Las conversaciones con Lara, o bueno, las consultas ya no son tan duras como en un principio cuando solía quedarme en silencio toda la sesión o cuando por lo contrario, me comportaba como una desquiciada que no paraba de llorar. Creo que he avanzado un poco, odio hasta el simple hecho de pensarlo pero es así o eso creo, hay momentos en los que el dolor no es tan perturbador aunque, en otros si lo es.
Cruzo la puerta de la clínica con los pensamientos a flote, hoy me encuentro muy reflexiva lo cual es sumamente extraño. Levanto la mirada al escuchar aclararse la voz a alguien, maldita sea, cierro los ojos y me detengo, como pude olvidarlo. Avanza hacia mí lentamente, lleva en el rostro la misma sonrisa de todos los días, esa sonrisa que ilumina su rostro y que me contagia a este punto, el solo de hecho de verlo sonreír provoca que yo haga lo mismo involuntariamente.
—Hola —... saluda tímidamente cuando está cerca de mí. Asiento respondiendo al saludo— luces, diferente... te ves, linda —. Se rasca el cuello como signo de nervios, yo aprieto fuerte la mandíbula para detener el enrojecimiento de mi rostro— Digo, como sea te ves muy linda, pero, es la primera vez que puedo, podemos, apreciar tu rostro despejado.
¿Estás diciendo que te gusta lo que mir...
—NO —digo bruscamente recobrando mi postura, él se confunde un poco, creo que fui muy tosca— no, digo, sí. Gracias —me aclaro la garganta y comienzo a caminar para que me siga.
Caminamos por un largo momento en silencio hasta que llegamos a un supermercado. Nicolas me pidió que lo acompañara porque debía comprar unas cosas para su alacena y como no tengo nada interesante en casa decidí aceptar, además de que no tenía otra opción, insistió por un rato y era un fastidio escucharlo insistir.
—¿Hoy te olvidaste de mí? —dice mientras recorremos uno de los pasillos.
—Nunca te recuerdo —digo bromeando, él sonríe. Afortunadamente ya entiende cuando bromeo.
—No sería extraño —contesta divertido.
—Idiota.
—Lo sé, me lo han dicho muchas veces, pero meh. Entonces, ¿sucedió algo hoy? —. Va tomando cosas de los estantes y las arroja a la canasta.
—Si lo sabes no tienes que preguntar —. Le aviento una mirada de fastidio.
—Bueno, pensé que tal vez querías contármelo tú, aparte ayer me dijiste "lo descubrirás" bueno, te descubrí. No sabía que salías con hombres mayores.
—Idiota de nuevo —niego con la cabeza—. No. No salgo ni pienso salir con nadie —digo inconsciente pero inmediatamente noto la incomodidad, creo que no debí haber dicho...— Es mi papá, él —... cambio de tema torpemente, eso no cambia la expresión de Nicolas— bueno, solo discutimos.
No voy a disculparme por lo que dije, es la verdad, que mal si dije algo "hiriente". No, no debe importarme.
—Sí, era obvio que era tu padre, creo que si estaban muy enojados —. Se mantiene serio— Que mal que hayan discutido —responde desanimado, se adelanta unos pasos más.
Que idiota, no es problema mio lo que sienta, se lo advertí en un principio.
Camino tras él, tampoco pienso correr a pedirle disculpas, no le debo disculpas de nada. Pasamos por el pasillo de los cereales, se toma su tiempo para escoger uno mientras yo paso la mirada y encuentro el nuestro. Tomo la caja y los recuerdos revolotean en mi mente. Aquellos desayunos en la misma mesa, era una costumbre nuestra, si no eran hot cakes seguro era cereal con leche. Nos sentábamos uno frente al otro, coincidíamos miradas y sonreíamos. Él, me invitaba de su cereal y yo del mío aunque fuera el mismo. Las veces que discutíamos poníamos la caja en medio de ambos para no mirarnos pero al final uno de los dos tenía que servirse más y colocaba la caja de lado así que comenzábamos a hablar de nuevo. Era divertido, cosas tan simples como desayunar un cereal, eso se hacía especial si estaba ahí. Hoy día, no volví a probarlo, no solo porque ya no coma nada, es que no va a saber igual.
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SOBRIA, DANGER...
Teen FictionMis manos tiemblan, el corazón comienza a latirme más rápido, su voz... El móvil cae de mis manos. En la pantalla ha dejado de correr la llamada y solo puede verse su nombre, quien diría que sería la última; quien diría que incluso estaría con él ha...