Deseos

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Las dos estaban acostadas en la cama, Irene con una enorme barriga, en el octavo mes de embarazo. Tamara la abrazó, acariciando su vientre.

-Amor, tener estos días solo para nosotras será perfecto. – Dijo Irene.

-Tu madre fue muy amable al llevar a Alex a pasar el puente con ella.

-Amará la casa de mis abuelos. Me divertí mucho con mis primos allí.

-¿Aún hay maíz allí? Me prometiste mazorca a la plancha hace años y todavía no lo has hecho.

-¿Y has estado deseando maíz todo este tiempo? No puede ser así, voy a pedirle a mi mamá que lo traiga ahora y lo hacemos.

-¡Idiota! - besó a Irene - Tenemos que ir un día, hasta hoy no he estado allí.

-Sí vamos. Con Alex y nuestra pequeña.

-Amor, estoy loca por ver su carita.

-Yo también. Pero, mejor que se quede un poco más. No vamos a apresurarla.

-Claro que no. Puedes ser linda allí, hija. Mamá te está esperando. - besó el vientre de Irene.

-Ay, amor... No hables así, lloro - dijo Irene, con lágrimas en los ojos.

-No llores bebé. - besó a Irene - ¿Qué es?

-Tú, hablando con nuestra hija, es muy hermoso, amor. ¡Me hace tan feliz! – besó a Tamara - ¡Te quiero mucho!

-¡Yo también te quiero! ¡Siempre te ame! - besó el cuello de Irene.

-Amor, no hagas eso, tengo ganas de...

-¿Y qué pasa? - susurró al oído de Irene - Quiero hacerte el amor.

-Ay, amor... - tiró de Tamara para un beso. - Me vuelves loca.

-Y soy loca - besó Irene - Por ti.

Mientras se besaban, Tamara abrió los botones del camisón de Irene y se pasó las manos por los senos, haciéndola gemir. Tamara rompió el beso y preguntó:

-¿Hice algo mal? ¿Dolió?

-No amor. Estás haciendo todo bien.

-Si algo te molesta, avísame, pararé.

-Gemí de placer, tonta.

-Ah... olvido que mi esposa está más sensible.

-Amor, deja de hablar y bésame.

Tamara la besó de nuevo y le tocó los senos con más cuidado. Pero, hizo que Irene estuviera aún más cachonda. Ella detuvo el beso e hizo que Tamara besara sus senos, mientras ella gritaba de placer. Cuando se dio cuenta de que no podía soportarlo más, dijo:

-Amoooooor... ¡Lo quiero ahora!

Tamara luego bajó, besó y acarició su vientre, se quitó las bragas de Irene y comenzó a chupar su clítoris, haciéndola agarrar las sábanas y gemir con su respiración cada vez más rápida, hasta que llegó. Tamara luego subió besando todo su cuerpo y le dio un beso corto en los labios. Abrazó a Irene y esperó a que se recuperara.

-¡Gracias amor! - dijo Irene y tiró de Tamara para un beso. - Lástima que no puedo devolverla.

-No tienes que devolver nada. - besó a Irene - Estoy feliz de darte placer.

-Oye, no creas que no tengo ganas, ¿eh? Simplemente no tengo la misma movilidad que antes.

-Te entendí, amor. No te preocupes. Te quiero igual.

-¿Cómo no me preocupo? Todavía me amas, incluso en esos momentos en que me siento inútil. - comenzó a llorar.

-Oye, shhhh. - besó a Irene - No eres inútil cosa ninguna. Mira qué cosa más perfecta esta barriga, amor. Estás generando una vida aquí. ¿Crees que esto no es importante?

-Pero como mujer, no sirvo.

-Qué tontería, amor... - besó Irene - Sigues siendo mi mujer, mi esposa, mi reina.

-Pero no puedo darte placer como antes.

-Amor, si esto te molesta tanto, puedo arreglarlo.

-¿Como amor?

-Así.

Ayudó a Irene a acostarse de lado en la cama y acostó a su lado, le tomó la mano y se la metió en el pantalón.

-Tócame, amor. - besó a Irene, mientras ella masajeaba su clítoris, masturbándola.

Se quedaron así por un tiempo, hasta que Tamara no pudo soportarlo más, detuvo el beso, abrazó a Irene con fuerza y ​​comenzó a hacer movimientos contra los dedos de Irene, buscando más contacto. Cuando vio que iba a venir, dejó de moverse, escondió la cara en la almohada y dejó que Irene continuara los movimientos hasta llegar al orgasmo. Irene la abrazó hasta que recuperó el aliento.

-¡Te amo amor! - besó a Irene - ¿Eres más feliz ahora?

-Siempre estoy feliz a tu lado, amor. - besó a Tamara - Pero, gracias por permitirme darte placer.

-De nada mi amor. Ya no sé cómo demostrarte lo feliz que estoy contigo.

-Solo abrázame, amor, muy fuerte.

Tamara abrazó a Irene con fuerza, la besó en la frente y se quedó admirando su rostro.

-Eres tan hermosa... - acarició la cara de Irene.

-Tú también eres mi amor.

- ¿Aún duda de cuánto te amo?

-No. - Hizo una mueca de dolor.

-¿Que fue amor? - Tamara se sentó preocupada.

-Cálmate... Me cansé de estar en esa posición.

-Ay amor. ¡Qué susto! - ayudó a Irene a darse la vuelta - ¿Está bien así?

-Es genial, amor. Ven aquí. - hizo que Tamara se recostara sobre su pecho. - ¡Te amo!

-¡Te amo mucho! - Pasó su mano sobre el vientre de Irene - Las amo a las dos.

Irene estaba tan conmovida que no pudo responder.

NOTA DE LA AUTORA:

Este capítulo es muy corto. Pero, fue uno de los primeros que escribí. Así que no quería cambiarlo demasiado. Hice solo algunas correcciones para encajar en la historia. En compensación, el siguiente capítulo es gigante y uno de los más bellos, en mi opinión. También fue uno de los primeros que escribí. Prometo no retrasar su publicación.

Para aquellos que no recuerdan o no saben: la mazorca a la plancha de la que habla Tamara es de un tweet oficial de Irene y él está en el Capítulo 17 del Fic ¿Y si fuera real?

Fly con vos (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora