Fly con vos (Español)

Marcos

Por la mañana, estaban durmiendo abrazadas cuando el móvil de Irene se despertó.

-Maldita sea, olvidé desactivar esta alarma. - dijo Irene - Estoy de vacaciones.

-Entonces acuéstate de nuevo, amor. Aún es temprano, ven.

-Bueno, podríamos aprovechar y volver a nuestra habitación. Los niños vendrán a buscarnos por la mañana.

-No amor. Déjalos con Gaia un poco más.

-Iba a dejar salir a Gaia a la hora del desayuno.

-Tú y tu manía por ayudar a Gaia.

-Amor, ¿qué pasa con esto? - besó a Tamara - Estuvimos de acuerdo en dejar que se divirtiera.

-Está bueno. - besó a Irene - ¿Entonces vamos a nuestra habitación a ducharnos?

-¿Juntas? - besó a Tamara - Gran plan.

-Ahora. - besó a Irene.

Se vistieron y volvieron a la habitación. Se dieron una ducha larga y, cuando salían del baño, en bata y besándose, Gaia entró en la habitación.

-Vaya. - Se cubrió los ojos - ¡No vi nada!

-¿Qué haces aquí, Gaia? - preguntó Irene, arreglando la bata.

-He venido a buscar el osito de peluche de Ruth, Alex dijo que estaba aquí.

-Está en el sofá. - dijo Tamara - Consíguelo pronto.

-Ya voy. - Gaia tomó al oso y salió de la habitación.

-¿De quién fue la idea de esta habitación doble? - dijo Tamara cerrando la puerta.

-Pensé que sería más fácil por los niños. - dijo Irene - Pero, es solo mientras Ruth es pequeña, amor.

-¿Qué día vamos a ir a nuestra isla desierta, amor? - Tamara abrazó a Irene - No puedo esperar el momento.

-Espere que Ruth tenga al menos tres años. - besó a Tamara - Así que vayamos más relajadas.

-No sé si podré esperar dos años. - besó a Irene - Tengo muchas ganas de tenerte solo para mí varios días.

-¿Eso significa lo que estoy pensando?

-¿Qué vamos a pasar juntas todos los días? - besó a Irene - Sí.

-Quiero mucho. - besó a Tamara - Pero, podemos empezar a ensayar esto, ¿no?

-Sí. - besó a Irene - Hoy nos mantendremos unidas tanto como podamos.

-Sólo tendremos dos pequeñas vidas que perturbarnos. - besó a Tamara - ¿Hay algún problema para ti?

-Ninguno. - besó a Irene - Son los únicos que pueden perturbarnos.

-Hablando de ellos, vistámonos antes de que lleguen.

-Sólo un beso más, amor. - besó a Irene - Uno más - Besó a Irene - Uno más.

-Suficiente amor. - Tamara la besó y no pudo resistirse.

Después de unos minutos se separaron.

-Te amo idiota. - dijo Irene.

-Te quiero más. - Dijo Tamara.

Se vistieron y fueron al cuarto de los niños. Alex vino corriendo para abrazarlas.

-¡Mamás! ¡Buen día!

-Buenos días mi querido. - dijo Tamara levantándolo.

-Buenos días hijo. - dijo Irene y lo besó.