Cumpleaños.

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Con la Maca estamos subidas en la mesa de centro, con el Cris entre nosotras. Los tres perreamos hasta el piso. El Cris se pega a mí y la Maca se pega al Cris, los tres bailando. Sinceramente, nosotros ya estamos curados, puesto que comenzamos a beber antes. Y todo parece una buena idea. Incluso bailar los tres sobre una mesa que no sabemos si nos aguantará. El Cris se da vuelta y baila con la Maca, mientras que yo le bailo por atrás. De a poco me agacho, moviendo el poto. No sé qué tan mal se vea, pero la verdad yo no sé mover el poto. Lo más que aprendí fue con un curso intensivo con la Maca. Pero de ahí no sé si haya funcionado. El Cris se mueve a un lado y con la Maca nos ponemos a bailar entre nosotras. Nos agarramos de un hombro y bajamos al mismo tiempo, luego ella pone su pierna entre las mías y yo la mía entre las de ella, moviéndonos pegadísimas. El Cris se gana detrás mío, que es donde queda espacio, y perreamos los tres. La canción se acaba y yo tengo sed. Me bajo con la ayuda del público, y me sirvo un vaso de bebida. 

Veo al Byron sentado con un cigarro en la mano. Me siento encima suyo y le saco el cigarro de entre los dedos. Le doy una calada y le sonrío a mi pololo. - Hola miamor-. Digo dándole otra calada al cigarro. - ¿Fumai?-. Me pregunta extrañado atrayendo mi mano con el cigarro a su boca, dándole una calada. - De repente-. Respondo, a lo que asiente. A lo lejos veo al chico que me ayudó hoy, lo saludo con la mano, sintiendo unas manos rodear mi cintura de inmediato. El chico me devuelve el saludo y continua hablando con una mina. Volteo a ver al Byron, dándole un beso. Él me lo corresponde, metiendo su lengua en mi boca. Me separo al sentir el cigarro consumirse entre mis dedos. Le doy otra calada y lo apago. Me paro del regazo del Byron y lo hago pararse conmigo. Nos acerco un poco más a la improvisada pista de baile, y comienzo a bailar con él. Sus manos se posan en mi cintura y me pegan a él, yo pongo mis manos en su cuello y nos movemos. Su pelvis se refriega contra la mía al ritmo de la música. Sube su mano por sobre nosotros  y yo bajo una de mis manos, dejándola suelta a un lado. Me giro quedando mi espalda contra su pecho, y comienzo a moverme lo mejor que sé. Subo mis brazos por sobre mi cabeza y las manos del Byron bajan por las orillas de mi cuerpo, acariciándolo. Su mano se detiene en mi cintura, abrazándola, y su cabeza se posa en mi hombro, con su boca en mi cuello. Mi polera no tiene hombros, por lo que le es fácil bajar repartiendo besos en uno de ellos. Enredo mis dedos en su cabello, atraiéndolo más a mí. Inclino mi cabeza mientras siento que me hace un chupón. Sonrío por su manía de hacerme siempre chupones. Su mano sube por mi muslo, deteniéndose cuando empieza mi short. - Amor-. Me llama el Byron aún en mi cuello. - Dime-. Respondo, sabiendo que no me oye porque hablé bajo y la música está muy fuerte. - ¿Le podí pedir la pieza al Cris?-. Pregunta bajando y subiendo su mano por mi cuerpo. Asiento. 

Me acerco a la mesa donde está el Cris, y para no interrumpirle el goce, me subo y me pego a él por la espalda. - Préstame tu pieza-. Le digo fuerte en el oído. El Cris se da vuelta y baila conmigo. - ¿Pa qué?-. Pregunta, hasta que ve el reciente chupón en mi cuello. - ¿Te estai cagando al Byron?-. Me pregunta extrañado y alterado. Niego con la cabeza. - No, está ahí abajo-. Le señalo al Byron que está de brazos cruzados apoyado en la pared, mirándome fijamente. Le tiro un beso. - Ah, ya. Pero después cambiai las sábanas-. Responde. Le doy un beso en la mejilla y me bajo de la mesa. El Cris se voltea y continúa bailando con la Maca. Llego donde el Byron y le doy un beso mientras le desdoblo las manos y se las pongo al rededor de mi cuerpo. El Byron me afirma mientras me devuelve el beso. Separo nuestras bocas y camino de espaldas hacia la pieza del Cris. Al entrar cierro con pestillo. El Byron se acerca y me besa con pasión. Su lengua juguetea con el aro en la mía, pegándome a la puerta. Gimo bajo cuando siento algo presionando contra mi pelvis. Hoy día ando con tacos así que soy casi del porte del Byron. Sí, son siete centímetros de taco. Nos empujo hasta la cama, sentándome sobre el Byron. El Byron saca mi polera y la tira a la chucha. Yo le saco la suya y también la tiro lejos. Mi pololo se recuesta conmigo encima, y nos besamos tiernamente. Sus manos acarician mi cara. Nos damos vuelta y él queda sobre mí. Baja mi short y lo deja en el piso. Se arrodilla y me saca cuidadosamente los tacos. Sonrío al verlo ser tan lindo. Se saca sus zapatillas y el pantalón, quedando los dos en ropa interior. Se acuesta junto a mí en la cama y me besa con ternura, con amor. - Te amo-. Digo separando nuestras bocas. Después de eso tenemos setso tierno. 

Sencilla y detalladamente weona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora