Empate

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El primer día del programa en vivo, Irene se despertó en medio de la noche abrazando a Tamara. Se levantó para ir al baño y, cuando se iba, Tamara vino y la abrazó.

-Qué susto, amor. ¿Qué pasó? - preguntó Irene.

-Qué bueno que estés aquí.

-¿Como así? ¿Qué sucedió?

-Tuve una pesadilla.

-Oh bebe. - Besó a Tamara en la frente - Ven aquí, volvamos a la cama.

-Fue horrible, amor.

-Quédate aquí en mi regazo. - Irene hizo que Tamara se recostara sobre su pecho - ¿Quieres decirme?

-Creí haberte perdido, amor. - dijo Tamara llorando.

-Shh - dijo Irene - estoy aquí. Cálmate, amor.

-En el sueño yo estaba sola con los niños, te llamé y no respondiste. Desperté y no te encontré en la cama.

-Vida, ya está. Fue solo un mal sueño. Estoy aquí y no te dejaré.

-¿Prometes? - ella miró a Irene.

-Prometo. – besó a Tamara.

-Creo que no podré volver a dormir, amor. Te estaré vigilando.

-Amor, ¿fue tan malo? - abrazó a Tamara con más fuerza - Puedes abrazarme para asegurarte de que no huya de ti.

-Ni siquiera quiero recordar.

-Entonces no lo recuerdes. Intenta calmarte, amor.

-Disculpa, amor.

-Ve a lavarte la cara, bebe agua y acuéstate aquí otra vez y te acariciaré para que te duermas.

Tamara se levantó y volvió a acostarse, abrazando a Irene.

-¿Te sientes mejor? - Preguntó Irene.

-Sí, amor. Estoy más tranquila.

-Entonces, vamos a dormir. - Irene acarició el pelo de Tamara hasta que se dio cuenta de que estaba durmiendo. - Mi bebé mayor.

Después de un tiempo, Irene también se durmió. Cuando Ruth lloró, se despertó de nuevo, con Tamara todavía en sus brazos. Salió de la cama con cuidado y fue a amamantar a Ruth. Unos minutos más tarde, Tamara se despertó buscándola.

-¿Amor?

-Estoy aquí, vida. - Respondió Irene.

Tamara se levantó, se sentó a su lado y la abrazó, acostada sobre su hombro.

-Amor, estoy realmente preocupada por ti. - dijo Irene - ¿Cómo voy a trabajar contigo así?

-Voy a mejorar. Solo duermo un poco más, eso pasa.

-Entonces vete a la cama, amor.

-Te espero, no quiero ir sola.

-Ay Dios. Pensé que solo Ruth necesitaba un regazo para dormir. ¿Tú también quieres leche, amor?

-Yo no. Tiene un sabor horrible.

-Tonta. - dijo Irene y se echó a reír - Está bien. Podemos ir a la cama ahora.

Se levantaron, Irene puso a Ruth en la cuna y se acostaron de nuevo.

-Duerme bien mi amor. - dijo Irene y besó a Tamara - Necesito tu ayuda.

-Disculpa, amor. No quería ser así hoy.

-No tienes la culpa, cariño. - acarició la cara de Tamara y la besó en la frente – Pero, vamos a dormir porque necesito levantarme temprano.

Fly con vos (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora