Ya nadie sabe que más hacer para las adolescentes: que otra máscara de pestañas inventar o que otro tipo de zapatos gustará, pero nadie nota que nuestro maquillaje más poderoso es nuestra sonrisa, detrás de ella se ocultan raspaduras, moretones, lágrimas y un corazón roto y desquebrajado, nadie logra entender que la mejor manera de cruzar el mundo es elstando descalzas, soportando, como grandes guerreras, cada clavo y cada pequeño obstáculo, sorteandonos la vida a cada momento. Sucede que nadie entiende por qué de vez en cuando sólo queremos llorar y apoyarnos en el hombro de alguien, nadie entiende por qué cada recuerdo nos llega al alma, cómo recordamos la fecha exacta y el momento preciso en el que nos destruyeron, mostrando poco a poco la razón de nuestra forma de ser.
Ni siquiera cada una sabe como lidiar con si misma para poder hacer algo por los demás, y me incluyo en esta proposición, pues sé que puede hacer cada quien con su vida, sólo tengo un problema, que no sé que hacer con mi vida; pero si sé que cada una de nosotras tenemos la fuerza y la valentía para soportar cada reto que se nos vengaa encima.
Aún no se que me depare mi futuro, pero si sé que la escritura me ayudará a lidiar conmigo, así como espero ayudarlas a lidiar con ustedes.
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Confesiones de un corazón juvenil
Non-FictionVivencias, dolores, risas, pero más que nada, amor e inspiración.