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Alza la mirada con lentitud al presenciar cómo los rayos del sol entran por la pequeña ventana de la habitación. En toda la noche, no pudo dormir; no podía el dolor, angustia, desesperación y soledad se habían apoderado horriblemente de su ser. Tenía miedo de cerrar los ojos porque sabía que si los volvía a abrir nada iba a cambiar. Solloza ocultando el rostro en la almohada, su nariz se arruga al olfatear el olor a lavandería y tira la almohada cansado a cualquier lado del lugar.

Durante toda la noche, SeokJin pensó en alguna forma de escapar, se había asomado por la ventana solo para ver si los alfas de la manada Kang hacían guardias y al no ser así cálculo la altura. La caída no era tanta, a las justas podía tener unos cuantos raspones en sus rodillas y manos; pero valdría la pena si con ello podía volver con los chicos. El problema era aquello, no sabía cómo llegar a la cabaña de su manada, para empezar ni si quiera sabía dónde se encontraba. Tuvo la idea de transformarse y dejar que su lobo encontrará el camino, si tenía suerte podría reconocer los olores de la zona de la cabaña o incluso aullar para llamar a uno de sus alfas. Era una brillante idea para cuando la manada Kang se diera cuenta de que había escapado Jin ya estaría lejos, muy lejos; sin embargo, antes de saltar recordó que el más bajo, ByungHoon, los había amenazado con revelar fotos de ellos en la laguna; mientras compartían un romántico momento.

Si escapaba, iba a arruinar los largos años de carrera artística que han construido. Todo lo que pasaron, las burlas, humillaciones, abusos y malos tratos no habrían válido la pena. Además, no solo era la carrera de ellos, estaba el trabajo de las personas del staff, seguridad y demás. Era un gran lío si lo piensas bien y SeokJin había llegado a la realidad que no está listo para afrontar todo aquello, cargar con esa responsabilidad es algo que todavía no puede hacer. Por lo que, cerró la ventana con demasiado pesar y fue a acostarse esperando que el primer día de los tres comenzará.

—Omega SeokJin.

Frunce el ceño ante los dos toques en la puerta y la voz odiosa del líder Kang.

—Creo que aún está dormido, hermano.

No tiene idea a quién pertenece la voz y no le importa.

—Hay que dejarlo unas horas más.

Dice una voz áspera del otro lado y Jin asiente, no tiene ganas de verlos por el resto del día o de los siguientes.

—Bien, pero hay que hacer que baje a desayunar.

Su estómago suena ante eso. No ha probado bocado desde que estuvo en la laguna con sus alfas; se sorprende que recién haya sentido el hambre. Gruñe por todo el asunto y cierra los ojos, tiene que descansar; al menos hacer el intento, de lo contrario estará con un humor terrible y no podrá hacer lo que sea que la manada Kang quiere que haga, y lo peor que puede pasar ahora es alargar el asunto.

De esa forma, SeokJin consigue dormir alrededor de unas cuatro horas hasta que se despierta por el sonido de la puerta siendo tocada.

—Omega SeokJin.

De nuevo, es HyeonMin.

— ¿Qué?

Le responde mirando a la puerta con odio.

—Buenos días, omega SeokJin, es bueno saber que ya despertó —pone los ojos en blanco y se pone de pie—. Por favor, baje a desayunar. Mis hermanos y yo lo estamos esperando.

Destinados Antes De Nacer © || Libro #1|| [BTSxJin] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora