Paseo

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El primer día que se les permitió recoger a Alex, fueron a buscarlo temprano para disfrutar más tiempo con él. Al llegar al refugio, fueron a la oficina de la directora para firmar el término de responsabilidad y esperaron a que Alex llegara.

-¡Tías! - corrió a abrazar a las dos.

-¡Hola, Alex! - dijo Irene.

-¡Hola, pequeño! - Dijo Tamara.

-La tía dijo que vamos a dar un paseo. Me encanta pasear.

-Entonces dile adiós para que nos vayamos. - Dijo Tamara, señalando a la directora.

- Adiós, tía.

- Adiós, Alex.

Lo metieron en el auto y fueron al Museo de los Niños. Siguió haciendo preguntas todo el tiempo y respondieron todo, muy pacientemente. Se miraron y sonrieron, sintiéndose como madres por primera vez.

Cuando llegaron allí, Alex estaba muy emocionado y quería ver todo al mismo tiempo.

-Puedes ir a donde quieras, ¿de acuerdo? Pero, primero debes elegir un lugar para ir. - Dijo Tamara.

-Yo quiero allí.

-Todo bien. Nos quedaremos aquí mirándote.

-Eh!

Corrió a jugar y ellas observaron cada paso que daba.

-Amor, ¿y si se cae y se lastima? - dijo Irene

-Amor, les pasa a todos los niños. Es normal. - abrazó a Irene - No podemos tratarlo de manera diferente, ¿recuerdas?

-Verdad. Pero tengo mucho miedo.

-Yo también lo tengo, pero no podemos mostrar nada. Tiene que pasar por todo, como todos, para vivir.

-Es correcto. – Besó a Tamara - Me parezco a mi madre.

-Jajajaja - besó Irene - ¿Estarás gruñona como ella?

-Tam! - palmeó Tamara - ¡Es tu suegra!

-Lo siento. - dijo y se rio.

-Pero tienes razón. - se rió - ¡Mi madre es terrible!

-Irene, hablando de eso, ¿crees que ella aceptará a Alex? - Preguntó Tamara, preocupada.

-Bueno, ella incluso puede aceptarlo, pero debe tomar un tiempo. Ya sabes cómo es, un pozo de prejuicios.

-Pero ¿estás dispuesta a enfrentarla?

-Claro que sí. Mi hijo es más importante y lo defenderé de todos.

-¡Qué lindo amor! - besó a Irene - Tienes mi apoyo.

-Yo sé. - tomó la mano de Tamara con el anillo - De por vida, ¿recuerdas?

-¡Para toda la vida! - besó a Irene.

-¡Tías! - Alex vino corriendo y vio a las dos besándose.

-Hola querido. ¿Qué pasó? - Preguntó Irene, avergonzada.

-Tengo hambre.

-¿Qué te parece comer un sándwich?

-¿Puedo?

-Claro que sí. ¡Vamos allá!

Tomaron su mano y lo llevaron a la cafetería.

-Tía, ¿por qué estabas besando a la otra tía? - Alex le preguntó a Tamara, dejando a Irene desconcertada.

-Porque ella es mi esposa. - tomó la mano de Irene y le mostró el anillo.

-Ah que bueno. Tía, ¿puedo tomar helado también?

Fly con vos (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora