LXVII

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-¡Feliz Navidad! –dijo Doyoung, al tiempo que brincaba fuera de su cama, y se disponía a abrir las cortinas de la habitación.

-¡Asgrrrnghhh! –gruñó Jihoon, mientras se apuraba a taparse la cara con la cobija-. Tengo frío –fue lo único decente que alcanzó a pronunciar.

-¡Mira todos esos regalos! –dijo Hyunsuk, aun amodorrado, mientras se frotaba un ojo.

-¡Abre el mío primero! –respondió Doyoung, quien ya se encontraba sentado en el piso, y había tomado una caja cuadrada cuya etiqueta decía "De papá y mamá".

Hyunsuk hizo lo que le decía, y tomó aquella cajita envuelta en papel morado.

-No te hubieses molestado –dijo mientras admiraba el regalo: unas gafas de sol, color melón-. Son geniales –agregó, mientras se las ponía y se apuraba a levantarse de la cama, para mirarse en el espejo-. Abre tú el mío también.

-¡Genial! –sonrió Doyoung, mientras sacaba de la caja una nueva correa para su iwatch. Se apuró a cambiarla ya que la suya se encontraba ya bastante desgastada-. Justo lo que necesitaba.

-Abre tus regalos Jihoon –dijo Hyunsuk, mientras le aventaba una caja ligera, y esta le golpeaba en el brazo, provocando que el Slytherin finalmente se incorporase.

-Me pregunto que será –se dijo mientras agitaba ligeramente la caja con una mano, y con la otra aún se frotaba un ojo.

-¡Regrésame eso! –dijo en ese momento Doyoung, levantándose del piso, y sosteniendo en una mano una caja abierta, y en la otra un pollo de goma-. ¡No te mereces mi regalo!

-¿No te ha gustado el mío? –preguntó inocentemente Jihoon, con lo que el pollo de goma lo golpeó en la cabeza.

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-¡Feliz año nuevo! –se dijeron el trío de estudiantes, con lo que se fundieron en un cálido abrazo, mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo nocturno de las afueras de Tokio.

-Es un paisaje simplemente impresionante –dijo Jaehyuk aun en brazos de sus amigos, mientras miraba al cielo y las luces iluminaban todo. Yedam y Asahi también miraron arriba, con lo que sus rostros se iluminaron de verde, rojo, morado, y hasta azul, y asintieron.

-Mamá, ¿podemos brindar? –preguntó Asahi, cuando finalmente los chicos dejaron de abrazarse.

La señora Hamada se apuró a responder que aún eran muy pequeños para beber alcohol, pero prontamente indicó a la elfina doméstica que sirviese a los chicos ponche de cereza, los cuales lo aceptaron encantados.

-Espero que el próximo año sea igual de bueno que este –les deseó Yedam, bebiendo de su ponche, mientras sentados en el suelo de madera, miraban el espectáculo de fuegos artificiales, respirando aquella paz que flotaba en el aire.

-Y que sigamos siendo mejores amigos –secundó Jaehyuk, chocando su taza con la de Asahi-. No solo entre nosotros, sino con el resto de los chicos.

Yedam se apuró a asentir. Asahi no dijo nada. No porque no lo sintiese, al contrario, le parecía increíble el haber conseguido amigos tan geniales. Amigos que te visitan en las vacaciones, amigos que te apoyan con las tareas en el colegio, amigos que te acompañan cada mañana al Gran Comedor para comer y conversar juntos.

Amigos que te enseñan a divertirte con el quidditch, o no se molestan porque prefieras pasar la tarde leyendo un libro, o simplemente arrojando piedras en el Lago Negro. En definitiva, había conseguido los mejores amigos que nunca había podido siquiera llegar a imaginar.

-Feliz año nuevo –fue todo lo que pudo decir, alzando su vaso, con lo que Yedam y Asahi se apuraron a brindar con él-. Por este, y todos los años que nos faltan de amistad.

Los demás asintieron, y se apuraron a vaciar sus vasos.

En el cielo, un nuevo grupo de fuegos artificiales iluminó la noche.

En el cielo, un nuevo grupo de fuegos artificiales iluminó la noche

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El tiempo pasa rápido cuando te lo propones. De Navidad a Año Nuevo en 0.2 segundos :v

Mañana ya estarán de regreso en el tren, y pues hitatus xd

Los quiero~

A Treasure in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora