29

5.2K 540 145
                                    

Comienza abrir los ojos, lentamente, luego de que su cerebro ha ordenado que despierte de una vez, gruñe en voz baja al no querer hacerlo, está demasiado cómodo entre los brazos de Suga, desea continuar en esa posición sintiendo la pausada y tranquila respiración sobre su nuca. Voltea un poco el rostro para encontrarse con los labios entre abiertos de su pareja y el ceño fruncido, sonríe con ternura y se las ingenua para acariciar su mejilla expuesta, realmente parece una roca cuando está dormido; suelta un suspiro de resignación al escuchar la exigencia de su estómago por comida por lo que sin tener más opción aparta con cuidado el desnudo cuerpo pálido.

Se coloca uno de los tantos polos color negro que tiene en el armario, entra al baño para asearse con rapidez y sale rumbo a la cocina para preparar un ligero desayuno para ambos.

Es extraño el silencio que lo rodea, usualmente uno de los jóvenes del grupo ya estaría alrededor suyo exigiendo comida y mimos, mientras que otro estaría quejándose por falta de atención; sus labios forman una sonrisa nostálgica y se anima diciendo que no falta mucho para que regresen, además tiene que aprovechar estos días para fortalecer los lazos con YoonGi dado que al ser el líder de la manada no puede pasar tanto tiempo con él, tiene que mantenerse al margen por la maknae line, al ser alfas jóvenes quieren estar a su lado prácticamente todo el día y Min tiene que dejarlos porque de esa forma la manada se une más, de igual forma con NamJoon y J-Hope. Hay ventajas y desventajas al asumir el puesto de líder cuando se toma la decisión de formar una manada y Jin como omega de esta tiene que equilibrar la unión con cada uno, empezando con el jefe quien al no sentir a su pareja al lado suyo se ha levantando para seguir el rico olor a comida casera.

—Vuelve a la cama, Jinnie.

Murmulla en tono somnoliento y envuelve la cintura con sus brazos para seguidamente apoyar su mentón en el hombro derecho.

—Buenos días a ti, también, Yoonie —menciona con humor y recibe un gruñido de protesta—. Tan temprano y de mal humor, eh.

—Es tu culpa —acusa pasando la nariz por el largo cuello del mayor—. No estabas.

El corazón de SeokJin se encoge por lo lindo que está siendo el rapero.

—Mi estómago exigía comida —explica tragando saliva al sentir una fricción dura y larga encima de su trasero—. Y-YoonGi...

Los labios del mencionado dejan pequeños besos húmedos en la parte detrás de su oreja derecha, un suspiro se escapa de sus labios al sentir las yemas de los pálidos dedos acariciar sus piernas, empiezan a subir con lentitud, torturándolo por que llegue más arriba del borde del polo y gime cuando llega a esa parte de la prenda, y se detiene.

—YoonGi —pronuncia su nombre con súplica. Quiere que lo toque más—. Por favor...

—Apaga la estufa, JinGi.

Jadea obedeciendo inmediatamente, lo desea tanto en estos preciosos momentos que al darse la vuelta da un pequeño brinco para abrazar al alfa como si fuera un koala, enrollar sus piernas alrededor de la cintura y sin pensarlo dos veces ataca aquellos gruesos labios para abrir la boca y dejar que la recorra con su gran lengua larga. Tan lento, dulce y suave como Suga sabe hacerlo desde la vez que se dieron el primer beso.

Jin suelta gemidos obscenos cuando las manos del rapero están acariciando sus mejillas traseras, sin dejar de besarlo lo lleva a su habitación y lo acuesta con delicadeza en la cama.

Destinados Antes De Nacer © || Libro #1|| [BTSxJin] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora