-¡Mashiho!
-¡Nee!
No pudo contenerse, y se le echó encima. Y es que lo había extrañado demasiado. Era tan pequeñito que ajustaba perfecto entre sus brazos. Le llegaba apenas al pecho, y con eso, podía retenerlo contra sí, apoyando su cabeza sobre su cabello, y oliendo ese aroma tan familiar a head & shoulders de lavanda.
Eso era lo único que no le gustaba del quidditch. La rivalidad entre las casas, tener que alejarse del pequeño hámster, dedicarse palabras de odio y miradas asesinas en los pasillos, o deseando con todas sus fuerzas que se cayese de la escoba para que no pudiese atrapar la snitch y así Gryffindor ganase el partido... Esos pensamientos, sentía que no correspondían a sí mismo, era otro cuando se trataba del quidditch, lo transformaba a tal punto que podía olvidarse de aquella amistad tan bonita que tenía con el pequeño Mashiho. Pero, una vez terminado el partido, volvían a ser los mismos de siempre, mejores amigos, uña y mugre. Inseparables y confidentes...
-Junkyu, me ahogo –dijo el pequeño Hufflepuff, con lo que el Gryffindor se apuró a soltarlo, y ambos se sonrieron-. Fue un buen partido, felicidades –agregó una vez pudo respirar nuevamente.
-Lo mismo digo –sonrió Junkyu, mientras caminaban a paso lento fuera del campo, con las escobas al hombro-. Pero no entiendo por qué atrapar la snitch cuando Hufflepuff llevaba tantos puntos por debajo...
-No tenía caso seguir retrasándolo –fue la respuesta de Mashi, intentando contener un puchero, mientras se dejaban las escobas en la escobera, y procedían ahora a dirigirse a los vestuarios-. Nunca los íbamos a alcanzar. Mejor terminar ya, y esperar que podamos reponernos en el partido contra Ravenclaw –y aprovechando que se habían retrasado en llegar a las duchas, y eran los únicos que quedaban, Mashiho se apuró a agregar en japonés-. Me alegro que hayas ganado. Me gusta verte feliz. Me gusta cuando sonríes.
-Mashi, ya te dije que no entiendo cuando me hablas en tu idioma. Watashi wa... wakaranai.
Mashiho contuvo una carcajada.
-Que nos apuremos porque muero de hambre.
Salieron de los vestuarios diez minutos después. Limpiecitos y refrescados, conversaban animadamente, mientras caminaban a paso lento; después de todo tenían una semana de atrasos en chismes. Avanzaron por los jardines del colegio, y llegaron a recibidor del castillo, donde prontamente se encontraron con Haruto y Yoshinori, quienes estaban enfrascados en una conversación sobre el partido.
-¡Qué bueno que llegan! –dijo Haruto, dejando a Yoshi a media frase de porqué Hufflepuff había hecho lo correcto al haber tomado la snitch-. Morimos de hambre.
-¿Y los demás? –preguntó Junkyu, mientras jalaba a Mashiho de la mano, para que se diese prisa.
-En la mesa de Gryffindor, esperándonos. Vamos.
Los cuatro chicos se apuraron a llegar al Gran Comedor. Al igual que Mashiho y Junkyu, una vez que el partido hubo terminado, los ánimos entre Gryffindor y Hufflepuff volvían a ser los mismos de siempre, y el lugar se encontraba bastante relajado y alegre.
-Y espera a que me veas a mí –dijo Jihoon a Junghwan, mientras jugaba con su cabello-. Soy mucho mejor que Mashiho montando la escoba.
-Te puedo dar muchas respuestas a ese comentario, y te aseguro que ninguna te va a gustar –dijo el pequeño Hufflepuff, provocando que el Slytherin se sonrojase.
-¡Vamos a comer! –canturreó Junkyu sin darse por enterado de lo que acababa de pasar, y así, todos se sentaron a la mesa.
-¡Oh, mira! –sonrió Yoshi al ver lo que tenía delante de él-. Biscochos rellenos de nata, y con glaseados de diferentes tipos de chocolate.
No eran sus favoritos, pero sabía que a Junkyu le gustaban mucho, así que se apuró a pasarle uno.
-¡Mashi abre la boca y di ahhh! –dijo el Gryffindor.
Mashiho no tardó en obedecer.
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Aquí termina el primer partido de quidditch. Intentaré meter unas cuantas clases la siguiente semana, o quizá haga otro flashback. Veamos que me regala la inspiración este fin de semana ;)
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A Treasure in Hogwarts
Hài hướcCuando Junghwan y Jeongwoo llegaron a Hogwarts, no sabían nada del mundo mágico. Ahora les tocará acostumbrarse con ayuda de Mashiho, Yoshi, y Yedam, siempre amables y atentos, sobrevivir a las bromas de Jihoon, Doyoung y Junkyu, aprenderán a escuch...