Namjoon ha tenido una mañana ajetreada.
En primer lugar, tuvo que asistir a una reunión desgastante de tres horas convocada por el consejo de profesores; y en segundo luga, no ha terminado de calificar trabajos de una de sus asignaturas. El parloteo de Hoseok tampoco lo hace sentir mejor. El omega ha estado hablando sin parar en la última hora con Yoongi como principal oyente y Namjoon no sabe qué más pensar al respecto salvo que admira mucho al alfa mayor.
Nadie en sus cinco sentidos sería capaz de soportar una charla con el pelirrosa por tanto tiempo. Excepto, Yoongi, claro. Excepto por su propio esposo y el amor que le tiene.
—¿Qué piensas tú, Namjoon? —pregunta el hombre dirigiéndose a él.
El alfa abre los ojos bajo el dolor de cabeza que lo tiene agobiado y observa con indiferencia a su amigo, apoyado sobre una de las sillas de la sala pequeña que es su oficina. Dios. Él ni siquiera sabe por qué tiene que admitirlos en su espacio. No es como si ellos no tuvieran los suyos.
—No he escuchado una sola palabra de lo que has dicho en la última hora, Hoseok —responde con molestia para recargar la cabeza en el respaldo del sillón— Por favor, cállate.
—Qué grosero. —Se queja el omega con evidente molestia.
El tono de voz usado por el hombre lo tiene soltando una ligera risa. Al menos aún le divierte fastidiar al otro.
—Déjalo —interviene Yoongi con la voz grave y seria—. Está cansado. Podemos irnos si quieres.
Bien. Es lo último que necesita. Las palabras del mayor son sensatas cuando salen de sus labios, pero Namjoon sabe que también ha sido afectado por su actitud. Así que el rubio abre los ojos nuevamente para enfocar a ambos hombres y sonreírles.
—No —responde—, pueden quedarse, pero en silencio.
Yoongi parece no molestarse por la propuesta, pero luego está Hoseok que se está cruzando de brazos con un puchero divertido en su cara. Namjoon no se pierde el modo en que la mano pálida del alfa está acariciando el brazo del otro en un acto de consuelo o apoyo, no lo sabe. Es simple, pero el olor de Hoseok se agudiza ante el gesto y tiene al rubio gruñendo por lo bajo.
—¿Cómo está Jin? —pregunta de repente el pelirrosa con un evidente tono de curiosidad—. ¿Ustedes... han hablado de lo que le pasó?
El rubio niega con la cabeza, pensando seriamente tomar algún analgésico para el dolor.
—No... él no ha mencionado nada al respecto. Supongo que en el fondo le avergüenza —responde calmadamente mientras sus pensamientos giran en torno al chico—. También... bueno, no es que yo esté al tanto de su aspecto físico, pero él ha bajado de peso. Su cara luce mucho más delgada que antes.
—Eso es malo —añade Hoseok, claramente preocupado—. ¿Has notado algo más? Conmigo solo se ha comunicado por correo para asuntos de la monitoria, pero no he querido forzarlo a que asista presencialmente a las clases.
—No. Supongo que está un poco más tímido, pero es todo.
—Debemos averiguar qué le sucede, es probable que-
—No, Hoseok —interrumpe Yoongi. Su voz es dura, pero conserva tranquilidad en medio de la frialdad—. No es nuestro asunto. No podemos simplemente inmiscuirnos en la vida de los estudiantes de ese modo. No es ético.
Namjoon asiente para luego ponerse de pie y buscar un analgésico entre los cajones de su escritorio. Cuando logra hallar una píldora, se encarga de hacer camino hasta la jarra de agua que siempre está disponible en la oficina, para llenar un vaso y tragarla sin pensarlo mucho.
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El amor es el silencio más fino - Namjin (omegaverse)
FanficKim Seok Jin es un omega que ha aprendido a conformarse con aquello que le fue enseñado si con ello asegura el futuro que otros siempre han deseado. Sin embargo, le gustaría poder deshacerse de la pesadilla constante que representa habitar su cuerpo...