Los pasos sobre el suelo alfombrado se hacen mucho más frecuentes y repetitivos. Atravesados por la incertidumbre y la ansiedad.
Namjoon ha dejado de hacer sus labores desde hace algunos minutos por falta de concentración, pero al menos es un hombre que sabe reconocer cuando es tiempo de suspender las cosas por ausencia de atención y dedicación. El sonido del reloj marcando los segundos lo hace ser más consciente del tiempo, de la puerta que en cualquier momento puede ser tocada.
Se siente idiota mientras finge arreglar las pequeñas estatuas que adornan su oficina, cerca de la puerta, como un intento de convencerse de que no está esperando nada en lo absoluto. No. Él simplemente se ha percatado de lo desordenadas que lucen algunas de las figuras en los muebles y ha decidido acomodarlas a su gusto. Es solo eso. Prefiere el orden, le gusta que las cosas en su oficina sean de su agrado.
Sin embargo, cuando los golpes tímidos en la puerta resuenan por la oficina, Namjoon corre con sigilo, intentando que sus pisadas no resuenen sobre el suelo y se ubica tan rápido como puede en su escritorio, para sentarse y fingir que ha estado trabajando sin descanso. Asume también una actitud de perfecta concentración: cara seria, ojos en la pantalla y dedos tecleando cosas al azar.
—Adelante —murmura, intentando que su voz suene lo menos afectada posible debido al recorrido que acaba de realizar en cuestión de segundos.
Pese a que se niega a mirar, él sabe bien que se trata de Seok Jin por el sonido que producen los pasos tranquilos del chico sobre la alfombra. Namjoon se siente idiota, con ganas de reírse a carcajadas por su acción infantil, pero él aún debe conservar su postura como docente y profesional.
Es claro que no puede mentirse a sí mismo por más tiempo, no cuando el castaño acaba de entrar y él se da cuenta de que la razón por la que no ha logrado concentrarse en la última media hora, gira en torno a la curiosidad que le suscita el querer saber sobre el chico y la situación que involucró a los otros dos docentes en días anteriores.
—Buenos días, señor Kim —saluda el omega con formalidad.
—Buenos días, Seok Jin —devuelve el saludo para apartar sus ojos de la pantalla y fijarlos en la figura esbelta del chico. Luce mucho mejor. Al menos ya no parece al borde del desmayo y eso está bien.
—Siento haberme ausentado estos días por razones de fuerza mayor —dice, haciendo evidente su interés por no ahondar en el tema—, pero estoy a su disposición todo el día de hoy, ¿con qué debo comenzar?
Namjoon se muerde la lengua cuando el deseo de preguntar sobre la otra noche lo invade. La voz de Hoseok se repite en su mente como un recordatorio de que debe ser respetuoso y prudente. El alfa se siente tan entrometido en asuntos que claramente no le competen, pero no puede evitarlo. Vamos... ¡Él estuvo involucrado! Es obvio que aún quiere saber.
—La primera entrega del trabajo final —musita con voz pausada, para luego buscar los documentos en el escritorio—. Me gustaría que pudiera revisarla y realizar la retroalimentación necesaria. Yo la revisaré una segunda vez luego de eso y asignaré la calificación.
—Entendido —asiente el chico para tomar la carpeta entre sus manos y comenzar a caminar hacia el sofá de la pequeña sala, sin embargo, sus talones se giran para volver a encarar al hombre—. Señor.
—¿Si?
—Me disculpo por el incidente del otro día —susurra. Namjoon puede percatarse del ligero rubor que cubre sus mejillas ante la mención de las palabras, pero parece decidido con su actuar—. Lamento haber tenido que involucrarlos en la situación, así como lamento haberlos hecho perder tiempo en mi.
Parece realmente apenado por ello. Sí, Namjoon estaría igual de abochornado en su lugar, sin embargo, era lo mínimo que podía hacer por él. Dejarlo solo, por su cuenta, jamás hubiera sido una opción y el alfa lo sabe.
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El amor es el silencio más fino - Namjin (omegaverse)
FanficKim Seok Jin es un omega que ha aprendido a conformarse con aquello que le fue enseñado si con ello asegura el futuro que otros siempre han deseado. Sin embargo, le gustaría poder deshacerse de la pesadilla constante que representa habitar su cuerpo...