Al salir del consultorio regresé a casa, me sentía un poco agotada por la plática con Lara. Puede sonar extraño pero es como si mi mente se desgastara.
Mamá tuvo que salir de viaje esta mañana, al parecer una auditoria llegará a la empresa central y ella debe estar allá. Di y Susy aun no llegan, la casa estará sola conmigo ahí dentro.
Esto puede ser un grave peligro.
Cierro la puerta detrás de mí, mi vista pasea por toda la planta baja y unas ansias inmensas se apoderan de mi cuerpo. Respiro profundo mirando hacia arriba intentando retener las lágrimas al menos por un momento más.
Vamos Dan, aquí no hay nadie que te detenga.
Avanzo a la cocina, dejo sobre la meseta mi mochila junto con mi gorro. Me sirvo un vaso de agua y bebo un poco. Un suspiro hondo me abandona para después inclinarme sobre la mesa y dejar salir aquel llanto de desespero e impotencia. Mis lágrimas caen sobre la loza, mis ojos se nublan pero mi mente está tan despejada de todo lo bueno para darle paso a ese tormento estremecedor que llega con aun más fuerza cada mes. Ese día específico cuando mi cuerpo pide a gritos ese filo incrustado en mi pecho, esas pastillas en mi organismo o esa cuerda alrededor de mi cuello.
Mis adentros piden a gritos al menos una gota de alcohol pero no, me miento porque sé que después pediré una gota más y otra más y otra más y después mi cuerpo mal agradecido deparará en un hospital y no en una caja donde no pueda moverme. Una caja donde tal vez me sienta mucho mejor, mucho más a gusto que en mi habitación encerrada, mucho más a gusto que en esta casa vacía de amor, de comprensión de paciencia, mucho mejor que en aquel consultorio donde pienso que me ayudan pero solo me hunden porque pretenden que escarbe en lo más profundo de mi mente sin importar que es lo que encuentre.
Danger, este puede ser el momento que tanto has estado esperando. Míranos, no hay nadie en casa, mamá no puede impedirlo, papá se enterará tarde, Di no llegará a tiempo, solo tienes que asegurarte de que Susy no te salve. Tienes que asegurarte de hacerlo bien, sin falla alguna. Estás lista, ya te has memorizado los pasos simples para una acuchillada, aunque dolerá mucho si hay fallo. También puedes utilizar la cuerda que está en la bodega porque ingerir todas las pastillas puede ser tardado en caso de que ellos lleguen a tiempo. Danger, es tu momento ahora, ¿acaso no lo extrañas? Llegarías a él justo en la fecha en la que te lo arrebataron, es mejor ahora que después porque podrías arrepentirte si dejas pasar más tiempo. No escuches a esa chica dulce de tu mente que te dice que no lo hagas, porque ella no sabe lo que has sufrido. Ignórala, ella no quiere lo mejor para ti.
Así es Danger, ponte de pie y sube a tu habitación, recuerda que en tu cajón con llave hay una botella entera solo para ti. Beberla puede hacerte tomar valor y hacerme caso de una vez por todas... Sí, vamos, abre el cajón, ahí está tómala. Él nos está esperando lo sé, me lo ha dicho hazme caso. Siente su olor, rápido, bébela...
—Danger...
Miro hacia la entrada de mi habitación, reacciono al ver a Nicolas en el marco de la puerta. Su expresión es de terror acompañado con los ojos inundados de nostalgia.
Dejo resbalar la botella y esta se posa entre mis piernas.
—¿Qu-e qué intentas? —su voz se quiebra y no puede controlar las lágrimas al acercarse y agacharse junto a mí.
Mis ojos inundados de tristeza lo miran como si le suplicaran ayuda.
—Perdóname —mis labios temblorosos abandonan esa palabra.
Mi llanto ya no es silencioso y mucho menos discreto. Me dejo llorar abiertamente, aferrándome a su playera y hundiendo mi cara en su pecho. Mi llanto retumba en la habitación acompañado del intento de pedir perdón. Él tampoco disimula su llanto, lo escucho suspirar constantemente mientras me aprieta tan fuerte contra el mismo. Aferra sus manos a mi espalda y acaricia mi cabeza con sutileza.
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SOBRIA, DANGER...
Fiksi RemajaMis manos tiemblan, el corazón comienza a latirme más rápido, su voz... El móvil cae de mis manos. En la pantalla ha dejado de correr la llamada y solo puede verse su nombre, quien diría que sería la última; quien diría que incluso estaría con él ha...