Destinados Antes De Nacer © || Libro #1|| [BTSxJin] (Omegaverse)

02

El líder del grupo de k-pop que está causando sensación, últimamente, suelta un gran suspiro, luego de observar la mirada de disculpas de Jimin. 

—Entonces, no hablaron —cruza los brazos, señal de reproche—. Realmente, no me sorprende.

—Lo siento, nos quedamos dormimos.

—Comprendo —asiente para sí mismo al saber que tiene que estar calmado—. Pero, recuerda que tienes que hacerlo.

—Realmente, no quiero presionarlo, es mejor si...

—No —interrumpe YoonGi sentándose al frente—. Ni se te ocurra dejarlo pasar, Park.

—Pero, estamos bien —menciona escogiendo los hombros—. Sé que estamos bien.

—Jinnie siempre dirá que está bien y te hará creer lo mismo.

NamJoon vuelve a soltar un largo suspiro, despeina sus cabellos grises y dirige la vista hacia la ventana del avión, no falta tanto para que lleguen a su próximo destino: Newark.

—Jimin —lo llama el morocho en tono sereno—. No quiero que se sienta mal consigo mismo —su mirada se apaga al recordar aquel oscuro momento que tuvieron que pasar—. No quiero volver a pasar por lo mismo. No quiero que pase por lo mismo.

—Yo...yo tampoco lo quiero —balbucea con lágrimas en los ojos, la sola idea que el mayor éste triste por su culpa lo hace sentir pésimo—. Pero, no quiero presionarlo. Lo hará sentir peor.

—Prefiero eso a que...

El líder de la manada no termina la frase, no puede, no quiere recordar las marcas rojas en el cuerpo del omega. Al ser compañeros de cuarto fue el primero en darse cuenta que algo andaba mal en SeokJin, las noches en vela llorando y los murmullos incomprensibles, eran señales de que estaba cayendo en el abismo de la soledad y depresión.

Jimin se pone de pie con furia al notar cómo están reviviendo el pasado, él ha tratado de olvidarlo, siente que ha sido el que más lo ha superado; sin embargo, la mirada de culpa y arrepentimiento de sus amigos no ayuda. Camina a paso lento hasta los asientos de la parte de atrás del avión privado que su mánager a conseguido, los latidos del corazón golpean con fuerza su pecho al observar el cuerpo de su omega envuelto por los brazos del más joven del grupo y la calidez recorre su interior al escuchar las pequeñas risas de ambos.

—Kookie, basta —dice Jin con las mejillas rojas y sonríe al sentir los labios del mencionado en su cuello.

—Es verdad, no sabes lo...

La mirada de molestia del alfa hace que Jimin se detenga.

—Necesito hablar con...

—Tuviste tu oportunidad, ayer —interrumpe abrazando más la cintura—. Es mi turno. Vete.

—Kookie —lo regaña recibiendo un puchero.

—No, no he estado contigo en todo el día —oculta el rostro en su cuello y olfatea el aroma de su pareja—. Debo aprovechar que Hobi y Tae están dormidos.

—Será solo por un momento —promete Jimin extendiendo su meñique—. Por favor, JungKook, te daré mi porción de carne de la cena.