Jin ni siquiera sabe cómo ha terminado allí.
Luego de una sesión extenuante y llena de participaciones, el omega solo quería partir directamente a su apartamento, cambiarse la ropa por algo más holgado, pedir un delivery de algo grasoso y acostarse en su cama a ver algún drama estúpido. El chico casi podía sentir la sensación de la suavidad de su colcha, la comodidad de la ropa de gastado algodón y los dedos embadurnados de grasa.
Podía.
Ya no.
El castaño está en el auto del señor Kim, en el asiento trasero para ser más exacto. A su lado, el señor Min parece refunfuñar por algo que está hablando su esposo, quien se encuentra en el asiento copiloto, hablando alegremente. No es el único ruido que proviene del interior del auto, también hay música en el fondo, programada por alguna bohemia emisora que Jin desconoce y que no se esfuerza en conocer.
Hace calor y el día sigue siendo soleado, pero el chico se niega a quitarse la bufanda verde oliva que tiene enrollada en su cuello por vergüenza. Especialmente, porque quitársela implicaría dejar al descubierto la mordida que aún sigue cicatrizando y él no quiere las miradas de los hombres sobre su piel.
No se siente lo suficientemente valiente para exponer la marca, el nuevo lazo.
La mezcla de olores al interior del espacio es agradable. A su lado y conservando una distancia prudente, el señor Min huele sutilmente a café, pero también a fresas. Le recuerda los días en que ambos hombres estuvieron en su apartamento, cuidando de él y el ambiente pareció llenarse de un olor diferente al suyo. La cocina, especialmente, olió a fresas algunos días después de que el señor Jung dejó de ir.
También huele a anís y clavos de olor, pero el aroma pertenece al señor Kim más que nada. Sigue siendo fuerte y cálido, como desde el primer día que lo percibió. A Jin le gusta la pureza de su aroma, contrario al suyo, aquel al que le ha costado acostumbrarse y que espera, no sea incómodo para los hombres.
No ha recibido comentarios al respecto, sin embargo. No hay menciones despectivas o humillantes, no hay nada de eso. En lugar de ello, está el vínculo afectivo que ha construido con los otros. Están las sonrisas genuinas, los actos de servicio y la amabilidad que lo hacen sentir seguro a pesar de haber tenido que desviar sus planes por ellos.
El señor Kim luce particularmente entusiasta cuando Jin lo observa a través del espejo retrovisor y este, sin proponérselo, encuentra sus ojos en el reflejo. El acto lo hace sentir nervioso y lo obliga apartar la mirada de allí, para encontrar que su corazón traicionero late con la fuerza del reconocimiento.
Seguro de que no querer volverlo a hallar, el castaño se dedica a observar la ciudad desde la ventana y pensar en lo mucho que le cuesta decir que no cuando del pelirrosa omega se trata. Especialmente porque el hombre se ha portado tan bien con él en último tiempo que encuentra injusto negarse a algo tan inocente como una tarde a su lado.
Así que allí está: escuchándolo hablar sobre lo que planean cocinar una vez lleguen al apartamento del rubio y demandándole al hombre de tez pálida que le ayude a preparar el postre. Jin es disimulado cuando se burla de la interacción del matrimonio, pero le resultan interesantes y amorosos. Incluso si el alfa de cabello negro parece inspirar seriedad la mayor parte del tiempo, el chico sabe que puede tornarse especialmente cariñoso cuando se lo propone.
Lo ha visto. El hombre no puede simplemente ocultarse tras la fachada de impasibilidad que parece poseer casi siempre, sobre todo cuando el asunto involucra a su esposo, de quien parece profundamente enamorado.
Los envidia.
Jin es sutil cuando los observa hablar, reír e incluso discutir, pero la sensación de anhelo que lo atraviesa silenciosamente no desaparece. Sería mentiroso si afirmara que no quiere algo como eso, más el miedo de ser traicionado nuevamente se erige como un obstáculo que aún le resulta difícil de sobrepasar.
ESTÁS LEYENDO
El amor es el silencio más fino - Namjin (omegaverse)
FanficKim Seok Jin es un omega que ha aprendido a conformarse con aquello que le fue enseñado si con ello asegura el futuro que otros siempre han deseado. Sin embargo, le gustaría poder deshacerse de la pesadilla constante que representa habitar su cuerpo...