Cuando Junghwan y Jeongwoo llegaron a Hogwarts, no sabían nada del mundo mágico. Ahora les tocará acostumbrarse con ayuda de Mashiho, Yoshi, y Yedam, siempre amables y atentos, sobrevivir a las bromas de Jihoon, Doyoung y Junkyu, aprenderán a escuch...
Todo había iniciado hacía más de veinte años. Las señoras Choi, Park y Kim, se habían conocido en Hogwarts, pues las tres habían sido sorteadas en Slytherin la noche de su llegada al castillo. Después de siete años de amistad en el colegio, continuaron siendo amigas muy cercanas, siendo inclusive madrinas de honor en la boda de cada una de ellas.
Si había sido casualidad que terminasen viviendo en el mismo vecindario, o fue en realidad un plan para continuar viéndose y conversar todas las tardes mientras bebían el té, sería algo que sus maridos nunca lo sabrían. Pero lo que al final todo el mundo pudo prerecir, y más tarde comprobar, fue que al igual que ellas, sus hijos terminarían siendo muy buenos amigos.
Era cierto que Choi Hyunsuk era un año mayor que Park Jihoon, pero eso no les impedía llevarse de maravilla. Siendo mejores amigos desde que tenían uso de memoria, aun al día de hoy podían recordar perfectamente cuando a la edad de 5 y 4 años, respectivamente, sus madres los habían llevado a conocer al recién nacido Kim Doyoung. Había una diferencia de edad un poco más marcada con el chico Kim, pero igualmente, eso no impidió que se volviesen amigos, pues apenas aprendieron a hablar y caminar, solían verse todas las tardes para jugar.
El ser mayores que el chico, les daba cierta autoridad sobre el mismo. Lo cuidaban de sobremanera, aunque al mismo tiempo, en ocasiones lo molestaban. La principal manera de hacer esto último, era gracias a la magia que Hyunsuk y Jihoon ya habían comenzado a manifestar, y aquello ponía celoso al menor.
El aprender magia había resultado una obsesión para Kim Doyoung cuando cumplió los tres años. Había visto ya en un par de ocasiones a Hyunsuk y Jihoon hacer un par de cosas mágicas (como caerse y rebotar sin hacerse daño, o hacer que sus cabellos creciesen de un día para otro, o inclusive cambiar el color de sus ropas), que no podía esperar a manifestar igualmente sus poderes.
Finalmente, su deseo se hizo realidad cuando cumplió cinco años. Hyunsuk acababa de cumplir diez, mientras que Jihoon tenía ya nueve. Se encontraban jugando en el parque del vecindario, cuando Jihoon y Doyoung chocaron mientras intentaban brincar en un solo pie, y el menor cayó sobre un charco de lodo.
-No llores –se apuró a decir Hyunsuk, mientras él y Jihoon se apuraban a ayudarlo a levantarse.
-¿Te duele algo? –preguntó Jihoon, agachándose para mirar el rostro del pequeño, y apurarse a limpiar alguna lágrima que pudiese llegar a aparecer.
-Oh no. Mamá va a matarme –dijo Doyoung, mientras se veía el pantalón, y la enorme mancha de lodo que llevaba en el trasero.
-Le diremos que fue nuestra culpa –dijo Hyunsuk a toda velocidad.
-No tienen que mentir por mí –hipó Doyoung, intentando contener las ganas de llorar.
-Es lo que hacen los amigos –dijo Jihoon, aunque al instante se corrigió-. La familia. ¿No diría eso la tía Kim?
Hyunsuk asintió velozmente. Sabían que sus madres no eran hermanas de verdad, pero se habían acostumbrado ya a llamarlas tías, que decirles de cualquier otra manera no sonaba nada natural.
-Nosotros somos también una familia –dijo el mayor, agachándose igualmente para ver su rostro-. Yo soy tu papá, y Jihoon es tu mamá.
-¡Oye! –se escandalizó Jihoon-. ¿Quién lo decidió?
-¿Quieres cambiar? -respondió Hyunsuk, tranquilamente-. Sí, sería lo mejor. Creo que te pega –y se apuró a agregar-. Después de todo, la mamá es quien lleva realmente los pantalones en la casa. Y el papá es el que secretamente los malcría... -y le pellizcó una mejilla, con lo que Jihoon se apuró a hacerle un puchero-. Tus padres te tienen, chico –le dijo a Doyoung, quien hizo lo mejor que pudo para contener la risa-. Podemos decirle a la tía Kim que te empujamos por accidente...
Más tardó en hablar, que el lodo en comenzar a resbalar por el pantalón de Doyoung. Los chicos miraron a la mancha bajar, y finalmente, vieron al lodo regresar al charco, dejando el pantalón limpio y seco.
-Magia... -susurró Jihoon, y se apuró a repetirse-. ¡Doyoung, hiciste magia!
-Te vas a venir a Hogwarts con nosotros en unos cuantos años, ¡ya verás! –secundó Hyunsuk, y tanto él como Jihoon se tomaron de los brazos y comenzaron a girar en círculos-. ¿Estás orgulloso de tu hijo, papá?
-Muy orgulloso, mamá.
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Un flashback para iniciar la semana. Lo continuaré en el siguiente capi, así que esperen igualmente la fotito de bebé de Doyoung.
Y pues nada, que Treasure ya tiene papá y mamá y pues tenía que escribir sobre ello :p
