Ayuda

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En medio de la noche que Ruth lloró, Irene se levantó para recogerla y se sentó en el sofá para amamantar. Tamara miró desde la cama y cuando Irene volvió a dormir, dijo:

-Lo siento, no puedo ayudarte con esa parte, amor.

-Amor, era justo lo que faltaba... - besó a Tamara - Ni siquiera necesitaba estar despierta.

-Por supuesto que lo necesitaba. - besó a Irene - La próxima vez, traeré a Ruth para que no tengas que levantarte.

-Gracias amor. – Abrazó a Tamara - Vamos a dormir.

Un rato después, Ruth se despertó de nuevo.

-Déjamelo a mí, amor.- dijo Tamara - Debe ser el pañal, yo cambio.

Tamara se levantó, cambió el pañal y puso a Ruth a dormir. Se tumbó de nuevo en la cama y abrazó a Irene.

-Aparentemente, la noche será bastante larga.

-Estoy cansada solo de pensar. - dijo Irene - Necesitaré tu ayuda, amor.

-Hago todo lo que puedo. - besó a Irene - Si no me despierto, llámame.

-Gracias, mi vida. - dijo ella, abrazando a Tamara, con los ojos cerrados.

Volvieron a dormir. Después de un rato, Ruth volvió a llorar, Tamara la tomó, miró si necesitaba cambiar el pañal y no lo era. Entonces se la llevó a Irene.

-Amor - acarició Irene.

-¿Ya despertó?

-Sí. Ya miré el pañal y no lo es.

Irene se sentó, tomó a Ruth y la puso a amamantar.

-Amor, ¿podremos cuidar de dos?- Preguntó Irene.

-Si no podemos, contratamos a una niñera. Pero podemos intentar.

-Mi mamá quiere venir a ayudar estos primeros días. ¿Aceptas?

-No tengo que aceptar. Tú lo sabes.

-Es solo que no quiero que te sientas incómoda con mi madre.

-La casa también es tuya, amor. Ella puede venir cuando quieras.

-Es solo por unos días, hasta que nos acostumbremos a la rutina.

-Todo bien. - besó a Irene - Dile que haga las maletas y ella viene con mi papá cuando él viene a traer a Alex.

-Está bien amor. Eres un ángel.

-Yo no. Ángel es esta hermosa cosita aquí. - Besó el pie de Ruth.

-Es linda como mamá. - besó a Tamara - Mis bebés.

Esa noche tuvieron que levantarse varias veces y, cuando salió el sol, ya estaban despiertas. Irene amamantando y Tamara sentada a su lado, abrazando a Irene, apoyada en su hombro.

-Buen día, amor. - Tamara besó a Irene en la cabeza.

-Buen día, amor. - Dijo Irene, con voz somnolienta.

-Haré café. Si me necesitas llámame.

-Vale.

Tamara preparó café y se lo llevó a Irene en la habitación. Cuando llegó, Irene estaba dormida sentada, con Ruth en sus brazos. Puso la bandeja sobre la mesa, recogió a Ruth y la colocó en la cuna. Ayudó a Irene a acostarse y la besó.

-Descansa, amor.

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Por la tarde, Fernando llegó con Alex y la madre de Irene. Tamara fue a su encuentro en la puerta.

Fly con vos (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora