Mis manos tiemblan, el corazón comienza a latirme más rápido, incluso puedo escucharlo, escuchar mis latidos, esas voces, su voz... Veo entrar a mamá con lágrimas en los ojos, tengo miedo que diga lo que estoy imaginando... El móvil cae de mis manos. En la pantalla ha dejado de correr la llamada y solo puede verse su nombre, quien diría que sería la última; quien diría que incluso estaría con él hasta en el último momento. Mis rodillas caen al suelo y un grito ahogado sale por mi garganta, mis ganas de acompañarlo a ese nuevo camino son inmensas. Todo se nubla, el dolor de mi pecho arde, estoy perdiendo la consciencia, no sé porque mamá grita al mirarme y sin más, voy perdiendo el aliento. Cariño...
Doy un suspiro profundo antes de abrir los ojos, exhalo fuertemente y me siento en mi cama. Me quedo perdida en el vacío por unos segundos, con la mira fija hacia la nada. Antes de ponerme de pie tomo el calendario que está justo alado de mi mesa de noche, miro la fecha y tacho el día de hoy.
—Otro día con pesadillas —... susurro a mí misma.
Miro las "X" de éste mes las cuales han disminuido, solo son 3 en diferentes fechas, nada mal para inicios de mes.
—¡Es hora de desayunar! —la voz de mamá se escucha desde la cocina. Volteo los ojos como signo de fastidio.
Tomo mi bata gris que está colgada a un costado de mí. Antes de salir de mi habitación me echo un vistazo al espejo, mis piernas "delgadas" ya no lucen como me gustan. Comienzo a observar el resto de mi cuerpo detenidamente. Mis manos, el vello de mis brazos, mis clavículas enmarcadas...
—Mamá te espera abajo —la voz de Di proveniente de la entrada hace que dé un pequeño salto y me cubra con mi bata rápidamente—. Otra vez midiéndote...
—¿Podrías si quiera —... reacciono rápidamente antes de que diga más, pero me interrumpe.
—¿Tocar? No hay puerta pequeña, te lo has ganado —. Se cruza de brazos y niega con la cabeza.
Paso a un lado suyo ignorándolo y bajo las escaleras rápidamente antes de que mamá se enoje por tardar tanto. Al llegar al comedor miro mi plato enorme con hot cakes, el olor a café recién preparado invade mi olfato, esto provoca que cierre los ojos por su placentero olor.
—Alguien va tomando gusto por la comida de nuevo —. Mamá pasa detrás de mí y me toca el hombro—. ¿Por qué tardaste tanto? Sabes que no es necesario que tu hermano tenga que ir por ti pa...
—No sé por qué te esfuerzas tanto cocinando algo que no comeré —interrumpo con la mirada sobre los hot cakes.
—Por eso no progresas. Siéntate, debes desayunar —. Abro la boca para interrumpir ante la protesta de mamá, pero prefiero quedarme en silencio— ¿Quieres tu puerta de regreso? Bien, come —. Señala el asiento frente a ella para que yo me siente y tome el desayuno.
—Mamá, ya ha pasado mucho tiempo, me he portado bien. Quiero mi puerta de regreso —levanto ligeramente la voz y tomo el trinche para comenzar a comer.
Trago saliva antes de dar el primer bocado, tomo valor para sentir el sabor de la comida en mi boca, el sabor no es malo, lo que causará en mi cuerpo sí. Lentamente comienzo a masticar a propósito para que a mamá se le haga tarde y tenga que irse.
—Hija date prisa, me esperan en el trabajo —. Ella intenta mantenerse al margen. Mamá es una persona con poca paciencia y aún más si se trata de mí, no la culpo, le he dado muchos dolores de cabeza.
Adrede, comienzo a comer aún más lento y a bocados pequeños, ella se pone de pie y llama a mi hermano.
—Vigila a tu hermana, se me hace tarde —. Se despide de Di y se acerca hacía mí— Te acabas todo. Ah, y recuerda que a las 12:30 es tu cita con Lara, ve con mucho cuidado. Te llamo para pasar por ti —. Deja un beso sobre mi frente y se aleja, yo en cambio sigo intentando comer.
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SOBRIA, DANGER...
Teen FictionMis manos tiemblan, el corazón comienza a latirme más rápido, su voz... El móvil cae de mis manos. En la pantalla ha dejado de correr la llamada y solo puede verse su nombre, quien diría que sería la última; quien diría que incluso estaría con él ha...