Pelea, caída y algo inesperado.

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- Hola-. Le dice el Cris feliz de ver un poquito de drama. El Tomy asiente sin dejar de mirarnos. Yo me río cuando siento al Byron tensarse bajo mío. Mientras me río recuerdo lo de ayer y me atraganto. El Byron me soba la espalda y el Cris esconde su té. Mi primo se acerca y me levanta los brazos. De a poco se me comienza a pasar. El Tomy me sirve agua hervida en una taza y me hace tomar. - ¿Qué weá pamela, estai loca?-. Pregunta mirándome raro porque comencé a reírme de pronto. - Es que ayer el Cris le dio un beso a un chancho-. El Cris me mira feo y comienzo a reír otra vez. - ¿De verdad, un chancho chancho un alguien gordo?-. Se sienta en el puesto que estaba yo antes, interesado en el asunto. - Chancho chancho-. Responde el Byron por mí. Todos miramos al Cris, el Tomy pidiéndole una explicación razonable. - Estaba raja e curao, ¿Ya?-. Le responde. El Tomy se caga de la risa, contagiándome otra vez. - Vai a hacer que se ahogue de nuevo-. Le dice el Cris mirándonos feo. Asiente y limpia una lágrima que resfalaba por su mejilla. - Suerte con ese romance-. Dice y se retira con una palmada en el hombro del Cris, el cual le hace burla. El Byron se pacifica y se abraza a mi. - ¿Te da miedo el Tomy?-. Le pregunta el Cris a mi nueva silla favorita. - Llamó el chancho, quiere devolverte el beso-. Le responde el Byron, a lo que vuelvo a cagarme de la risa. El Cris me mira feo pero yo no lo controlo. - ¿De quién es esto?-. Dice el Tomy saliendo de nuestra pieza con un condón en la mano. - No sé-. Le respondo. Yo me preocuparía si estuviese usado, no antes. - ¿Por, lo queri ocupar?-. Le pregunta el Cris. - Mío no es-. Le responde el Tomy. - Sólo tú y yo dormimos ahí, si no es tuyo es mío-. Le digo. El Tomy me mira descolocado, a pesar de que supo por mi propia boca que no soy virgen. - Si querí úsalo-. Vuelvo a hablar mirándolo raro. Sinceramente no entiendo tanto show por un condón. Él se va rezongando. El Cris me mira preguntando qué onda. - Anda medio sensible con todo lo que es sexualidad-. Le digo asintiendo lentamente. El Byron me atrae hacia sí, por lo que yo apoyo mi espalda en su pecho y paso mi brazo detrás de su nuca. - ¿Con la sexualidad como tal o con tu sexualidad?-. Me pregunta, sabiendo de la vez que le conté que no era virgen y todo lo que pasa en mi vida en general. - Creo que la mía-. Respondo analizando todo. - Pero si no estai activa desde hace rato po-. Me dice. Es normal para nosotros hablar de todo, pero ahora está el Byron, quien yo creo que se incomoda con el tema. El Cris vuelve a mirarme y sonríe recordando mi reciente actividad sexual. Lo miro con advertencia, lo que yo le cuento se lo cuento pa que se quede piola. Hace como que cierra un cierre sobre su boca, lo cual agradezco. - ¿Le dijiste que te vai mañana?-. Pregunta el Cris referente a que iré con mi abuela al sur. - Sí. ¿Por?-. Pregunta el Byron. Anda medio peleador hoy día. - Porque tu abuela invitó a la mía-. Responde, mirándome a mí. Yo alzo las cejas asombrada. - ¿Se conocen?-. Él asiente. - No sé de dónde, pero se conocen y nos pelan por teléfono-. Me responde. - ¿Entonces también vai a ir?-. Le pregunta el Byron, a punto de traspasar el límite de curioso hacia celoso. - No sé, yo creo que va a ir con el Mono. Se llevan mejor-. Dice encogiéndose de hombros. Asiento porque es verdad, yo misma lo he comprobado, e imagino un viaje al sur con el Mono. Si igual me llevo bien con él. - Te van a pelar entre los tres-. Dice el Cris riéndose, y cagándome el viaje desde antes. Me quejo mientras le pido a Dios que me deje tener un buen dieciocho. El Byron es amigo del Mono, así que supongo que la idea le pica menos en el cerebro. - ¿Y si también vas?-. Le pregunto al Cris con esperanza. - Allá van a haber más chanchitos-, añade el Byron siguiendo con la weá del chancho. - Sólo por eso voy-. Dice señalando al Byron con el dedo. Chocamos las manos y él se levanta. - Yo limpio, ustedes pololeen nomás-. Toma la loza sucia y se la lleva a la cocina. El Byron me mira feo, a lo que le sonrío. - ¿Estaríai así de feliz si fuera al revés?-. Pregunta. - ¿Por qué, tení alguna amiga muy cercana?-. Le pregunto sin borrar la sonrisa de mi cara. Niega. - Es hipotético-. Aclara. - Ah, entonces yo creo que no-. Asiente. - ¿Y por qué estai tan feliz, en todo caso?-. Frunce el ceño al plantear la duda. - Porque estoy contigo-. Respondo ensanchando mi sonrisa. - ¿Sólo por eso?-. Cuestiona otra vez, borrando el ceño fruncido de su cara. - Y porque estoy encima del niño que me gusta, tocándolo y a punto de darle un beso-. Respondo dejando un beso en sus labios, beso que sigue. 

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