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Aunque, pareciera que los ojos de SeokJin están fijos en la carretera; no es así. Su mirada está pérdida a través del cristal, pensando en los últimos acontecimientos. Se supone que el alfa de la manada Kang iba a dejarlo permanecer junto con sus alfas, al menos hasta que NamJoon despertará y viera la condición en la que está; pues Jin había recordado algo de un curso de historia en donde su profesor dijo que las manadas antiguas cuando se trata de la salud de uno de los miembros ponen la salud sobre todo lo demás. SeokJin creyó que si le decía al alfa de la otra manada que uno de sus alfas estaba herido, iba a entender y dejaría que se quede; al menos una noche; sin embargo, aquello no pasó.

HyeonMin dijo que efectivamente entendía la situación, pero también les había dicho que no podía esperar más tiempo, realmente necesita a Jin en el lapso de tres días. Mientras, más rápido vaya con la manada Kang; más rápido podrá adaptarse al lugar; pues es primordial que el omega se adapte a los alfas de la manada al menos en un 1%; que sepa sus nombres y reconozca los aromas será suficiente para que el ritual de aullar a la luna llena se lleve a cabo con éxito. Por lo que, se negó y le pidió amablemente al omega que vaya por sus cosas para que puedan irse.

Las manos de Jin aprietan con fuerza y cólera la correa de su mochila. Todavía, está asimilando el hecho de que se encuentra sentado en el asiento del copiloto del auto negro del líder de la manada Kang y su corazón se oprime con tanto dolor al recordar los gritos desesperados de la maknae line cuando el auto comenzó a andar.

Lo último que vio fue a un devastado TaeHyung llorando, mientras estaba arrodillado.

—Omega SeokJin.

Ignora al alfa.

—Omega SeokJin —insiste sin despegar la mirada de la carretera—. Por favor, trate de disminuir su enojo —puede oler sus feromonas de cólera—. No será bueno que llegue así con la manada.

Jin gira la cabeza con brusquedad para enfrentarlo.

— ¿Y cómo debo llegar? ¿Con una sonrisa y vomitando brillitos?

HyeonMin aprieta los labios y busca algo inteligente o apropiado para responder.

—Entiendo que esté molesto, pero no podía dejar que se quede.

Cada minuto que pasa es un infierno para el alfa de cabellos negros.

—El tiempo está contra mi manada, omega SeokJin —confiesa doblando hacia la derecha—. De verdad, necesitaba que venga esta noche.

—Ni si quiera dejaste que me despidiera —suelta sin haber prestado atención a lo anterior. Lo único que puede pensar es en sus alfas, en cuánto deben estar sufriendo—. Ni si quiera pude despedir de mi NamJoon o de mi pequeño JungKook —sus ojos se llenan de lágrimas—. Ni de mi Jimin, o mi solecito; tampoco de mi líder o incluso de mi Tae.

HyeonMin hace una mueca, sabe que hizo mal. No le dio tiempo, al menos le hubiese dado unos minutos; pero, ¿y si esos minutos son los que necesita para salvar a su manada?

—En serio, lo siento, omega SeokJin.

Jin no dice nada, vuelve a girar el rostro para ver la carretera y ruega que sus alfas estén bien, que no cometan una locura; también ruega de que NamJoon esté bien. Nunca se perdonaría que algo malo les suceda.

Destinados Antes De Nacer © || Libro #1|| [BTSxJin] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora