderlos. No quiero. No quiero —repite sollozando más fuerte y Jimin lo abraza con suavidad para besar sus cabellos oscuros.

—Sea lo que sea, Jin, vamos a resolverlo juntos —dice cerrando los ojos por el dulce aroma de su omega—. Prometimos cuidarte, protegerte y amarte, ¿recuerdas? — Asiente pasando la nariz por el pecho para olfatear el aroma a madera—. Te amo, dulzura.

—Te amo... —responde alzando la cabeza para besarlo—. Y en serio, perdón.

Jimin niega, ya no quiere darle vueltas al asunto; ahora, lo importante es escuchar la explicación del mayor, pues con ello sabrá por qué está tan asustado como preocupado.

Destinados Antes De Nacer © || Libro #1|| [BTSxJin] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora