- Amor-. Escucho la voz del Byron llamándome. - Dime-. Respondo terminando de enjuagarme. - Te las voy a dejar aquí-.
No sé dónde será pero supongo que lo sabré al salir de la ducha. - Pásame la toalla porfa, antes de irte-. Le pido, a lo que el Byron abre la cortina de la ducha y me mira. Estiro la mano esperando la toalla, pero mi pololo se queda pegado mirándome en vez de pasármela. Me salgo y tomo yo misma la toalla, secándome rápidamente el cuerpo. Me pongo la ropa interior y una toallita rápidamente, bajo la atenta mirada de mi pololo. Me visto con un short y una polera. Abro la puerta y entro a la pieza del Cris, buscando mis tacos, ya que son los únicos zapatos que traje. Cuando los veo me da una paja ponérmelos, por lo que me pongo unas pantuflas del Cris. Al salir de la pieza me encuentro con el Byron parado afuera, esperándome. Le doy un beso y camino al living. La Cabeza me duele el triple de lo que me dolía al despertar. Me meto a la cocina y me pongo a lavar loza. Me abrazan por detrás y sé que es el Byron por el olor. - ¿Qué pasa?-. Pregunto cuando pone su cara en mi hombro. - Me encantai. Dice dándome un beso en la mejilla. - Te amo-. Respondo enjuagando loza.
- Hola-. Escucho aquella voz que oí solo una vez, pero que grabé en mi memoria. La Martina. La miro y pienso en cómo abordar el tema. - ¿Ya no estai curada? Porque ayer me pegaste feo-. Aborda ella el tema, mientras saca hielos del refri y se los pone en la mejilla, la cual tiene un moretón, que supongo yo hice bajo los efectos del alcohol.
- ¿Por qué le quisiste robar un beso a mi pololo? Supongo que de eso también te acordai-. Respondo mirándola fijamente.
Asiente. - Fue de curada nomás. Dice restándole importancia con la mano. Yo niego con la cabeza y me volteo para mirarla directamente, cierro la llave del agua a la vez que las manos del Byron se ciñen a mi cuerpo como cinturón. - No mi reina, las cosas de curá nomás son las weás que de verdad querí hacer. Y en volá que no me importan tus sentimientos por el Byron, pero mínimo que tengai la decencia pa no intentar robarle un beso, y hacerte la curá cuando te cachan-. Le digo con una mano en mi cintura y la otra gesticulando. La Martina me mira y se va, susurrando no sé qué weá.
- ¿Por qué siempre me tení que ver peleando, weón oh?-. Le pregunto a mi pololo cubriendo mi cara. - Porque estoy en cada weá que te pasa-. Responde a mi pregunta retórica, por lo que me río. De repente es weón mi pololo. - Oye, te amo-. Le digo dándome vuelta para besarlo.
- ¿Qué le pasó a la Martina?-. Dice mi amiga entrando a la cocina. - ¿Referente a qué?-. Digo volviendo a lavar loza. Mi pololo se sienta en la encimera. - Está llorando y tiene la mejilla morada-. Responde al sacar un vaso de los recién lavados y echarle agua. - ¿De verdad está llorando?-. Le cuestiono semi riéndome. Sí, soy una maldita perra desalmada, bueno que lo sepan. Mi amiga asiente tomándose una weá pal dolor de cabeza. Miro por la isla de la cocina que da al living, y está sentada con mi amigo, su primo y dos weones más, rodeándola mientras llora. Me cago de la risa, por lo que todos me miran. Algunos mal. Mi amiga me mira preguntándome por qué weá me estoy riendo.
- Porque le pegué yo, y después de decirle que es una weona indecente que juega chueco, parece que se puso a llorar-. Le digo en voz lo suficientemente alta para que el resto escuche. Mi bebé Cris se aleja de ella, porque obvio confía más en mí que en nadie más. Sigo lavando la loza, y tanto el Cris como la Maca se ponen a limpiar la casa. Soy consciente de que pal Byron debo parecer una maraca sin corazón, pero es bueno que me conozca como soy. Termino mi labor de lavar loza, y me voy, echándole una última mirada a la mina que todavía está llorando en el living de la casa de mi mejor amigo. Me voy media enojada porque el que todavía la estén atendiendo, entre caleta, demuestra que quedé como la mala. Entro a la pieza del Cris y saco las sábanas, después las tiro al cesto de la ropa sucia y las reemplazo por el cambio que tiene mi mejor amigo en su ropero. Concluyo mi importante tarea y me tiro encima de su cama, revisando mi celular. Me habló el loco que me ayudó en el liceo del Cris. Se llama Javier. "Si tanto te molesta lo de tu pololo, vente conmigo po. Que yo me la recibo con todo y maleta mireina" Pone su mensaje. Me rio un rato por lo aweonao de algunas personas, y apago el celular, cerrando mis ojitos para dormir. Siento unos brazos y un cuerpo junto al mío.
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Sencilla y detalladamente weona.
Romance¿Qué hacís cuando tu crush es el malo de la película? Onda, no el malo malo, porque no es un asesino o algo por el estilo, pero es todo lo que tu mamá no quiere que tengas en tu vida. Así es gente, me gusta el socialmente desaprobado. ¿Por qué? Ni...