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-Muy bien, Doyoung –dijo Hyunsuk orgulloso, con lo que el chico de cabello negro (con el flequillo lo suficientemente largo como para cubrirle las cejas y parte de los ojos) le dedicó una expresión de autosuficiencia-. Oficialmente ya no eres un novato. Bienvenido a tu segundo año, chico.

-Felicidades –agregó Jihoon, fingiendo que le aplaudía, mientras jugaba con su paleta de cereza, pasándola de un lado al otro de su boca, con lo que sus mejillas se inflaban por ocasiones.

Los tres Slytherins se encontraban conversando en los baños del primer piso. Específicamente, apretados en un cubículo, escondiéndose de algún prefecto que se le ocurriese la brillante idea de buscar algún alborotador, que decidiese alterar la tranquilidad del primer día de clases.

-Ahora puedes oficialmente cooperar con las ideas en el grupo –continuó Hyunsuk-. Así que, ¿hay algo que tengas planeado querer hacer?

La sonrisa de Doyoung se ensanchó.

-Quiero que nos pintemos el pelo de colores.

Los dos chicos lo miraron, asombrados.

-¿Eso fue lo mejor que se te pudo ocurrir en dos meses de vacaciones? –bufó Jihoon.

-No, no es tan mala idea –lo defendió Hyunsuk, pensativo-. Llamará la atención y técnicamente no está prohibido en el reglamento... Pero si lo va a hacer, se lo hará a sí mismo.

Jihoon bufó una vez más, y para evitar que la saliva saliera volando, se sacó la paleta de la boca, y tragó. Con esto, aprovechó para apuntar con ella a sus dos amigos.

-Tienes cinco años más de experiencia mágica que él, ¿y vas a dejar que se haga un hechizo de transformación a sí mismo, cuando las transformaciones físicas no se ven hasta quinto grado? ¿Te has vuelto loco?

-Oh, no hay problema con eso –sonrió Doyoung-. Estuve practicando durante el verano.

Los dos chicos se le quedaron viendo, perplejos, mientras Doyoung se alzaba el flequillo, y les mostraba la mitad de su ceja derecha, pintada de azul oscuro.

Jihoon no pudo evitar soltar la carcajada.

-De acuerdo –accedió finalmente-. Te lo harás tú mismo, pero si por pura casualidad resultas quedar calvo, ni Hyunsuk ni yo te ayudaremos hasta mañana. ¿Estás de acuerdo?

Doyoung asintió sin temor.

-Escojan un color, bitches –dijo el chico, acomodándose nuevamente el flequillo.

-Verde –se apuró a decir Hyunsuk-. Pero no el verde esmeralda de la casa. Verde menta.

Jihoon miró con detenimiento a su paleta de cereza.

-Rojo. Rojo Gryffindor –y planeando una nueva maldad, agregó-. No puedo esperar a que Junkyu lo vea.

-Muy bien, dijo Hyunsuk-. ¿Varitas listas? –los tres muchachos sacaron la varita, y las juntaron al centro. Acto seguido, se apuntaron a sí mismos, en la cabeza-. Uno, dos tres...

El verde menta y el rojo Gryffindor de Hyunsuk y Jihoon aparecieron al instante. Los dos chicos se miraron y felicitaron, y al terminar de elogiarse, ambos miraron a Doyoung... quien, si bien no estaba pelón, estaba exactamente igual que al principio.

-¿Y bien? –preguntó el menor-. ¿Cómo se ve?

Volviendo a llevarse la paleta a la boca, Jihoon se apuró a poner su mano en la frente del chico, y empujar su cabello hacia arriba.

-Felicidades –le dijo sarcásticamente-. Ya tienes las dos cejas azules.

Doyoung gruñó insatisfecho.

-¿Deberé intentarlo nuevamente?

-No hay tiempo, Dobby –dijo Hyunsuk-. Vamos tarde a clase.

-Lo intentamos de nuevo mañana, ¿de acuerdo?–agregó Jihoon, mientras abría la puerta del cubículo.

-Lo intentamos de nuevo mañana, ¿de acuerdo?–agregó Jihoon, mientras abría la puerta del cubículo

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Doyoung menciona que estuvo practicando magia durante el verano, pues aunque es menor de edad y técnicamente lo tiene prohibido, sus padres son magos así que la ley mágica no se puede aplicar tan fácilmente.

Los siguientes capis serán algo así como "la saga del cabello de colores". Después de eso quizá inicien los flashbacks.

A Treasure in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora