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Sus labios sueltan un sonido de queja al no querer despertar, está demasiado cómodo entre las sábanas y almohadas, encoge los hombros y esconde parte de su rostro para no hacer caso a la insistente voz de Hoseok; un escalofrío recorre su espalda al sentir besos húmedos encima de su clavícula derecha y sonríe al sentir los colmillos acariciando su piel.

—Vamos, angel —murmulla recorriendo con su nariz el largo cuello—. Es hora de despertar.

—No quiero —la respiración del alfa le hace cosquillas—. Ven y quédate conmigo, Hobi.

—Mhm, ¿quieres que me quede contigo?

Lleva la mano izquierda hacia su cadera, comienza a bajar lentamente haciendo círculos imaginarios sobre la tela y se detiene cuando ha llegado a su mejilla trasera, la acaricia y aprieta la suave carne provocando que chille.

—Sabes que es una tentadora oferta, angel.

H-Hobi...

Abre los ojos, somnoliento, y se sonroja al ver la radiante sonrisa de su pareja.

—Buenos días, angel —besa aquellos apetitosos labios rosados—. Vamos a desayunar. Tu sorpresa espera.

Se había olvidado de eso, culpa al maknae y las energías que posee debido a que lo ha dejado muy cansado, el cuerpo entero le duele y pesa, no siente las piernas y al quitarse las sábanas lo primero que ven sus ojos son los múltiples chupetones y mordidas, sonríe recorriendo cada una de ellas con los dedos y una risita de enamorado escapa de sus labios.

— ¿Lo llamaste, Hope? — Pregunta el líder de la manada cuando ingresa al comedor.

—Sí, está dándose una ducha —informa mirando el decorado encima de la mesa y su pecho de infla de orgullo.

Sin duda, Jin lo va a amar.

—Ah, estoy nervioso —dice Jimin con un semblante preocupado— ¿Y si no le gusta? ¿Y si no quiere ir?

—Claro que no —asegura Nam mostrando sus hoyuelos—. Jin adora esa cabaña y nada le hará más feliz saber que estaremos una semana entera ahí.

—Oh, ahí viene —avisa Tae corriendo a su posición y agarra su rosa para ponerla a la altura de su estómago.

Jin ingresa al comedor mientras acomoda su suéter, se detiene al oler fragancias suaves, frunce el ceño extrañado y alza la mirada para toparse con la escena más hermosa que ha visto en su vida. Sus seis chicos están parados alrededor de la mesa, cada uno tiene una rosa rosada y una preciosa sonrisa de oreja a oreja, la mesa está decorada con velas, las cuales son las causantes de aquellos olores suaves, la comida consta desde frutas, pasteles y jugos naturales; todo eso hace que solloce y las lágrimas no tardan en acumularse en sus ojos marrones. Su omega se siente tan feliz, tan amado, hace tiempo que sus parejas no tenían ese lindo detalle de hacerle algo tan hermoso, con los tours, entrevistas y presentaciones era imposible que tuvieran un tiempo por lo que no puede evitar llorar.

—Oh, dulzura.

Se acerca hasta el tembloroso cuerpo y lo abraza brindando su calor.

—No llores, dulzura —besa los cabellos grises y sonríe con cariño al escuchar balbuceos.

—Es que...es que... —no encuentra las palabras precisas para expresar cuán feliz está—,...gracias, gracias, gracias —es lo único que puede decir y aspira el aroma a madera—. Muchas gracias.

Destinados Antes De Nacer © || Libro #1|| [BTSxJin] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora