- No quiero-. Me tiro al piso mientras me intenta poner de pie.
- Yapo, amor-. Tira de mi cintura hacia arriba. Niego tirándome hacia abajo. - Te vai a ensuciar.
Me encojo de hombros y me acuesto en el piso, abrazándolo para que se acueste conmigo. Se mantiene lo más firme que puede. - Quedémonos aquí. Pido estirándole la boca. Niega después de darme un piquito. - Van a tocar la campana-. Me recuerda tirando de mi hacia arriba. - Pero estoy cansada.
- Ya. ¿Te atreví a virarte de esta weá?-. Pregunta soltándome y poniéndose de pie. Asiento. - Ya, entonce vamos. ¿El ale te dio su número, o no? Llámalo-. Dice abriendo la ventana al final del baño. Le marco a su amigo, poniéndolo en altavoz.
- Aló, ¿Con quién hablo?-. Pregunta del otro lado de la línea. Mi novio se acerca y carraspea antes de hablar.
- Con el Byron, e el celular de la Pamela. No lo guardi. Tráeme mi mochila de la sala porfa-. Cortan del otro lado. Miro al Byron mientras guardo mi celular. - ¿Va a venir? Pregunto parándome del suelo. Asiente. Me miro al espejo y me lavo la cara, que está todavía media roja. Tocan a la puerta del baño, abre el Byron porque si es algún profe yo no tengo excusa pa estar aquí. Me escondo en un cubículo y espero señales de él. Lo escucho hablar pero no lo pesco, puesto que me puse a leer lo que dice el baño. Son puras weás tontas, la mayoría sobre minas del liceo. Busco alguna que diga el nombre de alguien que conozca, pero no hay.
- Ya, vamos. Salto en mi lugar al oír la voz del Byron detrás de mi oído. - ¿Por dónde?
Apunta a la ventana y la idea me convence al instante. Paso una pierna y después la mitad superior del cuerpo por la diminuta ventana. Bueno no tan diminuta, porque caigo yo, pero sí bastante chica. Toco suelo casi cayéndome de hocico, pero logro pasarme. Me afirmo y miro el panorama. Se ven las casas junto al liceo, y eso. Fome la weá.
Se pasa el Byron y me guía de la mano por el techo, como un experto. Llegamos al final del liceo, que colinda con una casa, y mi amorcito se sienta antes de saltar. Cae al patio de la casa. Yo lo miro pa la cagá, pero como él e el que sabe, no le digo nada. Me incita a saltar. Respiro antes de sentarme donde él se sentó antes.
- Me agarrai weón-. Le digo rezando un ave maría. Asiente y tira las mochilas al piso, porque como persona ágil él está a cargo de ellas. Estira los brazos en mi dirección y salto. Al contrario de lo que sale en las películas, nos sacamos la chucha. Caigo encima suyo con mis manos tras su nuca. Él me abraza. - ¿Estai bien?-. Pregunto mirando su cara, en busca de cualquier cosa que me diga que no lo está. Sonríe y asiente, volviéndome el alma al cuerpo. - ¿Y usted?-. Me pregunta. Asiento encantada con que me trate de usted. Me pongo de pie y lo ayudo a hacer lo mismo.
- ¿Qué onda, está vacía la casa?-. Pregunto al verle tan tranquilo. Se encoje de hombros. - Soi choro vo-. Le digo dándole la mano. Asiente guiándome por el costado de la casa. Abre una pequeña reja que hay y nos vamos. - Somos como Tom Cruise en misión imposible. Digo mientras caminamos por la calle.
- Pero misión imposible se llama así porque es imposible, escapar del liceo es la weá más fácil que he hecho desde que entré-. Responde caminando al paradero. Lo miro raro. - Adonde, nos escapamos del liceo. Es el medio logro.
- ¿Nunca te habiai escapado?-. Nos detenemos en el paradero y me toma las dos manos. Niego con la cabeza. - Si es tan inocente mi wawa-. Dice dándome un piquito. Lo miro raro.
- ¿Inocente yo?-. Pregunto desconcertada. O sea, lo lleve por el pecaminoso camino del sexo sin matrimonio. Asiente. - Tan bien portada-. Sostiene.
- Esquiuzmi? Te recuerdo que te acabai de correr en mi boca-. Le recuerdo como argumento. Él mira el resto del paradero, que está vacío. - Pero nunca te habíai escapado del liceo po, te apuesto que tampoco te hay drogado, y que nunca habiai gritao "Ay, amor, me voy a..."-. Responde, cagándome. Tiene razón en todo lo que dijo, pero me imita del ano.
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Sencilla y detalladamente weona.
Romance¿Qué hacís cuando tu crush es el malo de la película? Onda, no el malo malo, porque no es un asesino o algo por el estilo, pero es todo lo que tu mamá no quiere que tengas en tu vida. Así es gente, me gusta el socialmente desaprobado. ¿Por qué? Ni...