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A la mañana siguiente, cuando Asahi había vuelto a encontrarse con Jaehyuk durante el desayuno, Yedam no pudo evitar ponerse contento. No había nada que le gustase más que saber que su mejor amigo había hecho una amistad más en el colegio. Considerando la naturaleza de Asahi, aquello de por sí ya era todo un logro, y al enterarse que no solo se trataba de alguien de su propia casa, sino también de un Gryffindor y un Hufflepuff, la alegría de Yedam evolucionó a orgullo.

Jaehyuk, Junkyu y Mashiho iban un año por encima de ellos, pero eso no evitó que el trío los tratase como sus iguales. Durante los siguientes años, se reunían a estudiar con ellos, y si Yedam o Asahi tenían alguna pregunta, no dudaban en ayudarles. Las veces que acudían a Hogsmeade se compartían de sus caramelos favoritos, y permitían que fuesen ellos quienes decidiesen dónde pasar las tardes de ocio, cuando terminaban con las tareas.

Jaehyuk, Junkyu y Mashiho habían sido tan amables con ellos dos, que Asahi y Yedam habían prometido que los ayudarían igualmente, y así, sabiendo que aquel año sus amigos estarían muy ocupados estudiando para prepararse para sus TIMOs, entre los dos acordaron ayudarlos en todo lo que pudiesen.

Fue por ello que esa primera tarde de curso, en vez de relajarse a orillas del lago (como habían hecho en años anteriores), acompañaron a sus amigos a aquella aula de estudio, donde se ofrecieron a ser sus asistentes, y facilitarles el buscar o traer cualquier libro que necesitasen, ya fuera de las salas comunes de sus casas, o la biblioteca.

-Bueno, esto ya está –dijo Jaehyuk, dejando caer su pluma sobre la mesa-. Si nos apegamos a este plan de estudios, podremos concentrarnos en todas las materias, y estar listos para cuando el calendario de exámenes sea publicado en abril...

-El listado de referencias también está listo –dijo Mashiho, mientras él y Junkyu volvían a dar una leída a la enorme lista de libros que habían considerado serían buen material para estudiar.

-Hay unos cuantos de los cuales solo hay un ejemplar en la biblioteca, pero estoy seguro de que en la sala común de Ravenclaw podremos encontrar, aunque sea otro más... -añadió Junkyu, confirmando con el listado que Asahi les había proporcionado.

-O en tu biblioteca personal -finalizó Mashiho.

-Oh, Yoshi, hola –saludó Yedam.

El Hufflepuff de sexto año, quien pasaba por allí de casualidad, se detuvo al escuchar su nombre. Al ver la mano de Yedam agitándose en el aire, le regresó el saludo, y tras ajustarse la mochila para que no resbalase de su hombro, con una sonrisa, se acercó a los chicos.

-¿Ya estudiando? –preguntó al ver todos sus libros extendidos en la mesa.

-Tú tuviste tus TIMOs el año pasado, ¿verdad? –preguntó Yedam, pegándose a Asahi para hacerle un espacio a Yoshi en la mesa. El chico no tardó en sentarse, al tiempo que asentía.

-¿Y qué tal? –preguntaron Junkyu y Mashiho al mismo tiempo.

-No es complicado si te preparas con tiempo –respondió Yoshi, y tras pedir permiso, tomó el plan de estudios de Jaehyuk, para examinarlo-. Sin embargo, las materias de la rama primaria tienen más peso que las optativas; a estas últimas les dedicaría un 15% menos de tiempo, ya que inclusive los exámenes son más sencillos. Los temarios de Pociones, Encantamientos y Transformaciones serán los más extensos de este año, así que igualmente les dedicaría un 10% más de atención que al resto.

Jaehyuk se apuró a realizar los cambios indicados.

-¿Tienes alguna bibliografía que crees debamos considerar? –preguntó Mashiho, dispuesto a ofrecer su listado de referencias. Yoshi le sonrió amablemente.

-Creo que aún tengo el que usé el año pasado por aquí –y procedió a buscar en su mochila-. Ah, toma.

-En verdad Yoshi, no entiendo cómo es que no quedaste como prefecto –dijo Junkyu, mientras tomaba el listado de Hufflepuff, delicadamente, como si fuese oro.

Y es que el Gryffindor tenía razón. No había estudiante en Hogwarts que no conociese a Kanemoto Yoshinori, y que de un modo u otro no lo respetase. El Hufflepuff sabía ganarse el corazón de todos, lo cual hubiese provocado que nadie se atreviese a negarse ante una indicación del chico, si tuviese que fungir con la responsabilidad de ser un Prefecto.

El tejón se limitó a encogerse de hombros, al tiempo que les regalaba una sonrisa. La verdad es que nunca lo había pensado.

 La verdad es que nunca lo había pensado

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Terminamos con los flashbacks (por ahora) y vamos a retomar un poco el primer día de clases de los chicos. (Sí, todo lo que llevamos ha ocurrido apenas en su primer día ehehe).

Atent@s, que el cumpleaños de Junkyu se acerca (?)

A Treasure in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora