Cuando Junghwan y Jeongwoo llegaron a Hogwarts, no sabían nada del mundo mágico. Ahora les tocará acostumbrarse con ayuda de Mashiho, Yoshi, y Yedam, siempre amables y atentos, sobrevivir a las bromas de Jihoon, Doyoung y Junkyu, aprenderán a escuch...
Al final, no fue Asahi quien convenció a Jaehyuk de prestar su biblioteca personal, para que los chicos pudiesen proseguir con aquel plan de hacer un club de estudio, sino el saber que Jeon Somi formaría parte del mismo. La verdad era que el Ravenclaw no podía evitar sorprenderse de la manera tan increíble en que Jihoon había conseguido que las chicas aceptaran pasar con ellos varias tardes durante la semana, así fuese para estar con las narices metidas detrás de los libros, o escribiendo a toda velocidad en sus pergaminos. Pero no por ello estaba menos agradecido.
Yoshi ayudó a Asahi poniendo un encantamiento de extensión indetectable en su mochila, con lo que pudieron bajar los casi mil libros de la biblioteca personal de Jaehyuk con relativa facilidad desde el octavo piso, hasta el aula ubicada en la cuarta planta. Con ayuda de Jihoon y Yedam, los cuatro chicos se encargaron de sacar todos los libros, y proceder a acomodarlos en los libreros que la subdirectora CL les había permitido el utilizar, y así, apenas un par de días después, la sala de estudio se encontraba ya completamente equipada para ser utilizada por los chicos.
El primero en llegar fue Hyunsuk, en compañía de Jihoon. Tal como le había prometido, el Slytherin se ofreció a traerle cualquier cosa del Gran Comedor que quisiese, pues parecía ser que la serpiente tenía el trasero pegado al asiento, y no se levantaría hasta terminar con todos sus deberes pendientes.
Un par de horas más tarde, llegaron Junkyu, Mashiho y Jaehyuk. Estaban apenas revisando la lista de tareas pendientes, cuando alguien se detuvo en la puerta, y todos miraron. Era Yoshi, acompañado de las chicas, Suhyun, Blue y Somi. Los chicos no pudieron evitar sentirse celosos, excepto Hyunsuk, quien se limitó a reír por lo bajo, mientras continuaba con sus tareas de Encantamientos.
Jihoon no pudo evitar sentir como se desinflaba aquel globo en su interior cuando vio a Suhyun sentarse al otro lado de Hyunsuk, y algo similar ocurrió con Junkyu, cuando Somi terminó sentada entre Jaehyuk y Mashiho.
Pero si había alguien contento aquella tarde, resultó ser Yoshi. Blue iba al mismo curso que él y Jihoon, aunque para ser honestos, no tenían muchas materias en común. Apenas y se veían en Pociones y Encantamientos, y en ambas clases la chica era muy buena, por lo que realmente no tenía mucha oportunidad de convivir con ella en el día a día en el castillo. Fue por ello que, el saber que Blue formaría parte de dicho club (así fuese nada más por apoyar a sus amigas) le venía muy bien, ya que significaba la excusa perfecta para caminar juntos desde sus clases hasta allí, y conversar, como en aquella ocasión.
Para su buena suerte, aquella tarde inclusive se sentaron lado a lado, y aunque la muchacha prontamente tomó uno de los libros de Jaehyuk y se entregó a su lectura, impidiendo al Hufflepuff una oportunidad para continuar con la conversación que había surgido en los pasillos, el chico seguía sintiéndose considerablemente afortunado.
El resto de los chicos llegaron poco después, siendo los últimos Jeongwoo y Junghwan. Aun no estaban tan cargados de tareas como el resto de los chicos, pero sabían que podían aprovechar el tener a sus superiores al alcance, para poder resolver cualquier duda que surgiese, y de ser necesario, practicar unos cuantos hechizos a sus costillas. Aunque, para ser honestos, no esperaban encontrarse a las chicas allí, y por un instante, se quedaron sin habla.
-Aquí hay espacio –dijo Yedam, recorriéndose en su asiento, para dejar que los novatos se sentasen. Junghwan y Jeongwoo así lo hicieron, y moviéndose como robots, sacaron sus apuntes y comenzaron a hacer sus deberes de Herbología, aunque, a decir verdad, no avanzaban mucho ya que seguían sintiéndose nerviosos, y no podían evitar levantar la cabeza de vez en cuando, como si quisiesen comprobar que las chicas fuesen reales, y siguiesen allí.
Por fortuna, las chicas se retiraron una media hora más tarde, y así, ambos pudieron finalmente respirar tranquilos, aunque igualmente no pudieron evitar sentirse algo cabizbajos.
-¿Quién era la Gryffindor? –preguntó Junghwan, como quien no quiere la cosa, mientras garabateaba la fecha en su pergamino-. Era muy bonita.
-¿No era la chica con la que Jihoon estaba saliendo? –secundó Jeongwoo. La serpiente le sacó la lengua.
-Vaya –sonrió Hyunsuk, finalmente alzando la vista de sus apuntes-. Quien diría que Jeon Somi tendría un club de admiradores.
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Por hoy termina (una vez más) la conversación con las chicas, y dejaremos lo hetero de lado.
