El regalo de Jihoon era considerablemente pequeño. Una cajita cuadrada, que no medía más de cinco centímetros por ninguno de sus lados, por lo que Yedam pudo fácilmente llevarla en la mano, sin levantar ningún tipo de sospecha, y atravesar así el Gran Comedor, hasta llegar a la mesa de Hufflepuff, donde se tomó su tiempo para escanear el lugar.
Suhyun aún no había llegado, así que consideró que lo mejor era sentarse en el borde de la mesa, y esperar a que la chica hiciese aparición.
No tardó mucho. Apenas se había echado el cereal en el plato, y estaba por poner la leche, cuando vio a la muchacha entrar, con la mochila al hombro, completamente sola. Supuso que Yoshi había entretenido a Blue en el camino, y dispuesto a cumplir la misión que Jihoon le había encomendado (y por la cual se había ganado cinco galeones), se apuró a extender la mano para llamar su atención.
-¡Suhyun, por acá! –dijo animado.
Al ver quien la llamaba, la chica le sonrió de vuelta, y se apuró a sentarse a su lado, dejando caer la mochila en el piso, entre ambos.
-Buenos días, Yedamie –dijo Suhyun, y se apuró a tomar ella también un tazón, y apurarse a servirse cereal-. ¿Te han regalado ya algo hoy?
-No nada –respondió el chico, apurándose a pasarle la leche. Esperaba que estando lo suficientemente distraída, pudiese dejar caer la pequeña cajita dentro de la mochila. Pero para eso primero tendrá que abrirla, y no sabía si sería más fácil sacar la varita, o hacerlo del modo muggle...
-¿Qué tienes ahí?
Se congeló al instante.
-Ah, es un regalo.
-¿Ya estás mandando regalos a las chicas? –sonrió Suhyun-. No puedo creer todo lo que has crecido Yedamie –continuó la Hufflepuff, sirviéndose la leche-. Aún recuerdo cuando íbamos al jardín de infantes. ¿Recuerdas eso? Chanhyuk ya iba a la primaria en ese entonces, y venía a recogernos a la salida, así que teníamos que quedarnos ahí una hora esperándolo. Era divertido.
-Ah, sí, recuerdo eso –sonrió Yedam, pero la sonrisa se le congeló en el rostro cuando vio que, al dejar el cartón de leche sobre la mesa, Suhyun se apuró a tomar el regalo.
-¿Y para quién es? ¿La conozco? Oh... -y por un segundo, el mundo se detuvo cuando la chica leyó su propio nombre en la etiqueta-. ¿Yedamie, esto es para mí? No debiste, no, yo...
-No, Suhyun, espera –dijo el Hufflepuff, alzando las manos, intentando no tartamudear y detener aquello que se estaba sucediendo muy aprisa, en una dirección completamente equivocada-. Si es para ti, pero no es de mi parte. Es decir... me han pedido te lo entregue.
-¿Un favor?
-Sí, algo así –dijo el chico, intentando no mover la pierna, por temor a que los cinco galeones repiquetearan dentro de su bolsillo-. Un amigo, es decir, un conocido, digo, un chico, ya sabes...
-Ah, entonces, ¿puedo quedármelo? –Yedam se apuró a asentir-. Es muy amable de su parte. ¿Qué es?
-No lo se –respondió el Hufflepuff, e intentando no darle importancia a aquello, tomó su cuchara y se zampó un bocado de cereal.
-¿Crees que deba abrirlo ahora? –preguntó Suhyun, embelesada por la pequeña cajita que era increíblemente adorable.
-Puef, fi quieref –dijo Yedam, con la boca llena de cereal. Sin embargo, Suhyun no abrió la cajita, y se limitó a guardársela en el bolsillo de la túnica.
-Mejor lo haré cuando regrese al dormitorio. Será especial, ¿no crees?
Yedam asintió. Mientras Suhyun volvía a concentrarse en su plato de cereales, el Hufflepuff se apuró a mirar a su alrededor. En un rincón del Gran Comedor, encontró a Jihoon, con la mirada clavada en él. Tragó nervioso. En definitiva, tendría que regresarle esos cinco galeones.
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Dice Jihoon que la paz nunca fue una opción xdxd
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A Treasure in Hogwarts
HumorCuando Junghwan y Jeongwoo llegaron a Hogwarts, no sabían nada del mundo mágico. Ahora les tocará acostumbrarse con ayuda de Mashiho, Yoshi, y Yedam, siempre amables y atentos, sobrevivir a las bromas de Jihoon, Doyoung y Junkyu, aprenderán a escuch...