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- Hasta abajo po weona-. Me dice el JP desde atrás. Le hago caso riéndome, con el vodka jugando en mi cuerpo.

- Esa, esa, esa-. Dice haciendo como que me pega en el poto. Somos los más prendidos, pero no los más curados. En eso nos gana el José. La Andrea lleva medio pito sola, y está pal pico. Mi pololo nos ve cagao de la risa.

- Ven po mi amor-. Llama mi amigo a su ex. La Andrea apaga el pito y queda pa la cagá al pararse. Me río viéndola. Estira las manos al frente y se tambalea viendo el suelo.

- Estai más volá vo weón. Ven-. El JP la ayuda a sentarse. Yo sigo bailando sola.

- ¡Buena Pamela!-. Me apoya el José. Paro pa puro cagarme de la risa. Está en el piso intentando hacer un abdominal.

- Weón estai muy curado-. Le digo riéndome. Asiente. - Pero estoy bien, y mañana nos podemos ir juntos a entrenar-. Me responde haciendo por fin un abdominal. - De aonde weón, si son las una recién-. Le dice mi pololo sonriendo divertido.

Me acerco y me siento entre sus piernas, poniéndome el polerón.

Me abraza. - Dos-. Cuenta el José haciendo el segundo. Me río cerrando la botella vacía de vodka. Se tomó un cuarto el culiao, menos mal que aguanta, yo estaría en coma etílico.

- Tres-. Sigue. Nosotros nos cagamos de la risa. El JP se está dejando comer por la Andrea, que se le sube encima. Me río viéndolos.

- Gente culia weona-. Digo acomodándome en los brazos de mi novio. - Siono. Pudo haber hecho eso desde el principio-. Me apoya mí bebé. Asiento sonriendo.

Guardo mis cosas en la mochila, guardando también las weás de los curaos. Por si acaso. - Oye-. Me llama mi novio. - Dígame-. Le contesto cerrando la mochila.

- Estamos en una plaza-. Dice bajito. Volteo a verlo divertida. - ¿Ya y?-. Me levanta las cejas mordiendo su labio. - Somos los únicos aquí. Y pa allá hay árboles bacanes-. Apunta una esquina, donde hay una pared y muchos árboles. Me río. - ¿De verdad queri?-. Asiente sonriendo.

- ¿Y estos weones?-. Pregunto viendo a los chiquillos. - Es el medio weón, está entrenando. No le van a hacer nada weón, si no se ve curao. Y el JP todavía está vivo-. Me responde bajando el cierre del polerón. Me río poniéndome de pie.

- Ya, ven-. Le ofrezco la mano. Me la toma y nos llevamos mi mochila. Nos acercamos al lugar, yo prendiendo la linterna y cachando qué weá. Está piola, o sea. Vidrios en el piso, la pared rayada. - Ponete la mochila po-. Le digo. Lo hace riéndose.

Nos acercamos y nos comenzamos a besar, metiéndonos de a poco entre los árboles. Toma mis senos por encima de la ropa, apretándolos.

Bajo su cabeza desde su cuello metiéndole la lengua, haciendo que, yo creo que harto de estar agachado, me levante desde el poto y me ponga contra la pared.

Le desabrocho el pantalón y se lo bajo, tocándolo. Me desabrocha el short y me bajo dejándolo caer, volviendo a encaramarme en puro calzón.

Lo corro y guío su miembro a mi entrada, besándolo. Pone una mano en mi quijada y la otra en mi cadera, apretándome contra la pared. Se empieza a mover y saco mi mano del medio, afirmándome a su cuerpo desde sus hombros.

No sé ni en qué momento pase de estar abrazándolo y besándolo, a morder su hombro y rasguñar su espalda. Siento mi entrepierna caliente y sus movimientos más despacios. Beso su hombro antes de apoyar mi cabeza en él, lista de hace rato.

Nos quedamos quietos, yo besando donde lo mordí, con culpa. Acaricio su espalda y él se sale.

Me bajo y arreglo mi ropa, arreglándola igual como el pico. Él también se arregla su ropita. Igual como el pico.

Sencilla y detalladamente weona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora