Amor

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Antes de comenzar a grabar, acordaron hacer un paseo diferente. Fueron a visitar un refugio, jugar con los niños y hacer una donación para ayudar.

Una vez allí, hablaron con la directora, acordaron los detalles de la donación y fueron a visitar a los niños. Tan pronto como entraron en la sala, la directora anunció que iban a visitarlos y los rostros de los niños se volvieron para verlas. Luego, caminaron hacia las mesas y, antes de que llegaran, un niño corrió a abrazar a Irene. Ella se inclinó para mirarlo, aferrada a su pierna.

-Hola ¿Todo bien?

-Sí, tía.

-¿Cuál es tu nombre? - ella se arrodilló para ser de su tamaño.

-Alex.

-¡Qué hermoso nombre! Me llamo Irene.

-¡Tu eres linda! - frotó una mano sobre la cara de Irene, quien, a esta hora, tenía lágrimas en los ojos.

-¡Gracias! Tú también eres lindo.

-Gracias. - Se giró hacia Tamara y tomó su mano - ¡También eres hermosa, tía!

-Gracias. Me llamo Tamara - se arrodilló para él poder verla mejor. - También eres hermoso, Alex.

-¡Gracias! – Abrazó a Tamara e Irene no pudo contener las lágrimas.

-Tía, ¿por qué estás triste? - Alex le preguntó a Irene.

-No estoy triste, estoy llorando de felicidad. No te preocupes, ¿vale? - dijo Irene, frotándose la cabeza.

-¿Vamos a jugar?

-Sí vamos. Solo espera un minuto, la tía se lavará la cara y volverá, ¿de acuerdo?

-Sí.

Irene se levantó, tomó la mano de Tamara y salió de la sala. Cuando llegó afuera, abrazó a Tamara y comenzó a llorar.

-Amor, ¿qué es eso?

Ella no pudo responder y siguió llorando.

-Amor, también lloraré.

-Lo siento... - dijo Irene, aún llorando.

-Irene, me estoy preocupando. Cálmate, respira. Mírame.

Irene respiró hondo, se secó las lágrimas y trató de hablar:

-Amor, ¿viste a ese hermoso niño? - lloró de nuevo.

-Vi. - secó las lágrimas de Irene - Pero, porque estás llorando así, no lo entendí.

-¿Cómo se atreve alguien a abandonar a un niño? ¿Dime? - yacía sobre el hombro de Tamara, llorando.

-Bebé, no sé cómo responderte. También no entiendo. - hizo que Irene la mirara. - ¿Eso te recordó algo?

-No. No es eso.

-Entonces dime de qué se trata. Aún no lo entiendo.

-Tam, pensarás que estoy loca. - respiró hondo - Quiero adoptar a Alex.

-¿Qué? - Miró a Irene a los ojos - ¿Hablas en serio?

-Nunca he sido tan seria en mi vida. - Dijo, con seguridad.

-Irene, este es un tema muy delicado para tomar una decisión como esa.

-Lo sé, por eso te dije que iba a pensar que estaba loca. Pero, no sabes lo que sentí dentro de esa sala. No puedo explicarlo, pero fue muy fuerte.

-Amor, no estoy diciendo que estés loca. Solo quiero que hablemos más al respecto. - Besó a Irene en la frente - Mira, vamos al baño, te lavas la cara y entramos en la sala para jugar con los niños. Luego, con calma, hablamos de ello. ¿Todo bien?

-Está bueno. Vamos. Los niños ya deben estar ansiosos. Gracias por la fuerza, amor. Si no estuvieras aquí para abrazarme, no sé qué hubiera pasado. - besó Tamara.

-Siempre estaré a tu lado. Nunca lo olvides.

Después de ir al baño, volvieron a la sala. Cuando entraron, Irene respiró hondo, estrechó la mano de Tamara y caminó entre las mesas, respondiendo a la llamada de los niños para jugar con ellos. Tamara también hizo lo mismo, pero, mientras prestaba atención a Alex a veces. No quería decirle a Irene, pero también sentía algo especial sobre el niño.

Después de jugar con todos y decir adiós especialmente a Alex, a quien Irene se aseguró de levantar y besar, junto con Tamara, salieron felices de la sala.

-Tam, antes de irnos, ¿podemos hablar con la directora? Quiero saber más sobre Alex.

-Claro amor. Pero, déjame decirte algo antes, ahora que estás más tranquila. También sentí...

-¿Qué?

-Yo sentí algo diferente cuando Alex se acercó a nosotras. Creo que él, por alguna razón, es especial.

-¿Viste? Yo dije. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Porque estabas muy nerviosa. No quería molestarte más.

-Tam, ¿quieres decir que también quieres adoptar a Alex?

-Hablaremos mejor al respecto. Pero si tuviera que adoptar, sería él. Sin duda.

-Gracias por estar de acuerdo conmigo, mi amor. ¡Te amo tanto!

-¡Yo también te amo! - besó a Irene.

Fueron a la oficina de la directora e Irene preguntó:

-¿Puedes decirme por qué Alex vino al refugio?

-Bueno, sus padres lo abandonaron tan pronto como nació.

-¿Y hay alguna razón para eso? No tenían forma de crearlo, no tenían dinero... ¿Sabes por qué?

-Él llegó aquí muy joven, vino directamente del hospital aquí. Por lo que dijeron las enfermeras, tan pronto como nació, los padres descubrieron que tenía el síndrome de Down y nunca quisieron volver a verlo.

-¿Qué? - Irene comenzó a llorar.

-Amor, cálmate. - Tamara abrazó a Irene. - No queda así. - Tamara también tenía los ojos llorosos.

-Bueno, eso es. A pesar de tener este diagnóstico, es un niño sano. Tiene cinco años e, incluso después de nuestros intentos, nunca quisieron adoptarlo. Creo que será uno de los niños que se quedará con nosotros por mucho tiempo.

-¡Nunca! - dijo Irene, secándose las lágrimas - ¿Qué necesitas hacer para adoptar?

-Bueno, tienes una lista de documentos para presentar, además de tener que pasar por algunas evaluaciones. De todos modos, es un proceso.

-Lo tengo. No estoy de humor para esto ahora, voy a pedirle a mi abogado que se comunique con usted. Pero haré lo que sea necesario para adoptar a Alex.

-Nosotras, amor - Tamara tomó la mano de Irene – Nosotras vamos a adoptar a Alex.

Irene sonrió con emoción y no pudo decir nada.

-Todo bien entonces. Espero la llamada de su abogado.

-¿Puedo verlo de nuevo?

-Por supuesto. Pero no hables de adopción. Pedimos decir solo cuando el proceso se haya completado.

-Si claro. No voy a decir nada.

Salieron de la sala y fueron a la sala donde estaban los niños. Como Irene todavía estaba muy emocionada, Tamara pensó que era mejor que no entraran a la sala. Se quedaron en la puerta, mirándolo, encantadas.

-Mucha emoción por un día. - dijo Irene

-Volvemos el otro día, ¿verdad? - dijo Tamara, abrazando a Irene por la espalda.

-Ahora tenemos una razón más para venir. - dijo Irene, aún mirando a Alex.

- Qué linda razón. - Dijo Tamara, con voz ahogada.

-Si ¡Muy lindo! - se giró hacia Tamara - ¿Estamos listos?

-No sé. Pero, descubrámoslo juntas. - abrazó a Irene.

Fly con vos (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora