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- ¿Y por qué está usando tu ropa en vez de la suya?-. Pregunta el papá del Byron. Mi pololo se ríe cortito y traga de su pan antes de responderle.

- Porque sí po, ¿Qué tiene?-. El Tío niega y sigue comiendo.

- ¿Y cómo va la U?-. Me pregunta directamente a mí. Asiento, dejando el té en la mesa. - Bien, súper bien. Gracias por preguntar-. Respondo súper educadita. - Qué bueno. ¿Qué carrera me dijiste que estudiabas, medicina?-. Asiento. - ¿Si es tan inteligente qué hace con mi hijo?-. Tira a talla. La mayoría nos reímos, menos el Byron.

- No le di ideas po, no vei que después me deja-. Lo reprende mi pololo. Me río negando con la cabeza.

- Qué bueno sí que estén juntos, cuando me preguntaba cómo saber si te gusta alguien yo pensé que ya le gustaba el Mono-. Este caballero es un chiste weón, el hijo del bombo fica.

- No, era cargante. "Oye, ¿Si hace esto significa que le gusto?"-. Sigue su papá. Yo me río, mirando a mi novio rojo e incómodo. - Nunca esperé darle la charla del preservativo a los diecinueve-. Me llego a trapicar de lo mucho que me río. Me pongo igual o peor de roja que mi pololo, recordando que denante grité súper fuerte.

- No pero la Camila la cagó sí, pa qué webiar al Byron si tengo mejor material. No le alcancé ni a hablar de eso y me llegó con nieta-. La Cami lo mira feo, y me río más que nada porque el Pancho está más incómodo que la conchetumare. - No, y más encima llegaron los dos a tomar once aquí, con el regalo de los zapatitos. Yo pensaba que era un reloj. Dije "Chucha, tanto me quieren". Y nopo, era la Amandita que venía en camino-. Me río a la mitad de su relato.

- Y tú te presentaste piola, este weón llegó y estuvo una hora intentando decirme que quería pololear con mi hija. Y dos horas más intentando decirme que estaban esperando guagua-. Me cago de la risa, tapándome la boca pa no verme tan fea.

- Al final yo quería puro que se quedara callao, no estaba ni ahí con ser abuelo y weás-. Llegué a ese punto donde senti una presión gigante en la guata, y te reí en silencio porque ya no te sale sonido. - ¿Estai bien? A ver, hácela gritar-. Me trapico con las mejillas hechas mierda. Entre que me río y lucho por no ahogarme.

- Ay papá que eri desubicao-. Lo reta mi novio sobando mi espalda. Me pasa el té y tomo un poco intentando calmarme. - Ay si estamos en confianza, ¿Cierto Pamela?-. Levanto el pulgar mientras recupero el aire.

- ¿Te vas a quedar a dormir?-. Me pregunta cuando ya me ve más piola. Me encojo de hombros. - Quédate po, así hablamos más rato. Insiste, a lo que asiento. - Pregunto y le digo-. Levanta la mano restándole importancia.

- Yo pregunto por ti, tranquila. Tu papá es súper simpático, alegre igual que yo-. Le sonrío porque mí papá sí es súper simpático. Con el resto.

- Lo llamo al tiro. Vayan por mientras, son jóvenes, disfruten la vida-. Nos manda pa arriba. - Gracias, estaba rico-. Digo poniéndome de pie, siendo tirada por la mano de mi amorcito.

- De nada. Ustedes no, ya disfrutaron mucho-. Les dice a los chiquillos, sacándome una risa. Subimos las escaleras de la mano, él primero. Nos mete a su pieza y cierro la puerta, siguiéndolo hasta su cama.

- Perdón por mi papá weón, se desubica caleta-. Niego al tiro, acomodándome junto a él. - Es buena onda, me cagué de la risa.

- ¿De verdad no te incomoda o lo decí porque es mí papá?-. Pregunta dudoso. Niego sonriendo. - Es súper simpático weón, me dolió la guata de tanto que me reí-. Asiente feliz.

- ¿Incluso cuando dijo lo que hacerte gritar?-. Asiento. - Sí amor, ahí me reí más que la chucha-. Frunce el ceño mientras sonríe, como preguntándose por qué estoy tan loca.

Sencilla y detalladamente weona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora