Parlanchina.

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- Aló, mi amor. ¿Te acuerdas de la loca que te hablé? Me la encontré aquí. Estamos afuera del súper-. Corto y salgo corriendo, con el Byron siguiéndome. Al llegar vemos al Cris y a una weona gritándole weás mientras intenta golpearlo. Rápidamente, me acerco y le doy una cachetada.

- Aléjate de él conchetumadre sino queri tener problemas-. Le digo parándome frente al Cris.

- ¿Problemas con quién? ¿Con tigo?-. Me mira de pies a cabeza. - Me importa un pico, fea culiá. Como mujer deberíai estar de mi lado, no del lado de un machito asqueroso. Me embarazó y no acepta a su hijo-. Se pone a llorar, y esa es la gota que rebalsa el vaso.Me carga cuando usan el feminismo como si fuera cualquier weá. 

- Sipo, conmigo vai a tener problemas po wachita, con una mano te saco la chucha y con la otra me hago un asado tonta culiá. Atrévete a seguir molestándome al cabro, porque no la contai dos veces, tai via que si. Ahora vira-. Como no se va, le golpeo la cara. - Te doy ventaja, tení tres segundos pa correr conchtumare-. La sigo pegando hasta que se va corriendo. Al verla irse me giro y veo al Cris con los brazos abiertos para un abrazo. Lo abrazo y le reviso la cara. - ¿Estai bien, te hizo algo?-. Le pregunto buscando cualquier cosa que pueda indicar una agresión de la mina hacia él. Él niega, y yo lo abrazo. - ¿Por qué vino pa acá?-. Le pregunto alejándome un poco de él. Lo veo con una sonrisa de culpa.

- Es que es tu vecina, no la mía-. Este conchesumadre. Le pongo un zape. Me sonríe y me besa la mejilla. - Gracias, te pasaste-. Le sonrío y me acuerdo de que está el Byron. Qué vergüenza. Suelto al Cris y me acerco un poco al Byron. 

- ¿Te tienes que ir?-. Le pregunto con compostura. Niega. - No todavía. ¿Ustedes?-.  Yo niego porque mis papás van a llegar tarde, pero el Cris asiente. - Van a ser las ocho, mañana hay liceo y tengo que entregar unas weás. Me debí una once-. Me apunta y dice mientras se despide del Byron. 

- Te la acabo de pagar-. Le digo señalando el camino por el que se fue la mina loca. - Le di tu número al Byron-. Me dice. - Dejaste que me cayera encima suyo y no de ti-. Contraataco. - El otro día me pusiste un cabezazo-. Saca. - Me estabai haciendo cosquillas, fue defensa personal-. Defiendo. - Entonces cuando te caíste fue defensa personal po, salve mis cocos-. Ataca el demandante. El Byron se ríe un poco, igual que yo. Pero tengo que ganar esta demanda. -Hoy día me botaste de la cama, tengo testigos-. Señalo al Byron. - Porque te estabai pelando encima mío. ¿Y gracias a qué? A que yo le di tu número-. Señala son soberbia mi contrincante. 

- 15 años, te gustaba mi amiga. Me declaré por ti-. 

- Pero esa weá no funcionó po, no vale-. Es un buen punto la verdad. La defensa entra en crisis. Le tapo los oídos al Byron y comienzo a sacar cosas de nuestro oscuro pasado. - A los 16 no sabiai dar besos con lengua, yo te enseñé-. Va a hablar cuando lo interrumpo. - Te enseñé a desabrochar sostenes-. Lo veo utilizar su cerebro de sobre manera. De pronto la cara se le ilumina y por su expresión sé que va a decir. - Cállate-. Lo desafío con la mirada. - Cállate Cris, esa weá es privada-. Saco mis manos de los oídos del Byron y me acerco al Cris, quien a la vez se aleja. -Te di tu primer orgasmo. Te aviso cuando quiera mi once-. Dice y se va corriendo, diva por la calzada. Miro al Byron y me mira con una expresión rara. 

- Se escuchó todo-. Me rio nerviosa. 

- Son cosas que pasan. Éramos chicos, queríamos aprender. Hemos pasado demasiado tiempo juntos como para no haber echo cosas que no hacen los amigos-. Le digo acercándome a él. Nos sentamos en una banca. Asiente sin mirarme a la cara. - Hoy día en la llamada dijiste que el día que nos besamos lo habiai visto en pelota-. Ahora sí me mira. 

- ¿Celoso?-. Le pregunto acercando mi cara a la suya. Directamente asiente. Me encanta. - La mina que estaba aquí tiene que ver con eso. Ese día el Cris se estaba sacando pack pa mandárselos a ella. Yo entré y lo vi sacándose fotos. Salí de ahí y me fui a la cocina-. Termino de hablar y el asiente con el ceño fruncido. Parece estar pensando sobre todo lo que le dije. - Me encantai-. Le digo mientras juego con su mano. Él me mira aún con el ceño fruncido. - ¿Y por qué cuando le preguntaron si volvería a encamarse contigo no respondió?-. Me pregunta mirándome directamente a los ojos. - Porque había mucha gente. Respuesta que diera salía mal parado-. Respondo sin pensarlo mucho, - O a lo mejor porque soy buena pal catre y no quería decir que no-. agrego un intento de chiste para finalizar. El Byron sonríe, seguramente de lo fome que es. Me acerco lentamente y le doy un pequeño beso. Luego otro. Cuando le voy a dar el tercero, las manos del Byron  toman mi cabeza y me sujetan junto a su boca. Le meto la lengua hasta la garganta. Ponemos las cosas en medio de nosotros para que no nos roben, y me muerde el labio. Gimo involuntariamente, separándome de él al ver la sangre salir de mi labio. Al percatarse de ella el Byron lame la sangre de mi labio, aprovechando de lamer también este.  -¿Teni planes pa mañana?-. Le pregunto mientras acaricio su cabeza con mi mano. - Ir a verte al liceo-. Responde.

Sencilla y detalladamente weona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora