Medicina

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Tamara se despertó al amanecer, se dio cuenta de que Irene no estaba en la cama y vio que estaba amamantando en el sofá.

-Amor, no escuché a Ruth llorar.

-Es porque no había tiempo. Ya estaba despierta y la recogí tan pronto como lloró.

-¿Por qué estaba despierta, vida?

-No me siento bien.

-¿Qué pasa bebé? - Tamara se levantó y fue hacia Irene - ¿Qué sientes?

-Me duele el cuerpo y me duele la garganta.

-Amor, ¿por qué no me despertaste?

-No quería perturbar tu sueño.

-¿Por favor no? ¿Desde cuándo me molestas?

-Ah, vida. Puede que no sea un gran problema.

-Pero podría ser. - puso su mano sobre la frente de Irene - ¿Tienes fiebre?

-No sé amor. ¿Puedes conseguirme el termómetro?

-Por supuesto. - Tamara tomó el termómetro y regresó - A ver.

Cuando Tamara vio la temperatura, dijo:

-Tienes fiebre, sí. Traeré la medicina. ¿Recuerdas qué medicamento dijo la doctora que podías?

- Es lo que hay en mi bolso. Pero, esperaré a que Ruth duerma primero, luego lo tomaré.

-Está bueno. - Se sentó en el sofá y abrazó a Irene - Acuéstate, amor.

-Gracias amor. - Se acostó sobre el hombro de Tamara.

Cuando Ruth se durmió, Tamara la puso en la cuna, le dio la medicina a Irene y la llevó a la cama. Se acostó e hizo que Irene se recostara sobre su pecho.

-Te daré un afecto.

-Qué delicia. - se acurrucó en Tamara - De esa manera querré estar solamente en la cama.

-Y se quedará. - Besó a Irene en la frente - No tienes que irte de aquí.

-Tengo la mejor esposa del mundo.

-No creo que sea la mejor. No hago nada extraordinario.

-Hace y ni siquiera te des cuenta, porque para ti es natural.

-Solo hago lo que cualquiera debería hacer por su compañero.

-Sí. Pero, hay muy pocas personas que son como tú. - besó a Tamara - Te amo.

-¡Te amo! - besó a Irene - Ahora duerme, bebé.

Tamara acarició a Irene hasta que se durmió. Se despertaron por la mañana con Ruth llorando. Tamara se levantó, cambió su pañal y la colocó junto a Irene en la cama.

-Listo. Entonces no tienes que levantarte. - Besó a Irene en la frente - Volveré, amor.

Tamara fue a la habitación de Alex.

-Buenos dias, cariño.

-Buenos dias, mama.

-Necesitaré tu ayuda. - lo recogió - ¿Preparamos un café especial para mamá Irene?

-Vámonos.

-¿Sabes todo lo que le gusta comer?

-Sí. Té, tostadas, fresas.

-Así es, hijo. - lo besó en la mejilla - Tenemos que hacerlo con mucho cariño porque mamá está mala.

-Está bueno.

Comieron y prepararon la bandeja. Fueron al dormitorio y encontraron a Irene acostada amamantando a Ruth.

-Buenos días, mi hijo.

-Buenos días, mama.

-Esperemos a que Ruth se duerma, hijo. - Dijo Tamara.

-No puedes hacer ruido, mamá.

-No. Tienes que estar callado.

Tamara se acostó en la cama con Alex. Un rato después, Ruth se durmió.

-¿Qué hacen mis dos amores aquí en la cama?

-Me ocuparé de mamá. - abrazó a Irene.

-Qué bueno recibir un abrazo de mi gatito. - besó su mejilla – amor de mamá.

Tamara tomó la bandeja y se la entregó a Irene.

-Qué delicia. - besó a Tamara - Gracias amor.

-Yo ayudé a hacerlo, mamá. - Dijo Alex.

-Gracias mi querido. - besó su frente.

-¿Puedo comer una fresa, mamá?

-Puedes, querido. - dijo Irene.

-Hoy todo puede en la cama de mamá, hijo. ¿Quieres ver tu dibujo aquí? - Dijo Tamara.

-Quiero.

Tamara encendió la televisión y Alex se tumbó en el extremo de la cama. Irene terminó de comer, Tamara tomó la bandeja y se sentó junto a Irene abrazándola.

-¿Es mejor amor?

-Sigo estando con el cuerpo malo. Pero, creo que la fiebre ha pasado.

-Te daré otro medicamento más tarde si es necesario. - besó a Irene - Báñese y recuéstese nuevamente.

-Voy a hacer eso. - besó a Tamara - Cuida a nuestros bebés.

-Siempre.

Irene se duchó, se cambió de ropa y volvió a la cama.

-Aprovecha que Ruth se duerme un poco más y duerme también. - Dijo Tamara.

-Gracias mi vida. – besó a Tamara.

-¿Quieres que salga con los niños?

-No necesita. Es tan delicioso que todos están juntos aquí.

-También me encanta. - besó a Irene - Me voy a acostar contigo.

Se acostaron juntas y Tamara acarició a Irene hasta que se durmió. Se dio cuenta de que Alex estaba callado, fue a mirar y se había dormido. Ella lo colocó junto a Ruth y se acostó junto a Irene nuevamente. Cuando Ruth lloró, Irene se despertó y dijo:

-Mamá está aquí, cariño.

-¿Es el pañal, amor? - Preguntó Tamara.

-Creo que no. - Irene se sentó y tomó a Ruth en su regazo - Mira aquí.

-No. Ella tiene hambre.

-Esta chica está comiendo mucho. - dijo Irene - ¡Linda!

-Es tan grande, ¿verdad, amor? - Dijo Tamara - Pasa muy rápido.

-Sí, tenemos que aprovecharlo.

-¿Y tú? ¿Está mejor?

-Pero qué cuidadosa enfermera conseguí. - besó a Tamara - Sí, estoy mejor.

-Que bien. - besó a Irene - Me encanta cuidarte, mi paciente favorita.

-Todo este amor me está ayudando a mejorar.

-Este medicamento no tiene una dosis recomendada y no tiene contraindicaciones.

-¡Idiota! - besó a Tamara - ¡Te amo!

-¡Te amo!

NOTA DE LA AUTORA:

Hoy es el día de los enamorados aquí en Brasil. Así que escribí este capítulo especial y lindo.

Ya tengo dos más listos, pero quería publicar este antes. 😊

Fly con vos (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora