LVI

5.7K 439 3.5K
                                    

Antes de que comiencen este capítulo, voy decir algunas cosas.

Este gran hijueputa malparido perro sapo capítulo del culo me costó meses de sangre, sudor y lágrimas. Por ello, lo MÍNIMO que espero es que comenten todos los párrafos de esta mierda. Esto no es una amenaza, pero si no van a llenarme de comentarios, les voy a dejar en espera infinita y la próxima actualización la va a tener que imaginar cada unx en su cabeza, porque yo soy como las hadas y me muero sin reconocimiento.

Así que más les vale comentar aunque sea un "Yo si creo en Luchita, creo, creo" en cada párrafo o el siguiente capítulo se lo voy a escribir solamente a San Pedro.

Sin nada más que decir, empecemos con la mediocridad.

Namjoon no menciona palabra alguna cuando vuelve a poner el auto en movimiento, con la vista todavía fija en la carretera y su olor impregnando el espacio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Namjoon no menciona palabra alguna cuando vuelve a poner el auto en movimiento, con la vista todavía fija en la carretera y su olor impregnando el espacio. Pese a que su lenguaje corporal comunica una calma extraña, el lobo del alfa se siente rígido y cauteloso bajo su pecho, quizá un poco temeroso.

Jin no lo sabe a ciencia cierta, pero el contraste tampoco le extraña.

En el último tiempo ha comprobado que el hombre posee la habilidad de aparentar hermetismo, de fingir impasibilidad. No lo juzga, sin embargo. Él, más que nadie, entiende que despojarse de esa clase de costumbres es una completa Odisea, lo sabe porque él mismo está sobrellevando un proceso parecido, en donde los conflictos con su instinto y los rezagos de una pasada relación dolorosa figuran como elementos en común.

Estar al tanto de todo ello, le hace entender que tras la simpleza del mensaje del otro hay un arduo trabajo en torno a la valentía, pero, sobre todo, a la aceptación de sí mismo. Jin sabe que el alfa no haría algo como eso sin pensarlo anticipadamente, sin sentir culpa por anteponer sus anhelos, sueños, deseos...

Mientras observa la grisácea ciudad a través de la ventana, el chico se pone a repasar cada uno de esos datos con la importancia que recae sobre ellos y su actual vínculo con el hombre. La posibilidad de los chubascos se cumple tan pronto como pequeñas gotas de agua comienzan a caer sobre los vidrios del auto y se vuelven ruido en la superficie. Su perspectiva se nubla gracias al vaho que empaña las ventanas, así que lo disuelve con los dedos, conformándose con la vista salpicada y deformada.

A pesar de que afuera parece hacer mucho más frío, el suéter rojo de tejido grueso que lleva puesto sigue sin ser idóneo para hacerle frente a parte de la temperatura de la ciudad que se replica en el interior del auto, sin compasión alguna. El omega se remueve en el asiento, dispuesto a encender la calefacción, mas Namjoon se adelanta y lo hace por él.

La acción le hace ser consciente de que todavía no ha emitido una respuesta porque se ha dedicado a ignorarlo toda la velada y pensar de manera excesiva. Jin se da cuenta de lo erróneo que ha sido comportarse de esa manera cuando la inseguridad del asunto no solo lo atraviesa a él, sino también al hombre a su lado. Al hombre que lo ha respetado lo suficiente, que no lo ha obligado a responder el mensaje, mucho menos a tomar una decisión al respecto.

El amor es el silencio más fino - Namjin (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora